Hipotecados
Los desahucios por no poder pagar la hipoteca se han convertido en uno de los problemas sociales m¨¢s importantes de Catalu?a, con 44.000 familias a punto de perder su casa, de las aproximadamente 230.000 ejecuciones hipotecarias que hay en toda Espa?a. No olvidemos que en Estados Unidos casi 30 millones de personas, la mayor¨ªa de raza negra y origen hispano, han perdido su vivienda o podr¨ªan entrar en ese proceso a causa de la crisis de las hipotecas subprime. Y en nuestro pa¨ªs se ha ido desvelando un fen¨®meno terrible: el que no puede pagar, por haberse quedado sin trabajo, descubre que la hipoteca debida, sobretasada en el periodo de la burbuja inmobiliaria, sobrepasa ahora el precio real, que por el procedimiento de ejecuci¨®n hipotecaria, tras la subasta, ha ca¨ªdo al 50%. El banco o caja que se queda la vivienda le reclama la diferencia entre lo que a¨²n debe y el bajo valor actual, y extiende el embargo a avaladores y familiares, incluso en los pa¨ªses de origen, como Bolivia o Ecuador. Ni en los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea ni en Estados Unidos, cuando la entidad financiera se queda la vivienda, reclama encima una cantidad. Lo que dice el art¨ªculo 47 de la Constituci¨®n Espa?ola sobre el derecho a una vivienda digna se ha convertido en una trampa neoliberal, al convencernos de que la soluci¨®n era comprar la vivienda.
Unas 44.000 familias en Catalu?a est¨¢n a punto de perder su casa por no poder pagar las cuotas a los bancos
En esta crisis el que lo pierde todo es la parte m¨¢s fr¨¢gil de la sociedad, muchas veces migrantes que trabajaban en el mismo sector de la construcci¨®n, a los que se aboca a la desesperaci¨®n y a la pobreza de por vida. No olvidemos que en 2003 a quien escrib¨ªa sobre los peligros de la burbuja inmobiliaria se le tachaba de agorero y los economistas negaban que existiera tal burbuja, aunque en el a?o 2004 el Banco de Espa?a situaba la sobrevaloraci¨®n en el 20% y The Economist en el 52%. Es como lo que pasaba en los a?os noventa cuando alguien se refer¨ªa a la especulaci¨®n inmobiliaria: se le tachaba de izquierdista trasnochado y se le dec¨ªa que, con los Ayuntamientos democr¨¢ticos, ya no exist¨ªa la especulaci¨®n.
Los hechos demuestran que est¨¢ siendo mucho peor de lo previsible, aunque hasta hace poco se negaran la especulaci¨®n y la burbuja. Este fraude, en el que hay muchas complicidades, ha adoptado muy diversas caras, incluidas las viviendas sociales vendidas muy por encima del precio legal en Badia del Vall¨¨s.
Desde hace a?o y medio, los afectados se han agrupado en torno a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, que asesora y defiende a aquellos que est¨¢n sufriendo el desastre de ver reducidos sus ingresos, no poder pagar la hipoteca de un piso que se sobrevalor¨® y sentirse avergonzados, perdedores, estafados, desechos de la sociedad de consumo. Un movimiento que ha ido ampli¨¢ndose y que el pasado noviembre consigui¨® detener un desahucio en La Bisbal del Pened¨¨s.
Porque peor que estar hipotecado, que lo estamos casi todos, es la hipoteca de quedar aislado, vulnerable, sin redes sociales ni capacidad de unirse para luchar. Un aislamiento que lleva a aceptar lo que proponen las entidades financieras: estudiar los casos uno a uno, individualmente, evitando que los afectados se organicen. Como si fuera un problema individual y aislado. Y esto es lo que est¨¢ cambiando, tal como sucedi¨® en el a?o 2006, cuando muy diversos grupos de j¨®venes con dificultades de acceso a la vivienda, que desde 2003 se expresaban en movimientos dispersos, empezaron a coordinarse en la Plataforma para una Vivienda Digna, V de Vivienda y otros movimientos.
Lo que solicita la Plataforma de Afectados por la Hipoteca es de sentido com¨²n: la daci¨®n en pago de la vivienda, sin tener que pagar una diferencia creada por la especulaci¨®n y por unos procedimientos de ejecuci¨®n abusivos. Y es que en vez de avanzar hacia una vivienda digna, sostenible, flexible, no jer¨¢rquica, cualificada y adecuada para las sociedades contempor¨¢neas, descubrimos indignados que, ante el estructural problema de la vivienda en el capitalismo, el sistema financiero ha elaborado un paso m¨¢s sofisticado a¨²n para producir exclusi¨®n y crear miles de siervos de los bancos.
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