Votar y volar
Leo Ferr¨¦, aquel poeta, m¨²sico y cantante irreemplazable que echaba fuego, v¨¦rtigo, sarcasmo y lirismo herido por su desesperada boca, se atrevi¨® a algo tan provocador y querellable en la portada de uno de sus discos como fotografiarse al lado de una pintada callejera que dec¨ªa: "Vota, gilipollas". Imagino que esa diatriba la hab¨ªa escrito alguna mano an¨®nima durante esa revoluci¨®n tan rara de mayo del 68 que no caus¨® ning¨²n muerto. Por supuesto, el autor de la pintada y el propio Ferr¨¦ hab¨ªan tenido la suerte durante toda su existencia de vivir en una democracia, de poder votar aunque fuera maldiciendo a la clase pol¨ªtica.
Pienso en eso tan decisivo, natural, o intrascendente de votar imaginando qu¨¦ decidir¨ªa la voluntad popular entre esos 250.000 viajeros a los que se les impide volar, la gente que les esperaba, los currantes que iban a ver un poquito de luz en su ruina con el dinero que se iban a gastar los viajeros, porque todos los controladores se han puesto repentinamente malitos, si sus papeletas en una urna pudieran decidir la medicina que hay que aplicarles a esos mimados enfermitos, ajusticiables chantajistas o legalizados delincuentes para que recobren a toda hostia la salud. El voto adquirir¨ªa sentido pleno en cuestiones tan importantes como esta, no en cositas tan fr¨ªvolas como la conveniencia de que el tim¨®n de la patria lo dirija Zapatero o Rajoy.
Practicando con militante obstinaci¨®n el abstencionismo, escucho admirado y conmovido lo que hizo un l¨²cido, mordaz e incomparable guionista, tambi¨¦n un ser humano maravillosamente anormal, dos d¨ªas antes de morir, conociendo su destino, exhausto, ag¨®nico. Pidi¨® que se presentara un notario en casa para que certificara su voto en las elecciones que se celebraban ese d¨ªa. Vot¨® en blanco. Y luego, se muri¨®. No concibo mayor responsabilidad c¨ªvica, ser tan consecuente hasta el final.
Me encuentro en Barcelona el d¨ªa de las elecciones con un taxista treinta?ero. Me pregunta si el viaje es corto ya que falta poco para que cierren las mesas electorales. Me asegura que desde que cumpli¨® los 18 a?os para ¨¦l es cuesti¨®n de principios votar en todas las elecciones. Tambi¨¦n me aclara que siempre lo hace en blanco. Voy a replantearme mi abstencionismo.
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