Desnudos
Hasta el m¨¢s cateto sabe que debajo de una corona real, de un uniforme militar o diplom¨¢tico, de una toga, de una mitra o de un faj¨ªn presidencial puede haber un imb¨¦cil, un bocazas o un mediocre, al que hay que soportar por la dignidad del cargo. Las altas instituciones del Estado anidan en palacios adornados con m¨¢rmoles, sitiales, cornucopias, banderas, escudos, cortinajes y servidores entorchados, aparte de garitas, controles de polic¨ªas con metralleta y en caso necesario con ca?ones y carros de combate. Ese espacio en apariencia herm¨¦tico y acorazado no es m¨¢s que una fantasmagor¨ªa por donde se mueven los cuerpos desnudos y las almas desvalidas de los personajes que ejercen el poder. Hoy la tecnolog¨ªa ha derribado todas las barreras y ha llegado a las entra?as de estas jerarqu¨ªas cuyos secretos y debilidades hasta ahora solo estaban al alcance de mayordomos, secretarios y amas de llaves, ¨²nicos seres capaces de ejercer la traici¨®n. Ya no existe defensa posible. Los ministros y diputados en el Parlamento, los banqueros en las juntas generales, los entrenadores de f¨²tbol en el banquillo, los jueces en el tribunal, los militares en los desfiles, en el momento de hablar en privado se tapan la boca con la mano como recomiendan que cubras tu c¨®digo al marcarlo en el cajero autom¨¢tico. Es solo el principio. Como una serpiente viscosa e invisible ha penetrado la alta tecnolog¨ªa inform¨¢tica en nuestra vida. A trav¨¦s del tel¨¦fono m¨®vil llega por el o¨ªdo al cerebro para volcar nuestros pensamientos en la red a merced de la curiosidad y chismorreo universal. La f¨ªsica cu¨¢ntica se ha despe?ado desde el ¨¢tomo hasta el fondo del abismo y antes de llegar a la Nada se ha encontrado con la materia oscura que no es otra cosa que el gran cementerio de todas las almas desnudas de los muertos. Cuando esa serpiente l¨¢bil decida alimentarse solo de este caudal, va a causar estragos y nadie estar¨¢ a salvo. Fondos reservados, la doble vida de reyes o tenderos, laberintos de la pol¨ªtica, informes confidenciales, amores nefandos, cr¨ªmenes y conjuras, preparativos de guerra, todo ese acervo maldito ser¨¢ molturado por la inform¨¢tica en un disquete que podr¨¢ adquirirse en los grandes almacenes. Al final, seremos libres cuando estemos todos atrapados.
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