Todo el saber en el bolsillo
Estamos en el periodo incunable de Internet. No somos a¨²n capaces de imaginar lo que el futuro tecnol¨®gico nos va a deparar, ni los cambios que vamos a ver en nuestra sociedad y, en consecuencia, en las bibliotecas. Lo que est¨¢ por venir va a ser apasionante, las bibliotecas van a estar m¨¢s cerca que nunca de todo el mundo.
Los bibliotecarios nos estamos esforzando en aprender a gestionar la convivencia entre los distintos soportes y los servicios f¨ªsicos y virtuales. La biblioteca h¨ªbrida es una realidad, pero su faceta virtual va ganando terreno y dentro de una d¨¦cada habr¨¢ cambiado completamente el modelo de biblioteca que conocemos. Adem¨¢s, siguiendo la normativa europea, la Directiva de Servicios (2006/123/CE) conocida tambi¨¦n como Directiva Bolkestein y la espa?ola, Ley 11/2007 de acceso electr¨®nico de los ciudadanos a los servicios p¨²blicos, estamos obligados a facilitar el acceso a la biblioteca por el canal que el ciudadano escoja. La biblioteca ha de contextualizarse y dar respuesta a los requerimientos y necesidades de su entorno social.
En un futuro muy cercano la biblioteca se va a llevar puesta, en el bolso o en el bolsillo; se va a acceder a ella por cualquiera de los aparatos m¨®viles que usamos para comunicarnos la mayor parte del tiempo. Si no lo hace, perder¨¢ su atractivo y solo ser¨¢ ¨²til para unos cuantos, los m¨¢s interesados en la pura investigaci¨®n.
La informaci¨®n est¨¢ por doquier, vivimos una ¨¦poca ca¨®tica en lo que se refiere a la abundancia de informaci¨®n. Por lo tanto, la biblioteca tendr¨¢ que filtrar el infocaos y aplicarse en hacer accesible la informaci¨®n, en preparar contenidos, dosis y c¨¢psulas informativas fiables que respondan a lo requerido por la ciudadan¨ªa en d¨¦cimas de segundo. El reto es facilitar el acceso a la informaci¨®n que lleve al conocimiento.
Una biblioteca patrimonial, como lo es la Biblioteca Nacional de Espa?a, perdurar¨¢ y tendr¨¢ una doble faceta: por un lado ser¨¢ la creadora de las c¨¢psulas de informaci¨®n segura y de los contenidos que llevan al conocimiento y por otro ser¨¢ la guardiana del templo de los objetos preciosos como son los libros. Adem¨¢s, tendr¨¢ un papel relevante en la conservaci¨®n del material digital. Del papel sabemos que es un soporte muy resistente pero los nuevos soportes electr¨®nicos presentan inc¨®gnitas sobre su preservaci¨®n. En la actualidad, los libros ya presentan diversos formatos, los que ocupan un espacio f¨ªsico en una estanter¨ªa de una sala o de un dep¨®sito y aquellos que, nacidos digitales o digitalizados, ocupan unos cuantos megas en los servidores de la Biblioteca.
Los poderes p¨²blicos hemos de garantizar las infraestructuras de las comunicaciones para que el material en la Red sea accesible para todos.
El futuro de las bibliotecas va a ser apasionante ya que, gracias a las nuevas tecnolog¨ªas, nunca como hasta ahora han tenido tanto potencial para ponerse al servicio de la sociedad.
Gl¨°ria P¨¦rez-Salmer¨®n es directora de la Biblioteca Nacional de Espa?a.
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