Un museo olvidado en las cloacas
La suciedad invade el centro dedicado a la historia de las alcantarillas de Barcelona - El edificio municipal est¨¢ abandonado desde hace ocho a?os
Un edificio de cristal y m¨¢rmol con la fachada plagada de pintadas acoge el Museo del Alcantarillado de Barcelona, un centro abandonado desde hace ocho a?os que se construy¨® en plena ¨¦poca ol¨ªmpica para explicar la historia del alcantarillado de la ciudad, desde los romanos hasta hoy, mediante fotos, planos y una peque?a visita a las cisternas y los corredores subterr¨¢neos barceloneses. A trav¨¦s de la cristalera del inmueble, situado en la intersecci¨®n del paseo de Sant Joan con la avenida Diagonal, puede verse una alfombra de hojas secas y cristales rotos que podr¨ªa hacer pensar en una dejadez reciente. Los hierbajos que asoman por las ranuras de las baldosas y la suciedad indican, sin embargo, que el abandono ha sido mucho m¨¢s largo. De ocho a?os, para ser exactos.
El museo que explica la historia subterr¨¢nea de Barcelona abri¨® en 1993 y la gesti¨®n se cedi¨® a la Fundaci¨®n Privada Pere Garc¨ªa Faria -nombre del ingeniero que redact¨® en 1891 el proyecto del alcantarillado barcelon¨¦s-, que se constituy¨® para ocuparse de su gesti¨®n y el mantenimiento. "La fundaci¨®n tuvo problemas de gesti¨®n y financiaci¨®n, y sin previo aviso, en 2003, cerr¨® el centro sin comunicarlo al Ayuntamiento", explica un portavoz del Consistorio, que en junio de este a?o recuper¨® el control de la gesti¨®n. "Desaparecieron y se desentendieron del espacio", a?ade.
Aunque el Ayuntamiento se comprometi¨® a reformar el museo y adecentarlo para abrirlo en 2010 -adem¨¢s de ampliar los contenidos y actualizar el material did¨¢ctico -, ahora asegura que al menos durante este mandato seguir¨¢ tal como est¨¢, ya que considera que, en un panorama de crisis, este no es un tema prioritario.
De momento, no hay ninguna orden de limpiar la finca ni recoger los cristales que cubren el suelo, que al parecer llevan all¨ª desde 2005, cuando en plena verbena de Sant Joan, unos v¨¢ndalos rompieron la cristalera. Seg¨²n los vecinos, el museo qued¨® abierto durante 20 d¨ªas, con todo el material -que incluye planos antiguos, fotograf¨ªas y herramientas- expuesto a ser robado.Aunque el mantenimiento del edificio municipal segu¨ªa corriendo a cargo de la fundaci¨®n, los servicios municipales fueron los que cambiaron el cristal; aunque, visto el estado del centro, es evidente que no se molestaron en recoger los miles de cristales del interior.
"Hace dos a?os que trabajo aqu¨ª y siempre he visto los cristales tirados por el suelo", explica Noem¨ª Fresno, que atiende en la tienda de golosinas que hay enfrente. "En verano huele muy mal, y si llueve varios d¨ªas seguidos, a¨²n es peor", a?ade. Adem¨¢s, se quejan los vecinos, cuando hay tormenta o mucho viento, algunas de las baldosas de m¨¢rmol de la estructura se desprenden, con el consiguiente riesgo para los transe¨²ntes.
Jos¨¦ Luis L¨®pez, del vecino bar La Crema, no se sorprende si le preguntan por la suciedad del centro. "Durante unos a?os hab¨ªa un conserje dando vueltas alrededor, vigilando, aunque casi nunca ven¨ªa nadie a visitar el museo. Yo entr¨¦ una vez y, la verdad, no me pareci¨® de mucho inter¨¦s", comenta.
Para el Ayuntamiento, sin embargo, no todo es malo. "Las visitas a las alcantarillas est¨¢n aseguradas, que al final es lo importante", asegura un portavoz municipal. El Ayuntamiento gestiona las visitas al subsuelo mediante La F¨¤brica del S¨°l, un equipamiento del ¨¢rea de Medio Ambiente que gestiona todas las actividades sociales relacionadas con el ciclo del agua. Estas excursiones al mundo subterr¨¢neo se inician justo delante del museo, en el mismo paseo de Sant Joan, y est¨¢n pensadas para particulares y escolares. Los mismos t¨¦cnicos del alcantarillado barcelon¨¦s hacen de gu¨ªas.
Mientras, el museo fantasma, la entrada a la ciudad desconocida que vive bajo el asfalto y los 1.693 kil¨®metros de alcantarillado que la recorren, se va deteriorando a la espera de que su propietario se decida a reabrirlo, o a hacerlo desaparecer.
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