Una baja percepci¨®n del riesgo

Ayer, la ministra de Sanidad, Pol¨ªtica Social e Igualdad, Leire Paj¨ªn, present¨® los resultados de la Encuesta domiciliaria sobre alcohol y drogas 2009-2010 realizada en poblaci¨®n residente en Espa?a de 15 a 64 a?os. El elevado tama?o de la muestra y la dilatada serie hist¨®rica con que cuenta esta encuesta la convierte en una de las m¨¢s relevantes en el ¨¢mbito internacional.

Las drogas m¨¢s consumidas son el alcohol y el tabaco, seguidas de cannabis e hipnosedantes. Uno de los elementos m¨¢s preocupantes de los consumos de alcohol se observa en el aumento de los consumos de riesgo o perjudiciales (intoxicaciones et¨ªlicas y consumo en atrac¨®n o binge drinking) que se concentran, fundamentalmente, en la juventud y durante los fines de semana, debido a la baja percepci¨®n del riesgo asociado a su consumo.

La mal llamada tradici¨®n o costumbre cultural es determinante en esta situaci¨®n: ni la familia ni los entornos sociales pr¨®ximos a los j¨®venes tratan el abuso de alcohol como el de otras sustancias adictivas. Es uno de los retos de este binomio alcohol-juventud: es necesario lograr una percepci¨®n equilibrada respecto al mismo que huya tanto del alarmismo como de la indiferencia, y m¨¢s a¨²n cuando el binge drinking o atrac¨®n supera en mucho el tradicional consumo asociado a la fiesta.

Para el Ministerio de Sanidad ser¨¢ y es objetivo prioritario centrar los esfuerzos en la prevenci¨®n a trav¨¦s de la educaci¨®n, que permita desde los centros escolares el desarrollo de propuestas para prevenir estas conductas problem¨¢ticas y posibilitar el consumo responsable. Hay que desterrar la idea de que el abuso de alcohol es sin¨®nimo de mayor disfrute en los momentos de ocio y tiempo libre.

Los datos est¨¢n en consonancia con la baja percepci¨®n del riesgo que los adultos y j¨®venes atribuyen al consumo de alcohol. Solo un 45% de la poblaci¨®n considera que el consumo de cinco o seis copas los fines de semana puede producir muchos o bastantes problemas, y el 14,9% de la poblaci¨®n consumi¨® en forma de atrac¨®n, es decir, ingiri¨® cinco o m¨¢s bebidas alcoh¨®licas (o cuatro o m¨¢s en el caso de las mujeres) en el transcurso de un par de horas.

Por ¨²ltimo, hay que resaltar que el policonsumo de drogas es un patr¨®n cada vez m¨¢s prevalente. El consumidor busca potenciar o compensar los efectos de diferentes drogas pero, aumenta, a la vez, los riesgos y los problemas asociados.

Finalmente, quisiera a?adir que el apoyo a las normas que prevengan el consumo de sustancias, y m¨¢s en menores, deber¨ªa ser respaldado por todos los sectores sociales. Todo ello con el objeto de establecer los adecuados mecanismos para la prevenci¨®n y para la educaci¨®n, a las que consideramos los caminos m¨¢s efectivos para conseguir h¨¢bitos y conductas saludables.

Nuria Esp¨ª de Navas es delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.