"La venta de obras aliviar¨¢ el d¨¦ficit que sostenemos"
Luis Chillida Belzunce (San Sebasti¨¢n, 1962) es uno de los ocho hijos del escultor Eduardo Chillida y su esposa Pilar Belzunce. Ha sido el director de Chillida-Leku desde la inauguraci¨®n del museo en 2000, ubicado en una finca de 12 hect¨¢reas situada en el t¨¦rmino municipal de Hernani (Guip¨²zcoa), colindante con San Sebasti¨¢n, que el escultor adquiri¨® en 1983. Al frente de Chillida-Leku se ha convertido en el portavoz de la familia del artista.
La familia de Eduardo Chillida ha sacado a la venta, de la mano de Sotheby's, doce esculturas de la colecci¨®n privada en lo que supone el primer lote de obras de gran formato que ponen en el mercado tras la muerte del escultor vasco en 2002. Las diez obras de acero y dos en granito "aliviar¨¢n el d¨¦ficit que arrastra el museo", asegura Luis Chillida, uno de los hijos del artista y director de Chillida-Leku, que cerrar¨¢ sus puertas el 1 de enero.
"Mantener el museo abierto requer¨ªa de un esfuerzo que lleg¨® al l¨ªmite"
Pregunta. Han sacado obras de la colecci¨®n privada a la venta. ?Est¨¢ relacionado con la crisis que atraviesa el museo?
Respuesta. Hay mucha demanda de obras de Chillida. Est¨¢bamos negociando con Sotheby's desde hace seis meses para vender obra de la colecci¨®n de la familia. Despu¨¦s de seleccionar cronol¨®gicamente y por materiales la obra para exponer en Chillida-Leku, el 70% del total de la obra, escogimos parte de ella para que se quedara en la familia. Anteriormente, hab¨ªamos vendido alguna obra grande a alg¨²n coleccionista y piezas peque?as en exposiciones y ferias, pero nunca un lote de obra de gran formato.
P. ?La venta aliviar¨¢ la situaci¨®n econ¨®mica del museo?
R. S¨ª, est¨¢ claro que ayudar¨¢ a aliviar el d¨¦ficit que sostiene Chillida-Leku, que es muy superior a los 500.000 euros anuales.
P. Si estaban en conversaciones con las instituciones para asegurar el futuro del museo, ?por qu¨¦ decidieron el 1 de diciembre sacar un comunicado con el anuncio del cierre?
R. Lo pensamos mucho, no fue una decisi¨®n espont¨¢nea, pero no pod¨ªamos aguantar un invierno m¨¢s. Abrir las puertas empezaba a ser inviable. Las conversaciones con las instituciones han existido desde antes de que muriera mi padre pero se estaban ralentizando much¨ªsimo, los plazos se iban alargando y no pod¨ªamos mantener el museo abierto por m¨¢s tiempo.
P. ?Desde cu¨¢ndo viene perdiendo dinero el museo?
R. Desde 1983, cuando se compraron los terrenos de Zabalaga para construir Chillida-Leku. Mientras mi padre viv¨ªa hab¨ªa m¨¢s ingresos porque creaba obras y se vend¨ªan. Emocionalmente estamos muy vinculados al museo que era la voluntad de ¨¦l pero mantenerlo requer¨ªa un esfuerzo econ¨®mico que hab¨ªa llegado a su l¨ªmite.
P. ?Cu¨¢nto dinero necesitar¨ªa el museo para garantizar su continuidad?
R. No puedo hablar de cifras ya que estamos hablando con las instituciones pero la inversi¨®n necesaria no es mayor de lo que requiere cualquier museo de los que hay en Guip¨²zcoa.
P. ?Qu¨¦ alternativas se est¨¢n planteando?
R. Estamos abiertos a una soluci¨®n l¨®gica y consensuada. Queremos que el museo siga como est¨¢ en su conjunto. Estamos analizando distintas opciones, entre ellas, la de que haya un espacio abierto a otras exposiciones y artistas. Pero no hay que mezclar las cosas, el valor de Chillida-Leku est¨¢ vinculado a la figura de nuestro padre y su obra.
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