Comportamiento suicida
Por lo que tengo entendido, en las pruebas de acceso al colectivo de controladores a¨¦reos se privilegian aptitudes que podr¨ªamos denominar conservadoras, en el sentido de que es la calma, la paciencia, la no precipitaci¨®n lo que cuenta de una manera decisiva en la superaci¨®n de los test psicot¨¦cnicos a los que son sometidos los candidatos. Se trata, en consecuencia, de un colectivo que se supone que tiene que estar singularmente preparado para actuar de manera razonablemente sosegada incluso en situaciones de estr¨¦s.
No puede caber ninguna duda de que se trata, adem¨¢s, de un colectivo que sabe perfectamente que cubre un servicio p¨²blico esencial, sin el cual un pa¨ªs moderno no puede literalmente funcionar. En consecuencia, no puede no saber que el abandono del servicio supone generar una calamidad p¨²blica de proporciones gigantescas y que, ante tal calamidad, la sociedad no puede reaccionar m¨¢s que de una manera: haciendo todo lo que el ordenamiento jur¨ªdico permita para restablecer la normalidad.
?C¨®mo es posible que ciudadanos, con estas caracter¨ªsticas y en esta posici¨®n, que tienen adem¨¢s unos emolumentos muy superiores a los de los funcionarios de los m¨¢s altos cuerpos del Estado -jueces, catedr¨¢ticos, abogados del Estado, o inspectores de Hacienda- hayan reaccionado de esa forma por un desacuerdo con su empleador, con AENA, por el c¨®mputo de la jornada laboral?
La conducta de los controladores que han abandonado sus puestos de trabajo, que, hay que recordar, no han sido todos, ha sido laboralmente suicida para ellos y perjudicial para sus compa?eros que no los secundaron, aparte de las consecuencias penales y civiles que de la misma se puedan derivar. ?C¨®mo han podido pensar que ech¨¢ndole un pulso a la sociedad pod¨ªan ganar algo y no acabar perdi¨¦ndolo todo? ?Nadie en la direcci¨®n del sindicato se ha detenido a pensar que con esa conducta estaban poniendo de manifiesto su falta de idoneidad para cumplir la funci¨®n que tienen encomendada; que, a partir de este momento, han dejado de ser fiables?
El interrogante se impone. ?Por qu¨¦ trabajadores que tienen un reconocimiento y una valoraci¨®n de su trabajo muy por encima de los dem¨¢s agreden a sus conciudadanos y muestran una falta de solidaridad tan espantosa? ?Qu¨¦ es lo que les ha podido hacer pensar que pod¨ªan salir indemnes?
No tiene nada que ver, pero de lo que me he acordado este fin de semana es de la conducta de los miembros del consejo de administraci¨®n de Cajasur que rechazaron la fusi¨®n con Unicaja y propiciaron de esta manera la intervenci¨®n del Banco de Espa?a.
Tambi¨¦n en este caso se trataba de personas de las que se supon¨ªa que ten¨ªan la cordura y la serenidad suficientes como para analizar las posibles alternativas y optar por aquella que fuera menos lesiva para todo el mundo, empezando por ellos mismos. Y sin embargo, como es sabido por todos, ocurri¨® todo lo contrario.
?De d¨®nde viene esta pulsi¨®n suicida por parte de colectivos que tienen una posici¨®n privilegiada en la sociedad espa?ola y que no se encuentran, en el momento en que tienen que tomar su decisi¨®n, ante un estado de necesidad que no les permita hacer algo diferente?
Es obvio que la crisis est¨¢ siendo muy dura y que est¨¢ afectando a elementos esenciales de la convivencia, pero desde luego no han sido los protagonistas de las conductas a las que me estoy refiriendo, los que se han visto afectados por ella de manera m¨¢s dram¨¢tica. Con mucha m¨¢s cordura se est¨¢ comportando el conjunto de la ciudadan¨ªa, algunos de cuyos integrantes s¨ª est¨¢n pasando por situaciones desesperadas.
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