"Dame 'tito' para hacer una marca"
Grabaciones policiales de 2004 ya atestiguan las presuntas pr¨¢cticas dopantes de Pascua
Lo que m¨¢s le doli¨® a Jos¨¦ Mar¨ªa Odriozola al conocer el jueves el alcance de la Operaci¨®n Galgo no fue, curiosamente, la implicaci¨®n de su vicepresidenta, Marta Dom¨ªnguez. "Me he llevado la desilusi¨®n m¨¢s grande de mi vida", le dijo a uno de sus ¨ªntimos el presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de Atletismo. "Yo pens¨¦ que Pascua hab¨ªa cambiado de verdad".
Quiz¨¢s, coment¨® con triste sarcasmo alguien que le ha tratado durante a?os, Odriozola, que tiene 71 a?os, es de las pocas personas del mundo que no saben que es muy dif¨ªcil que alguien cambie a partir de los 40. Que Pascua, de 77 a?os, en cierta forma misionero desde su juventud de los m¨¦todos m¨¢s en boga para fomentar el r¨¢pido crecimiento en el rendimiento de los atletas, no cambi¨® llegados sus a?os maduros lo atestiguan, por ejemplo, las declaraciones a la Guardia Civil de algunos de sus ex atletas, como el maratoniano gallego Pedro Nimo, que han referido c¨®mo dejaron su grupo por no querer someterse a su programa (es decir, al consumo de sustancias prohibidas para mejorar r¨¢pidamente sus resultados), y tambi¨¦n lo confirman antiguas investigaciones policiales, como una realizada en 2004, derivaci¨®n de las triunfales Operaciones Mazas y Mamut, que concluy¨® almacenando polvo en un juzgado madrile?o que no autoriz¨® finalmente la redada definitiva.
Aquel a?o, algunos de los atletas menos conocidos hicieron sus mejores tiempos
De esa investigaci¨®n inacabada se lleg¨® luego al hemat¨®logo Merino Batres
La investigaci¨®n comenz¨® en una f¨¢brica de Valencia en la que se imprim¨ªan cartonajes para anabolizantes falsos, de donde, tras diversas etapas, se lleg¨® a un empresario de Madrid que importaba para distribuir entre los deportistas de ¨¦lite materia prima para sintetizar Igf-1 (un precursor, indetectable, de la hormona de crecimiento) del laboratorio de productos qu¨ªmicos GroPep de Adelaida (Australia).
Para conseguir superar el tr¨¢mite aduanero, el empresario se asoci¨® a un reconocido cient¨ªfico que necesitaba Igf-1 en sus investigaciones para hallar una cura para el Alzheimer y tambi¨¦n para la ataxia, una cruel enfermedad cerebral. A cambio de los correspondientes permisos aduaneros, el cient¨ªfico fabricaba Igf-1 en su laboratorio de investigaci¨®n y se quedaba con una parte del bot¨ªn.
La otra parte la revend¨ªa el empresario madrile?o, quien, seg¨²n consta en el informe enviado al juez por los investigadores de la Guardia Civil, el 1 de abril de 2004, a las 20.24, habla con el usuario del n¨²mero de tel¨¦fono m¨®vil que a¨²n utiliza Manuel Pascua con una persona que se identifica como Pascua y que, despu¨¦s de glosar las bondades de un producto al que llaman tito, y al que identifican luego como Igf-1, le pide directamente precio por unos frascos. "Dame tito para un chaval que no tiene ni un duro", le dice entonces Pascua en dichas conversaciones. "El chaval", contin¨²a el entrenador, que ayer permanec¨ªa detenido en dependencias de la Guardia Civil a la espera de prestar declaraci¨®n, "es un caso especial, va a ver si hace marca".
En 2004 precisamente, algunos de los atletas menos conocidos de los que entrenaba Manuel Pascua hicieron las mejores marcas de sus vidas, registros que por unas razones u otras, como lesiones, o bajones de forma, no volvieron a repetir.
Felizmente, esta investigaci¨®n inacabada no se realiz¨® en vano. De aquel hilo, y a trav¨¦s de m¨¢s conversaciones telef¨®nicas intervenidas, la Guardia Civil lleg¨® a Jos¨¦ Luis Merino Batres, el hemat¨®logo que dos a?os despu¨¦s alcanzar¨ªa fama mundial por su asociaci¨®n con el m¨¦dico Eufemiano Fuentes en la Operaci¨®n Puerto.
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