...Y Marta eligi¨® a C¨¦sar

"Fue ¨¢spera. Seca. Dej¨® de hablarme: 'Cortamos totalmente', me dijo. Cuando rompi¨® de esa manera conmigo, ya no era la Marta que yo conoc¨ªa. No la reconoc¨ªa".

Los recuerdos son de Mariano D¨ªez. Las maneras, de Marta Dom¨ªnguez. La escena es del d¨ªa de 2009 en el que la atleta decidi¨® no trabajar m¨¢s con el entrenador que la hab¨ªa guiado durante 24 a?os. "Creo que fue porque le dije que no me gustaban ciertas cosas de C¨¦sar de las que me hab¨ªa enterado y... eligi¨® a C¨¦sar". C¨¦sar se apellida P¨¦rez, es especialista en salto de obst¨¢culos y uno de los t¨¦cnicos presuntamente

implicados en una red de venta y consumo de productos dopantes que operar¨ªa por toda Espa?a.

Por ese mismo caso, Dom¨ªnguez prestar¨¢ declaraci¨®n por videoconferencia, "muy probablemente" esta semana, seg¨²n fuentes judiciales. La juez le preguntar¨¢ por la Operaci¨®n Galgo. No indagar¨¢, sin embargo, sobre qu¨¦ pas¨® con la ni?a que corr¨ªa por la chopera de su casa, con la mujer que jugaba al f¨²tbol "de chupona" con los ni?os de Venta de Ba?os sabiendo que ellos no iban a entrarle ni con la atleta que se entrenaba con Edu y Silvano. ?Qu¨¦ ha pasado con esa Marta? ?C¨®mo pas¨® de ni?a a campeona y ahora de medallista a ciudadana pendiente de la justicia?

"Marta", recuerda el t¨¦cnico, "tiene una mentalidad germ¨¢nica: 'Quiero esto. ?Qu¨¦ hay que hacer para conseguirlo?' Y pum, pum. Perseverancia es la palabra. Siempre fue as¨ª, desde ni?a. Si jug¨¢bamos al f¨²tbol, hab¨ªa que seguir hasta que ella ganaba o met¨ªa un gol. Era obediente, pero trasto. Recuerdo una vez que estuvo media hora en el pabell¨®n intentando meter una canasta desde el medio campo. Hasta que la meti¨® no par¨®: media hora".

Eso era la ni?a. Creci¨® y lleg¨® la atleta. "Para m¨ª", dice D¨ªez, "era como una hija. He tenido problemas por ella, me he peleado por ella con todo el mundo. En el pabell¨®n que hoy lleva su nombre no pod¨ªa entrenarse: ten¨ªa que hacer gimnasia en una manta. Y protest¨¦. En la pista ha tenido problemas de cierta violencia con la gente que le incordiaba. Protest¨¦. La he defendido incluso frente a Odriozola [el presidente de la federaci¨®n] porque quer¨ªa que fuera a correr por todos los sitios: no llegamos a mayores porque all¨ª hab¨ªa un guardia".

Vino entonces la campeona, la cosecha de dos platas mundiales y dos oros europeos entre otros triunfos; la competidora fr¨ªa que sufr¨ªa nervios previos y la mujer a la que le sal¨ªan granos, dolores de muelas y tendones hinchados como expresi¨®n de la procesi¨®n que le mord¨ªa por dentro: "Soportaba el sufrimiento hasta l¨ªmites incre¨ªbles". Fue la etapa de los t¨ªtulos... hasta que la atleta, que olfate¨® un oro ol¨ªmpico en los 3.000 metros obst¨¢culos, decidi¨® sola. ?En qu¨¦ cambi¨®? "En que pas¨® de ni?a a mujer, como en la canci¨®n. A¨²n entren¨¢ndola, me enter¨¦ de que ten¨ªa novio 15 o 20 d¨ªas despu¨¦s. De que se casaba, por la prensa. Es muy reservada, pero, cuando debe hablar, habla".

Hablaron de P¨¦rez, hasta que Marta ya no quiso hablar m¨¢s: "No puedes denunciar sin pruebas, aunque digan, como me dijo un amigo, que le llamaban el camello de la Blume", cierra D¨ªez.