Los 'hu¨¦rfanos' de Pascua
La federaci¨®n busca nuevos t¨¦cnicos para Nuria Fern¨¢ndez y los otros atletas que se entrenaban con el imputado y su esposa
Desde que el jueves pasado la Guardia Civil lanz¨® la Operaci¨®n Galgo, el peque?o mundo del atletismo est¨¢ patas arriba. Primero fueron los registros domiciliarios y la detenci¨®n de 14 sospechosos entre deportistas en activo y retirados, entrenadores, agentes, m¨¦dicos, farmac¨¦uticos y mediadores. Luego, los corrillos en la Residencia Blume, de Madrid, donde se entrena el grupo del imputado Manuel Pascua y vive y trabaja buena parte de la ¨¦lite del atletismo espa?ol. Y al final, la carta contra el dopaje, una reacci¨®n espont¨¢nea sin precedentes en otros deportes, que empezaron firmando 60 atletas el viernes y ya supera el centenar de suscriptores.
En medio se han quedado una docena de corredores hu¨¦rfanos, los que se entrenaban a las ¨®rdenes de Pascua y su esposa, Mar¨ªa Jos¨¦ Mart¨ªnez, Mery, verdaderas instituciones en este deporte, por cuyas manos han pasado decenas de campeones espa?oles y entre los que sobresale ahora una cara conocida, la de Nuria Fern¨¢ndez, campeona de Europa de 1.500 metros el verano pasado en Barcelona y que este fin de semana, en plena vor¨¢gine, solo pudo ser la 16? en los Europeos de cross.
La atleta madrile?a no se ha escondido. La semana pasada, antes de reunirse con el resto de la selecci¨®n espa?ola para viajar a Portugal, se la vio entren¨¢ndose en la pista de la Blume. Nerviosa, pero centrada. "Nuria no es la ¨²nica perjudicada. Son una docena de atletas los que se han quedado sin entrenador", dice el velocista ?ngel David Rodr¨ªguez, uno de los que han puesto rostro al movimiento contra el dopaje. Muchos de los pupilos de Pascua han sido interrogados por la Guardia Civil en calidad de testigos y ayer por la ma?ana se reunieron con el presidente de la federaci¨®n, Jos¨¦ Mar¨ªa Odriozola, que intent¨® "tranquilizarles" y les asegur¨® que ya est¨¢ buscando una soluci¨®n para ellos, otro entrenador.
Algunos de los chicos de Pascua han propuesto que se haga cargo temporalmente de la planificaci¨®n de su trabajo Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez, un veterano t¨¦cnico, ya septuagenario, de la misma generaci¨®n que Pascua, explic¨® el presidente. Mediofondista en los a?os cincuenta y sesenta del siglo pasado, Mart¨ªnez se especializ¨® tras retirarse en la preparaci¨®n de decatletas -los cuatro ochomiles espa?oles, incluido Antonio Pe?alver, han pasado por sus manos- y hoy dirige la Escuela Nacional de Entrenadores. Los otros seguir¨ªan rodando por ahora por su cuenta.
Para ambos grupos esta situaci¨®n ser¨ªa l¨®gicamente temporal, hasta que la federaci¨®n encuentre uno o varios t¨¦cnicos que se hagan cargo de los corredores. Aunque no hay grandes citas a la vista, tampoco hay tanto tiempo: la temporada de pista cubierta, cuya cumbre ser¨¢n los Europeos de Par¨ªs, empezar¨¢ en febrero.
Al margen de Nuria Fern¨¢ndez, con Pascua y Mery estaban tambi¨¦n la velocista Digna Murillo, el veterano Reyes Est¨¦vez,campe¨®n de Europa de 1.500 metros en 1998, y el fondista Alemayehu Bezabeh, al que la federaci¨®n no dej¨® defender su t¨ªtulo europeo de cross este fin de semana al ser sorprendido por la investigaci¨®n tras hacerse una transfusi¨®n sangu¨ªnea.
Mientras la situaci¨®n de estos atletas se aclara, la vida en la Blume vuelve poco a poco a la normalidad tras unos d¨ªas de aut¨¦ntica excitaci¨®n entre detenciones, registros y rumores. En esta instalaci¨®n, que re¨²ne pistas y salas de entrenamiento, residencia y centro de estudios, no solo viven atletas, sino tambi¨¦n deportistas de ¨¦lite de casi todas las disciplinas ol¨ªmpicas. Pero, claro, los protagonistas estos d¨ªas son los corredores.
"Todos estamos un poco alterados", reconoce el maratoniano Pablo Villalobos, otro de los l¨ªderes de la revuelta de los atletas; "yo me quedo hasta tarde escuchando la radio y estoy durmiendo menos. Pero, al final, la gente tiene sus objetivos deportivos, sus entrenamientos. Todo pasa".
Lo que est¨¢ claro es que algo ha cambiado en el atletismo. En uno de los deportes m¨¢s individualistas -al fin y al cabo, uno solo depende de s¨ª mismo, de ser m¨¢s r¨¢pido que sus rivales-, sus protagonistas, ajenas a antiguas rencillas peque?as o historias de celos, se han unido para exigir la pureza en su deporte. Incluso hay un runr¨²n en el sentido de que los entrenadores est¨¢n pensando hacer su propia carta. Los deportistas parecen haber cogido gusto al colectivo. "Quiz¨¢ es el momento de reactivar la Asociaci¨®n de Atletas", apunta Villalobos, que tambi¨¦n es su secretario general; "y estudiar si podemos personarnos en esta causa".
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