"Solo recuerdo que la mat¨¦"
El hombre acusado de apu?alar 70 veces a su esposa hasta la muerte alega que sufr¨ªa depresi¨®n y que ha olvidado lo ocurrido la noche del crimen
Juan Manuel Casas Ruiz, el hombre de 56 a?os acusado de matar a su esposa de 70 pu?aladas, se acuerda, pero poco, de lo que ocurri¨® la madrugada del 31 de agosto de 2008. "Solo recuerdo que la mat¨¦. Fue como una explosi¨®n en mi cabeza que logr¨® desorbitarme", declar¨® ayer en la primera vista del juicio, celebrado en la Audiencia Provincial de Madrid. A partir de ah¨ª, todo es una nebulosa con peque?os destellos de la muerte de su c¨®nyuge, Natividad Juana Barrero Prieto, de 53 a?os.
El acusado se remont¨® a un accidente que tuvo el 16 de marzo de 2008, en el que casi se fractura el peron¨¦ izquierdo. Al mes y medio, cay¨® en una fuerte depresi¨®n tras no mejorar de la lesi¨®n. Fue este hecho el que le produjo estar "rebelde" y m¨¢s arisco con sus familiares. "Mi mujer y mis propias hijas me lo dec¨ªan. Fue entonces cuando me empiezo a encontrar solo, porque creo que lo m¨ªo no tiene soluci¨®n", intent¨® justificarse el imputado.
El imputado se enfrenta a una pena de 22 a?os y medio de c¨¢rcel
Juan Manuel Casas no supo precisar d¨®nde apu?al¨® a la v¨ªctima
Aquella noche, seg¨²n la versi¨®n del acusado, se qued¨® sin memoria tras los hechos. Los verbos que m¨¢s utiliz¨® en su declaraci¨®n fueron "creo" y "solo recuerdo". A partir de ah¨ª, intent¨® hilar gracias a las preguntas de la fiscal¨ªa y a las acusaciones popular y particular lo que ocurri¨® en el piso familiar, situado en el n¨²mero 29 de la calle de Covarrubias (Chamber¨ª).
Seg¨²n sus vagos recuerdos, el acusado estuvo con su esposa en un parque junto con otros familiares. Despu¨¦s se marcharon a casa, pero ya no sabe concretar si sus dos hijas gemelas, de 19 a?os cuando ocurri¨® el crimen, les acompa?aron al domicilio. Se inici¨® una discusi¨®n entre el matrimonio, seg¨²n Casas, porque la mujer llevaba varios meses sufriendo acoso en el trabajo y no le hac¨ªa caso cuando le ped¨ªa que dejara el empleo. ?l la animaba a hacerlo porque siempre podr¨ªa volver a la primera empresa que la contrat¨®. "Me dijo que iba a colgar en Internet todo lo que estaba pasando para acabar con uno de sus jefes, pero yo la desanimaba a ello por las consecuencias que podr¨ªa tener", declar¨® el imputado. La mujer trabajaba en el Centro Nacional de Biotecnolog¨ªa.
El siguiente recuerdo de Casas es que fue a la cocina y que cogi¨® algunos cuchillos. No sabe si fueron tres -como consta en las diligencias policiales- o agarr¨® un n¨²mero distinto. "La televisi¨®n siempre estaba encendida, pero no creo que mi mujer la estuviera viendo", afirm¨® durante su declaraci¨®n. Tampoco supo precisar ni c¨®mo la mat¨® ni el n¨²mero de pu?aladas que le dio a la v¨ªctima. La autopsia revel¨® que fueron 70 y que algunas que presentaba la v¨ªctima eran intentos de defensa de Barrero. "Me lo han preguntado los forenses muchas veces en la c¨¢rcel, pero no he logrado recordar nada", se justific¨® Casas.
Lo ¨²nico que s¨ª cont¨® de esa noche es que despu¨¦s estuvo abrazado a su esposa y que le cogi¨® la mano, que llam¨® a la polic¨ªa y que ¨¦l mismo les abri¨® la puerta. "Tambi¨¦n me han dicho que lav¨¦ el cuerpo de mi mujer y que la cambi¨¦ de ropa, pero no lo recuerdo. Tampoco limpi¨¦ la habitaci¨®n como me dicen los forenses", a?adi¨® el acusado a preguntas del abogado del Estado. "No recuerdo d¨®nde comenz¨® el ataque y lo que lo desencaden¨® fueron cosas que ocurrieron muchos d¨ªas antes, sobre todo, su padecimiento por lo que estaba pasando", declar¨®.
El abogado defensor de Casas intent¨® justificar el crimen por la depresi¨®n que sufr¨ªa desde hac¨ªa meses. "Esos meses estaba muy rebelde. Hasta le cog¨ª mucha man¨ªa a nuestra gatita. Ten¨ªa reacciones muy diferentes a las que eran normales en m¨ª", afirm¨® el imputado durante la primera jornada del juicio. "Incluso me lo dijo un compa?ero de trabajo, que no me ve¨ªa bien y que tuviera mucho cuidado", a?adi¨® Casas. Este era controlador de seguridad en una mancomunidad de vecinos de la calle de Agastia (Ciudad Lineal).
Casas y Barrero llevaban casados 34 a?os. Seg¨²n el acusado, la convivencia entre ambos hab¨ªa sido muy buena. Hab¨ªan tenido tres hijos. El mayor, de 31 a?os, no viv¨ªa con ellos cuando tuvo lugar el crimen. Las que s¨ª lo hac¨ªan eran las gemelas, que no se encontraban en el domicilio cuando muri¨® su madre.
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