Estrenos p¨²blicos y secretos
El Auditori de Barcelona inaugura su nueva sala con dos obras in¨¦ditas de Alicia de la Rocha
Barcelona est¨¢ de enhorabuena. A su Auditori le ha nacido una nueva sala de conciertos; de conciertos peque?os, eso s¨ª. Se trata de la sala Alicia de Larrocha, la cuarta del Auditori, un espacio con un aforo de 152 localidades, un escenario de 80 metros cuadrados, gradas retr¨¢ctiles y ac¨²stica modificable mediante 600 paneles motorizados que ha dise?ado el estudio del arquitecto Lucho Marcial de acuerdo con Rafael Moneo, autor del complejo musical.
La nueva sala, que acoger¨¢ los ensayos de la Banda Municipal y de otros grupos y conjuntos vinculados al Auditori, funcionar¨¢ tambi¨¦n como sal¨®n de actos de la Escuela Superior de M¨²sica de Catalu?a (Esmuc) y su adecuaci¨®n, que ha costado 4,5 millones de euros, se ha realizado en el marco del Fondo Extraordinario de Inversi¨®n en el ?mbito Local, el llamado plan Zapatero.
El espacio, ¨ªntimo, acogedor y austero, ofrece una ac¨²stica ¨®ptima
La sala Alicia de Larrocha es acogedora, austera y su aspecto entronca sutilmente, sin ser mim¨¦tica, con el de las otras salas del auditori, la visibilidad es excelente y las butacas amplias. La principal incomodidad est¨¢ en el hecho de que las gradas cimbreen excesivamente con el paso del p¨²blico, creando la desasosegante sensaci¨®n de que todo se va a venir abajo.
La ac¨²stica, con todos los paneles cerrados, es ¨®ptima, tiende a brillante y la reverberaci¨®n parece corta sin, por ello, llegar a resultar excesivamente seca.
De acuerdo con el car¨¢cter pluridisciplinar y transversal que va a tener la sala, el concierto inaugural de la misma, celebrado anoche y que se repetir¨¢ hoy, mezcl¨® tradiciones, m¨²sicas e int¨¦rpretes.
Abri¨® la sesi¨®n el Conjunt de Cambra de la Banda Municipal de Barcelona, que interpret¨® el Reedwind Quintet Op.15, una obra de juventud de Salvador Brotons, actual director titular de la Banda Municipal que el propio autor ha reinstrumentado recientemente para quinteto de maderas. Cerr¨® el concierto la cantante S¨ªlvia P¨¦rez Cruz, una voz que transita sin problemas del flamenco al jazz pasando por el repertorio culto. S¨ªlvia P¨¦rez interpret¨®, amplificada, canciones de Feliu Gasull, Federico Garc¨ªa Lorca y una lib¨¦rrima versi¨®n innecesariamente aflamencada de la Canci¨®n de cuna para dormir a un negrito de Xavier Montsalvatge.
En medio, Alba Ventura interpret¨® piezas para piano de Antoni Soler y Chopin y, casi escondidas entre ellas, un estreno secreto en medio de la ceremonia del estreno p¨²blico de la nueva sala: la primera audici¨®n p¨²blica de dos piezas: Burlesca. Allegro grazioso casi scherzo y Ofrena, de Alicia de Larrocha. Una verdadera y grand¨ªsima sorpresa pues no constaba en ning¨²n lugar que la gran pianista Alicia de Larrocha fuera compositora.
Burlesca, datada en 1942, es un peque?o y bello juego de habilidad no ajeno a la influencia de Granados. Ofrena, de 1944, es una especie de canci¨®n sin palabras, pertenece a un ¨¢mbito estrictamente ¨ªntimo y fue un regalo de Alicia de Larrocha a Joan Torra, su prometido y luego marido.
Seg¨²n Alicia Torra, hija de la pareja, presente en el concierto, su madre nunca quiso interpretar estas obras, todas ellas composiciones de juventud, en p¨²blico y no pens¨® jam¨¢s en publicarlas, pero autoriz¨® a su hija hacer lo que le pareciera m¨¢s conveniente tras su muerte.
El legado compositivo de Alicia de Larrocha incluye, seg¨²n Alicia Torra, obras breves para piano, canciones y piezas para viol¨ªn y piano y la Editorial Boileau est¨¢ interesada en publicarlas.
Burlesca y Ofrena, dos estrenos que se hicieron sin ruido y con la m¨¢xima discreci¨®n tal como le gustaba hacer las cosas a Alicia de Larrocha.
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