El fracaso del lenguaje
"El derecho de autor, verdaderamente, no es posible. Un autor no tiene ning¨²n derecho. Yo no tengo ning¨²n derecho. No tengo m¨¢s que deberes", afirma Godard en uno de los muchos testimonios recogidos en el libro Jean-Luc Godard. Pensar en im¨¢genes, en edici¨®n de N¨²ria Aidelman y Gonzalo de Lucas, que acompa?a al cofre de dvd Godard Ensayos, aparecido hace unos meses en nuestro mercado. El volumen es el feliz fruto de un trabajo extenuante -recopilar el pensamiento disperso en conversaciones, entrevistas, presentaciones y textos de dispar condici¨®n- y logra algo que, en ocasiones, parece escap¨¢rsele de las manos -intencionadamente- al propio Godard en la sala de montaje: transmitir su radical discurso -que no ha dejado de evolucionar, cuestionarse a s¨ª mismo, desvelar el presente y alumbrar el futuro, tanto de la imagen como de la cultura europea en su sentido m¨¢s amplio- con una claridad meridiana.
FILM SOCIALISME
Direcci¨®n: Jean-Luc Godard.
Int¨¦rpretes: Catherine Tanvier, Christian Sinniger, Jean-Marc Stehl¨¦, Alain Badiou, Patti Smith.
G¨¦nero: ensayo. Francia-Suiza, 2010.
Duraci¨®n: 101 minutos.
Lo que en Jean-Luc Godard. Pensar entre im¨¢genes es, pues, una lucidez transparente, en Film socialisme -como, en su d¨ªa, en las inagotables Histoire(s) du Cin¨¦ma (1997-98)- adopta la forma de colosal criptograma dispuesto a desafiar a una selecta minor¨ªa de espectadores atrevidos, o convenientemente armados de valor. En su lista de las mejores pel¨ªculas del a?o publicada en la brit¨¢nica Sight & Sound, el cr¨ªtico Jonathan Rosenbaum confiesa hallarse a¨²n inmerso en el proceso de descifrar Film Socialisme: si eso certifica algo es, probablemente, la altura y la complejidad de un trabajo que incluso el cin¨¦filo m¨¢s encallecido no podr¨¢ asimilar en una sola visi¨®n. En unos tiempos en que todo atisbo de intelectualidad levanta sospechas, no hay gesto m¨¢s provocador que el de Godard.
Dividida en tres partes, Film socialisme se abre con una virtuosa sinfon¨ªa atonal de im¨¢genes recogidas en un crucero por el Mediterr¨¢neo -el viaje de una adormecida banalidad sobre el fantasma de una Cultura-, hace expl¨ªcita su deuda con Las ilusiones perdidas de Balzac en su parte central y se remata con una concisa recapitulaci¨®n hecha de fragmentos robados. Si Balzac intuy¨® en la emergencia del periodismo el fracaso de una utop¨ªa, Godard extiende el acta de defunci¨®n del lenguaje en medio de la contempor¨¢nea cacofon¨ªa multimedi¨¢tica.
Babelia
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