El efecto del pase multiplicador
El Barcelona, que hoy pretende esconderle la pelota al Espanyol, bati¨® en los dos ¨²ltimos encuentros los r¨¦cords de combinaciones de la Liga y la 'Champions'
El Barcelona tocaba y tocaba con fruici¨®n y naturalidad para someter al Madrid en el ¨²ltimo cl¨¢sico. Lleg¨® un momento, cuando tras una quincena de combinaciones Xavi lanz¨® un cambio de orientaci¨®n para Pedro, en que el p¨²blico lanz¨® un "?oh!" masivo y Pep Guardiola se emocion¨® de verdad con una sonrisa delatadora y un aplauso generoso. "Si no somos solidarios, no somos nada", justifica el t¨¦cnico azulgrana. El equipo toma nota y lo plasma con esmero, siempre con una presi¨®n armoniosa y la pelota entre los pies. Pero en las ¨²ltimas fechas ronda la perfecci¨®n. Frente al Rubin Kaz¨¢n conect¨® 971 veces, r¨¦cord de la Liga de Campeones- y repiti¨® la haza?a frente a la Real Sociedad al mezclar en 938 ocasiones. "Hemos mejorado mucho en el pase", destaca Vald¨¦s, "y eso no solo provoca que tengamos el bal¨®n, sino que los rivales nos chuten muy poco". Hoy se bate el Bar?a contra el Espanyol, que tambi¨¦n presiona en posiciones avanzadas y que trata de definirse con el cuero en las botas. "Pero el Bar?a lleva mucho tiempo con esta filosof¨ªa y este juego, por lo que es complicado quitarle la pelota", reconoce Mauricio Pochettino, el entrenador blanquiazul.
"El defensa de este equipo tiene que jugar el bal¨®n, no rifarlo", resalta Piqu¨¦
Los n¨²meros no enga?an. En los siete encuentros anteriores al derbi, el Barcelona suma 28 dianas a favor por ninguna en contra. Y en los seis duelos m¨¢s recientes solo ha concedido nueve oportunidades de gol. Resulta que su f¨²tbol se entiende a trav¨¦s de la posesi¨®n del bal¨®n, inquieto el equipo por recuperarlo cuanto antes y c¨®modo con la circulaci¨®n, din¨¢mica y exacta. La pieza clave del engranaje es Xavi, tim¨®n y br¨²jula de pie privilegiado que defiende ser lo que es gracias a sus compa?eros. "Cuando llegu¨¦ al club, me dijeron que, si jugaba en el medio, no pod¨ªa perder la pelota. Como soy un tipo responsable, aprend¨ª a guardarla", explica; "a m¨ª lo que m¨¢s me gusta del f¨²tbol es tener el bal¨®n. O que lo tenga un compa?ero. Yo disfruto cuando tocamos, pim, pam, pum, tri¨¢ngulo, una pared...".
Otra se?a de identidad es Piqu¨¦, que se ha asentado en el Barcelona gracias a su facilidad para dar el segundo pase -el primero lo da Vald¨¦s- para sacar, limpia, la pelota desde atr¨¢s. "Se trata de jugar el bal¨®n, no de rifarlo", conviene; "el defensa del Bar?a tiene la exigencia de empezar la jugada sin comprometer a la siguiente l¨ªnea. Debemos dar ventaja a los centrocampistas para que ellos tambi¨¦n puedan enlazar con los delanteros".
Germinada la idea desde que llegara Johan Cruyff, Guardiola le dio una vuelta de tuerca para romper a las defensas rivales. Pase, pase y m¨¢s pase hasta encontrar el hueco oportuno. As¨ª lo explican las estad¨ªsticas, tan expresivas como abrumadoras. Es un equipo ¨²nico en Europa. Por eso, desde el curso 2006-2007, el Bar?a lidera los pases dados en la Champions (971) y la Liga (938). Lejos quedan los registros de la Premier (el Chelsea realiz¨® 847 conexiones ante el Sunderland en 2008), de la Bundesliga (716 del Bayern frente al Nuremberg en 2009), de la Serie A (714 del Inter contra el Chievo en mayo de este a?o), y la Ligue 1 (705 del Marsella ante el Boulogne en la temporada anterior). "Est¨¢ claro que es muy complicado conseguir que el Bar?a sea impreciso en el pase", admite Pochettino; "pero debemos ser capaces de crear un partido inc¨®modo para provocarle problemas".
Vald¨¦s ya advirti¨® al principio de la temporada que el Bar?a jugaba mejor que nunca. "Se me tach¨® de loco", recuerda, "pero es que se ha mejorado mucho en el robo de pelota, en el poco tiempo que tardamos en recuperar la posesi¨®n". Y, de paso, en el ritmo y la precisi¨®n del pase.
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