La educaci¨®n pendiente
Madrid no ha salido mal parada en el informe PISA. Era la primera vez que nuestra regi¨®n se somet¨ªa a esta especie de examen de la educaci¨®n que elabora la OCDE entre los pa¨ªses miembros. Y Madrid sali¨® relativamente bien no por las ciencias, donde solo qued¨® un pel¨ªn por encima de la media de la OCDE, y mucho menos por las matem¨¢ticas, donde sacamos un aprobado raspado. Si aqu¨ª los resultados fueron discretos fue gracias a la lectura. O, por ser m¨¢s preciso, lo que realmente mejora la nota de los chicos madrile?os es que, de toda Espa?a, son los que mejor entienden lo que leen. Lo entienden incluso mejor que los alemanes y que los ingleses, a los que siempre tuvimos por listos, y solo les ganan los belgas, los holandeses y los de Finlandia, que se salen en todo. Desde luego no es poca cosa, aunque cada uno ha interpretado el resultado como le ha convenido. La presidenta Esperanza Aguirre, desprendiendo electoralismo por los poros, aprovech¨® para erigirse en adalid de un modelo de Educaci¨®n que supuestamente lucha contra los postulados socialistas. Tambi¨¦n a su consejera de Educaci¨®n, Luc¨ªa Figar, le falt¨® tiempo para sacar pecho y barrer para casa. Atribuy¨® el m¨¦rito a la calidad del sistema educativo madrile?o restando importancia a una ventaja sin duda determinante en los resultados de la evaluaci¨®n, el nivel socioecon¨®mico de Madrid. Alguien les record¨® desde el Ministerio de Educaci¨®n que dos de cada tres padres de alumnos madrile?os tienen estudios medios o superiores, lo que en Andaluc¨ªa no le sucede m¨¢s que a uno de cada tres, un dato contundente. La consejera Figar s¨ª tiene en cambio motivos para presumir de la equidad educativa que Madrid muestra en el informe. Con un 17% de alumnado extranjero resulta enormemente significativo porque, en todos los pa¨ªses evaluados, la inmigraci¨®n, con sus problemas cl¨¢sicos de adaptaci¨®n cuando no de marginaci¨®n, lastra siempre la nota. Otro dato a considerar es la escasa ventaja que obtienen los estudiantes de colegios privados sobre los que cursan en centros p¨²blicos. Tan inapreciable diferencia deber¨ªa hacer reflexionar a quienes alardean de ofertar una ense?anza de calidad y que en muchos casos no pasa de la apariencia.
Dos de cada tres padres de alumnos madrile?os tienen estudios medios o superiores
De todas maneras, y aunque el c¨®mputo general mejore ligeramente con respecto a 2006, no estamos en condiciones de tirar ning¨²n cohete, s¨ª en cambio de mirar con envidia a los pa¨ªses que se vuelcan con la educaci¨®n y aprender de ellos. El examen ha concedido esta vez la nota m¨¢s alta a Corea del Sur, casualmente uno de los pa¨ªses m¨¢s competitivos del planeta, all¨ª donde apuestan por primar la excelencia. Buscan a los chicos que destacan y potencian sus capacidades al m¨¢ximo. Sus estudiantes son adem¨¢s los que tienen m¨¢s clases de refuerzo fuera del horario escolar. El otro ejemplo a seguir es el de Finlandia, antes primera y ahora segunda en el ranking de PISA. Su sistema de escuelas independientes personaliza la ense?anza seg¨²n las capacidades de cada estudiante. All¨ª adem¨¢s compiten por contratar a los mejores de cada universidad, lo que da una idea de cu¨¢nto valoran la educaci¨®n.
Para mejorar la ense?anza no hay que someter el sistema a complicados debates cargados de dogmatismos ideol¨®gicos e intereses pol¨ªticos ni hacer experimentos con generaciones enteras. Solo tomar nota de lo que funciona fuera y adaptarlo racional y generosamente a nuestras escuelas. Estamos lejos del nivel de formaci¨®n que quisi¨¦ramos pero el nuestro no es un pa¨ªs de zoquetes. Vargas Llosa, que en su discurso del premio Nobel hizo grande a Espa?a , situ¨® la importancia de la lectura en su aut¨¦ntica dimensi¨®n. "Ser¨ªamos peores de lo que somos sin los buenos libros, mas conformistas, menos inquietos e insumisos y el esp¨ªritu cr¨ªtico, motor del progreso, ni siquiera existir¨ªa...". El notable que sacaron nuestros chicos en comprensi¨®n de lectura es buen punto de partida para el cambio
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