La rumba la empez¨® ¨¦l

"?Viva el maestro!", grita una voz desde el fondo de la sala. Peret, Pedro Pubill Calaf, (Matar¨®, 1953), padre de la rumba catalana, entra en el auditorio del Espai Jove La Fontana para dar una clase durante la 2? Diada de la Rumba. Se sienta, se pone las gafas y revisa un cuaderno con apuntes sobre la mesa. Algunos, guitarra en mano, esperan impacientes una lecci¨®n pr¨¢ctica de ventilador (la t¨¦cnica que consiste en rasgar las cuerdas de la guitarra y golpear al mismo tiempo la madera, a modo de percusi¨®n) o alg¨²n truco secreto del rey de la rumba.

Peret tiene otros planes. No le da tiempo a hablar de los 50 a?os de rumba, porque le han dado una hora, dice, pero quiere aclarar unas "confusiones" que le molestan. "No puede ser que se confunda la rumba catalana con la rumba flamenca y con la salsa", lanza ante el p¨²blico. "Estoy harto de ver a bandas que defienden que hacen rumba catalana y lo que hacen es salsa. Debemos empezar a llamar a las cosas por su nombre", contin¨²a, en tono solemne, recordando a su ¨¦poca de pastor evangelista. "La rumba catalana es una guitarra a ritmo de ventilador y dos gitanitos haciendo palmas", explica el artista barcelon¨¦s, que dirige, desde el pasado noviembre, un curso de introducci¨®n a la rumba catalana en el Conservatorio del Liceo. "Venden que hacen rumba cuando est¨¢n usando cencerros [propios de la salsa]", arremete, sin querer citar a nadie.

"Venden que hacen rumba cuando usan cencerros", se queja el maestro

"La rumba naci¨® en la calle de la Cera, donde los gitanos escuchaban ¨®pera"

M¨¢s serio se pone a la hora de reivindicar la paternidad del invento. Al parecer, Lolita Flores dice que su padre, Antonio Gonz¨¢lez El Pesca¨ªlla, fue el inventor de la rumba y de la t¨¦cnica del ventilador. Para demostrar lo contrario pone un v¨ªdeo de una actuaci¨®n televisiva de la d¨¦cada de 1980 en la que aparecen ambos. "?D¨®nde est¨¢ el ventilador? ?No lo usa!", exclama triunfante. Y pone los puntos sobre las ¨ªes. La rumba catalana naci¨® de su mano en la calle de la Cera, en el Raval. "Ah¨ª viv¨ªan gitanos que escuchaban ¨®pera", recuerda.

Dice Peret que los que estuvieron manteniendo la rumba catalana, "porque un ¨²nico hombre no puede hacerlo solo, fueron Chacho, Rumba Tres y Los Amaya, que luego los rumberos emigraron a Am¨¦rica, otros prefirieron el flamenco y otros se pusieron a hacer salsa", explica. Con la retirada temporal del maestro en 1982, la rumba empez¨® a pasar de moda. Hasta que la salvaron Los Manolos. "En la fiesta de clausura de los Juego Ol¨ªmpicos de Barcelona propuse invitar a Los Manolos, aunque cantaran en ingl¨¦s, porque consegu¨ªan levantar cada actuaci¨®n", dijo.

Peret no se quiere ir sin reivindicar a Pep Llad¨®, el ex pianista de Gato P¨¦rez, aunque sean incapaces de ponerse de acuerdo sobre lo que es rumba y lo que no. "Necesitamos Peps Llad¨® y Gatos de muchos colores", dice. "Nos estamos quedando sin rumberos porque todos est¨¢n yendo hacia la salsa", dice. "Los que llevan 30 a?os y no han cosechado ning¨²n ¨¦xito ya no har¨¢n nada. Necesitamos m¨²sicos que salgan del Liceo, de Gr¨¤cia, de Badalona o de donde sea, pero que hagan verdaderamente rumba catalana", a?ade a modo de despedida, mientras se va alargando la cola para entrar a ver la jam session que hay programada despu¨¦s de la clase.

En la jam van a tocar la mayor¨ªa de bandas que hoy representan la rumba catalana, como Papaya, Chipen, Ai ai ai, Gertrudis, Los Manolos, Sabor de Gr¨¤cia, Barrio Negro, La Pegatina, Que pum que pam y Pantanito. El espect¨¢culo empieza con Derrumband y un tributo a Gato P¨¦rez. En pocos minutos no cabe un alfiler en el auditorio y la cola para entrar llega a la calle, donde est¨¢n los m¨¢s tardones. Pueden faltar compositores nuevos pero no rumberos.