Balance provisional
Resulta urgente una explicaci¨®n p¨²blica de lo que los papeles de Wikileaks revelan de Espa?a
Miembros del Gobierno espa?ol mantuvieron un discurso diferente en p¨²blico y en privado sobre los vuelos secretos de la CIA, las torturas a ciudadanos espa?oles en Guant¨¢namo, la muerte de Jos¨¦ Couso o las relaciones con Marruecos. Algunos de ellos, por otra parte, dejaron patente ante el embajador de EE UU las querellas internas del Ejecutivo, ofreciendo en busca de beneficios pol¨ªticos y de imagen personal informaciones que pod¨ªan debilitar la defensa de los intereses generales del pa¨ªs. Todo ello forma parte del balance a¨²n provisional de las revelaciones sobre Espa?a contenidas en los documentos filtrados por Wikileaks.
Ante los datos anteriores no puede seguir imponi¨¦ndose el silencio, ni entre el Gobierno ni entre la oposici¨®n. Los documentos del Departamento de Estado norteamericano ahora conocidos ponen de manifiesto hechos graves e influencias indebidas de Estados Unidos que en ¨²ltima instancia suponen un deterioro del espacio p¨²blico.
El pacto que parece haberse establecido entre Gobierno y oposici¨®n para no pedirse cuentas por los hechos que se describen en esos documentos es una manera de seguir degradando ese espacio, hurtando a los ciudadanos las explicaciones que merecen y evitando depurar las responsabilidades pol¨ªticas que en ¨²ltima instancia puedan corresponder. Algunas de las dobleces y falsedades de las que dan cuenta los documentos fueron sostenidas en el Parlamento.
No pocos de los hechos relatados agotaron sus efectos en el pasado, por m¨¢s que contin¨²en pendientes la explicaci¨®n y la asunci¨®n de responsabilidades. Otros siguen proyect¨¢ndose sobre el presente, y el Gobierno est¨¢ obligado a aclarar cu¨¢l es su posici¨®n actual ante ellos. Las recientes tensiones con Marruecos se entienden mejor tras conocer la apuesta de la diplomacia espa?ola por la soluci¨®n autonomista para el S¨¢hara, por m¨¢s que en su d¨ªa se negara en p¨²blico. La ruptura de la neutralidad en el conflicto acarre¨® como primer resultado un brusco enfriamiento de las relaciones con Argelia; despu¨¦s, un recrudecimiento de la tensi¨®n con Marruecos y, en definitiva, el completo desmantelamiento de una pol¨ªtica coherente con el Magreb, ya gravemente deteriorada por la diplomacia de Aznar.
Producen rubor las comprometidas confesiones de algunos responsables pol¨ªticos ante el embajador de Estados Unidos. La legaci¨®n diplom¨¢tica de la primera potencia mundial no es el lugar para solventar las luchas en el seno del Ejecutivo. El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, ha tendido a evitar la homogeneidad de sus equipos, en muchas ocasiones interviniendo en el nombramiento de segundos escalones gubernamentales por encima de la voluntad de los ministros. M¨¢s all¨¢ de la ya conocida descoordinaci¨®n que esto ha supuesto en ocasiones clave, los documentos revelan ahora nuevos efectos indeseados de esta forma de gobernar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.