Amenazas diarias durante dos meses
Ni el fiscal ni las dos jueces creyeron a la ¨²ltima mujer asesinada por su marido
"Te voy a matar. Te juro que te voy a matar". As¨ª, varias veces al d¨ªa durante dos meses. Yolanda N. N., discapacitada ps¨ªquica de 24 a?os, transmiti¨® su miedo a los agentes de la Guardia Civil del cuartel de Porzuna (Ciudad Real) cuando hace tres semanas se present¨® para pedir ayuda porque tem¨ªa que su marido pasara de las palabras a la acci¨®n y acabara con su vida, como as¨ª ocurri¨® el pasado s¨¢bado, convirti¨¦ndola en la v¨ªctima n¨²mero 71 de la violencia machista.
Lo repiti¨® una y otra vez, tal y como recog¨ªa la denuncia que lleg¨® a la Fiscal¨ªa, pero sobre Yolanda N. N. se ceb¨® el infortunio. Los agentes la creyeron, y trasladaron su denuncia al juzgado, pero no se alarmaron ante sus lamentos: de las seis calificaciones posibles, le concedieron la de "riesgo bajo", la inmediata a "riesgo inexistente", que apenas conlleva contacto ocasional con la v¨ªctima.
Peor lo tuvo en el juzgado de guardia. El fiscal no apreci¨® "riesgo" en las amenazas ni "indicios de delito" ni tampoco "corroboraciones perif¨¦ricas", esto es, testimonios ajenos a la v¨ªctima que pudieran avalar su veracidad.
El fiscal podr¨ªa haber llamado a cualquiera de los vecinos de la joven asesinada, o a los servicios sociales del Ayuntamiento de Porzuna o a la asociaci¨®n de discapacitados en la que colaboraba, todos ellos testigos de su miedo, pero lo consider¨® innecesario y concluy¨® que no proced¨ªa ni protecci¨®n ni alejamiento,
La magistrada, en un breve auto, aval¨® la tesis del fiscal. La titular del juzgado especializado en violencia de g¨¦nero, adonde pas¨® despu¨¦s el caso, pidi¨® las llaves del domicilio conyugal al marido. Este deposit¨® una copia en el juzgado, la juez dict¨® sobreseimiento y el presunto agresor y su v¨ªctima regresaron a casa, un piso de alquiler obtenido con ayuda del Ayuntamiento seis meses antes, cuando se desplazaron a esta localidad de Ciudad Real en busca de trabajo. ?l, un marroqu¨ª de 29 a?os, fue empleado como pastor en una pedan¨ªa cercana. Ella, madre de cuatro hijos (dos de ellos tambi¨¦n de su agresor), realiz¨® alg¨²n trabajo espor¨¢dico de limpieza y despu¨¦s lo dej¨® por su discapacidad. Al no obtener ayuda ni en la Guardia Civil ni en la justicia, Yolanda N. N. acudi¨® a los servicios sociales del Ayuntamiento. No llegaron a tiempo. La alcaldesa, Mar¨ªa ?ngeles Rojas, dijo que llevaban un par de semanas asesor¨¢ndola para el divorcio y buscando alguna soluci¨®n para que dejaran de compartir la vivienda.
El pasado s¨¢bado, tras una fuerte discusi¨®n en el interior del domicilio, el marido le asest¨® varias cuchillas que la dejaron moribunda. Los cuatro ni?os, de entre cuatro a?os y 18 meses, estaban presentes. Ella misma llam¨® a emergencias. La ambulancia se la llev¨®. Horas despu¨¦s muri¨®. ?l cogi¨® el coche y condujo por el pueblo sin rumbo, hasta que la Guardia Civil lo arrest¨®. Ayer ingres¨® en prisi¨®n.
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