Berlusconi y la oposici¨®n desconf¨ªan de la justicia
Tanto el jefe del Gobierno como D'Alema, l¨ªder en la sombra del centro-izquierda, aseguran a la Embajada de EE UU en Roma que la magistratura amenaza al Estado
Los cables del Departamento de Estado filtrados a Wikileaks parecen confirmar una sospecha muy extendida en Italia: que existe el inciucio: la componenda entre la casta pol¨ªtica. El compromiso variable pero latente entre el Gobierno de Silvio Berlusconi y la c¨²pula de la oposici¨®n del Partido Democr¨¢tico.
Los documentos secretos consultados por EL PA?S revelan que Massimo D'Alema, ex primer ministro, veterano l¨ªder ex comunista y actual l¨ªder en la sombra del Partido Democr¨¢tico, comparte por ejemplo con Silvio Berlusconi la misma visi¨®n sobre la magistratura, el hist¨®rico caballo de batalla de Il Cavaliere.
Un cable secreto y reservado a ciudadanos estadounidenses de 3 de julio de 2008, emitido por la Embajada de Roma, revela que D'Alema dijo en 2007 al embajador de Estados Unidos Ronald P. Spogli una frase que habr¨ªa podido firmar a ojos cerrados su "archirrival", como defini¨® en su d¨ªa Spogli a Berlusconi: "Aunque la justicia italiana se considera tradicionalmente de izquierdas, D'Alema afirm¨® al embajador el a?o pasado que la magistratura es la mayor amenaza para el Estado italiano".
"Me han absuelto y me acusan de lo mismo", se queja Il Cavaliere
Para EE UU, el jefe del Estado apoya la inmunidad del primer ministro
La perplejidad de Estados Unidos ante la tensa relaci¨®n entre justicia y pol¨ªtica en Italia se expresa en otro cable confidencial del 1 de enero de 2010. El actual embajador, David Thorne, escribi¨® aquel d¨ªa que "Berlusconi identific¨® sin evasivas a la magistratura como el gran problema, y cont¨® que estaba listo para forjar una alianza con el centro-izquierda para poner en marcha la reforma de la justicia".
Berlusconi aprovech¨® aquella larga visita de Thorne para lamentarse del trato que le han deparado los jueces. "Afirm¨® que un sistema legal en el que los casos no se resuelven nunca definitivamente -te pueden absolver de un delito y as¨ª y todo el caso puede ser reabierto m¨¢s tarde- intoxica al sistema econ¨®mico y pol¨ªtico italiano. Y arguy¨® que eso es justo lo que ha sucedido en su caso, que ha sido absuelto en el pasado, pero las mismas acusaciones siguen retornando repetidamente", escrib¨ªa Thorne.
En aquel cable de julio de 2008, su antecesor en el cargo, Spogli, trataba de explicar a Washington que Italia "lleva 15 a?os intentando reformar un sistema judicial ferozmente independiente", y que "la pr¨¢ctica habitual de filtrar escuchas telef¨®nicas a la prensa produce gran incomodidad a los implicados" y suele acabar sin que aparezca el culpable de las filtraciones.
Varias cintas de audio con Berlusconi como protagonista hab¨ªan sido filtradas a la prensa y publicadas en aquellos d¨ªas. Y Spogli anotaba: "El secretario de Estado del Consejo de Ministros, Gianni Letta, le dijo al embajador el 2 de julio que otras cintas comprometedoras podr¨ªan ser publicadas en las pr¨®ximas semanas".
El despacho es llamativo. Menos de un mes despu¨¦s de que Berlusconi hubiera sido investido presidente del Gobierno, Spogli anotaba que "la luna de miel pol¨ªtica" del Cavaliere ha terminado, y lo achaca a la acci¨®n de "los fiscales", que "han acelerado los procesos de sus casos penales pendientes" y amenazan con llamarle a testificar en ocho d¨ªas distintos del mes de julio.
"Esos procedimientos, las cintas filtradas y la probabilidad de nuevas filtraciones tienen preocupados a los colaboradores de Berlusconi", informaba Spogli, quien anotaba que "el primer ministro se queja con frecuencia de que los fiscales programan sus investigaciones para da?arle pol¨ªticamente, [con una] 'justicia de relojer¨ªa".
El Gobierno, prosegu¨ªa Spogli, hab¨ªa olvidado sus promesas de reformas para caer en "un furor pol¨ªtico de nuevas propuestas legislativas que bloqueen las investigaciones", furor que, matizaba, "no ha disminuido la popularidad de Berlusconi".
El embajador enviado por el Gobierno del presidente George Bush a Roma en 2005 apuntaba adem¨¢s que Silvio Berlusconi estaba ya en ese momento "consultando con sus socios de coalici¨®n la ley que restringir¨ªa el uso de las escuchas telef¨®nicas".
El despacho inclu¨ªa este comentario final: "Los problemas legales de Berlusconi han marcado sus 15 a?os como pol¨ªtico, aunque nunca ha recibido una condena definitiva. Ahora que incluso algunos miembros de la oposici¨®n rechazan el timing aparentemente pol¨ªtico de las recientes investigaciones de la magistratura y apoyan la reforma de la justicia, parece que los fiscales pol¨ªticamente motivados pueden haber ido demasiado lejos".
Y agregaba: "El impl¨ªcito apoyo del presidente [Giorgio] Napolitano a una ley que confiera inmunidad penal a, entre otros, Berlusconi, significa que los problemas legales de Berlusconi podr¨ªan quedar aparcados pronto".
Spogli conclu¨ªa, prof¨¦tico: "Berlusconi ha chocado con vientos en contra, y no est¨¢ claro si estos han girado a su favor. En un caso extremo, es posible imaginar un escenario en el que Berlusconi pueda perder mucha popularidad y su capacidad de alentar reformas, o incluso su poder de gobernar".
El cable revelaba tambi¨¦n que el proyecto de amnistiar todos los delitos menores cometidos antes del 30 de junio de 2002, "que podr¨ªa suspender al menos uno de los procesos contra Berlusconi", hab¨ªa "confundido" incluso a varios parlamentarios de Forza Italia, seg¨²n declararon estos mismos al consejero pol¨ªtico de la Embajada.
Al detallar los casos judiciales pendientes (Mills, Mediaset e intercambio de favores pol¨ªticos con el director de RAI Ficci¨®n, Agostino Sacc¨¤), Spogli apuntaba con sobriedad: "Berlusconi le pide que algunas showgirls tengan m¨¢s tiempo en antena".
"A pesar de estos 15 a?os de debates sobre la necesidad de reformar la justicia", afirmaba el embajador, Italia no "ha hecho ning¨²n avance significativo. Los italianos, en su mayor¨ªa, consideran que su sistema judicial est¨¢ averiado, quiz¨¢ m¨¢s all¨¢ de toda reparaci¨®n, y tienen muy poca confianza en que el sistema ofrezca realmente justicia".
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