La fiscal m¨¢s prestigiosa de Italia acecha a Silvio Berlusconi
Ilda Boccassini, la mujer que orden¨® arrestar a Toto Riina, afirma tener pruebas irrefutables de los delitos de prostituci¨®n y abuso de poder.- El primer ministro se niega a acudir a declarar
Los medios italianos han publicado hoy que Silvio Berlusconi no se presentar¨¢ a declarar ante los fiscales de Mil¨¢n el pr¨®ximo fin de semana. Aunque la noticia ha sido desmentida por sus abogados, la actitud reticente del primer ministro no sorprendi¨® a casi nadie en Italia. En Mil¨¢n le espera la fiscal adjunta Ilda Boccassini (N¨¢poles, 1949), que acaba de acusarle por abuso de poder y prostituci¨®n de menores dentro del llamado Caso Ruby.
Boccassini es probablemente la fiscal m¨¢s temida del pa¨ªs. Una investigadora implacable, conocida como la juez policia y llamada por sus compa?eros la m¨¢quina de guerra, que ha sido adem¨¢s una vieja y recurrente pesadilla para Berlusconi, quien parece arriesgar esta vez el proceso m¨¢s comprometido y dif¨ªcil de su larga y azarosa historia judicial. El primer ministro ha intentado hoy recuperar parte del cr¨¦dito perdido y ha dicho en televisi¨®n: "Es una persecuci¨®n. Nunca he pagado por mujeres y desde que me he separado tengo otra relaci¨®n estable".
Boccassini es probablemente la fiscal m¨¢s temida del pa¨ªs. Una investigadora implacable, y una vieja y recurrente pesadilla para Berlusconi
Gracias a la fiscal, Previti, dos jueces y otro abogado de Berlusconi llamado Giovanni Accampora fueron condenados y obligados a abandonar el derecho
Los delitos de los que se acusan a Berlusconi pueden suponer unas penas m¨¢ximas de hasta 15 a?os de c¨¢rcel
Aunque ha dicho que quiere acudir a los tribunales para defenderse, Berlusconi sabe que no solo arriesga una condena, sino que la c¨¢rcel no es una perspectiva imposible
Las pruebas obtenidas siguiendo la pista de los tel¨¦fonos m¨®viles revelan que Ruby estuvo al menos ocho veces en la mansi¨®n de Berlusconi
La testigo de cargo principal es una joven italiana "asqueada" por lo que vio en el s¨®tano del bunga bunga y decidi¨® cont¨¢rselo a la fiscal
Ilda Boccassini ten¨ªa solo 30 a?os cuando entr¨® en el prestigioso grupo de acusadores p¨²blicos de Mil¨¢n y puso en marcha el caso Duomo Connection, que analizaba la infiltraci¨®n mafiosa en las empresas del norte italiano, lo que le granje¨® el odio inmediato de empresarios como Berlusconi (sospechoso desde los a?os setenta de haber utilizado fondos sicilianos para construir el barrio Milano 2) y de paso convirti¨® a la joven fiscal en colaboradora y amiga ¨ªntima del juez antimafia Giovanni Falcone.
Cuando Falcone fue asesinado por la mafia en 1992, la fiscal Boccassini fue trasladada a Caltanisetta (Sicilia) para buscar a los culpables de las muertes del juez y de su sustituto, Paolo Borsellino; en unos meses logr¨® echar la red al capo corleon¨¦s Toto Riina, que hoy sigue cumpliendo cadena perpetua, y a otros 40 responsables de aquellos atentados que conmovieron al mundo.
Dos a?os m¨¢s tarde, Boccassini relevaba al dimitido Antonio di Pietro en el proceso Manos Limpias que acabar¨ªa con los partidos tradicionales y con la I Rep¨²blica; y un poco despu¨¦s se enfrent¨® cara a cara con Berlusconi cuando acus¨®, junto a, entre otros, Gherardo Colombo y Armando Spataro, a su abogado Cesare Previti, por haber sobornado a los jueces que decidieron a favor del magnate milan¨¦s el reparto del imperio Mondadori. Gracias a ella, Previti, dos jueces y otro abogado de Berlusconi llamado Giovanni Accampora fueron condenados y obligados a abandonar el derecho.
A un paso de Berlusconi, 30 a?os despu¨¦s
Il Cavaliere se salv¨®, como siempre, pero ahora, tras 30 a?os de carrera, se dir¨ªa que Boccassini ha hallado finalmente el caso justo para llegar directamente hasta el potentado milan¨¦s. El viernes, su equipo acus¨® oficialmente al primer ministro de inducci¨®n a la prostituci¨®n de menores y concusi¨®n (abuso de poder en el ejercicio del cargo), delitos que pueden suponer unas penas m¨¢ximas de hasta 15 a?os de c¨¢rcel, e invit¨® adem¨¢s a Berlusconi a comparecer en el tribunal el pr¨®ximo fin de semana, cualquier d¨ªa a elegir entre el viernes, s¨¢bado y domingo.
La citaci¨®n informaba al pol¨ªtico de que va a procesarle por el rito inmediato, lo que implica que existen ya las evidencias suficientes como para no alargar la investigaci¨®n preliminar y comenzar, en menos de tres meses, el juicio oral.
Entre esas pruebas, el auto de acusaci¨®n hace referencia a v¨ªdeos, fotos, llamadas telef¨®nicas grabadas y testimonios directos que prefiguran, a juicio de la Fiscal¨ªa, la culpabilidad del primer ministro.
A la espera de conocer en detalle la estrategia de sus defensores, que niegan la comisi¨®n de ambos delitos e intentar¨¢n alegar que la fiscal¨ªa milanesa no es competente porque los presuntos cr¨ªmenes se consumaron en Arcore, m¨¢s cerca de Monza que de Mil¨¢n, resulta evidente que el primer ministro se siente m¨¢s acorralado que nunca.
Aunque ha dicho que no ve la hora de acudir a los tribunales para defenderse, Berlusconi sabe que esta vez no solo arriesga una condena en un plazo breve y que la c¨¢rcel no es una perspectiva imposible, ya que seg¨²n una ley aprobada por ¨¦l mismo, los clientes de las prostitutas menores de edad no tienen derecho a cambiar penas de prisi¨®n por dinero y tampoco pueden acogerse a beneficios penitenciarios.
Relaci¨®n con una menor, a sabiendas
La base de la acusaci¨®n es que Berlusconi sab¨ªa (y lo afirm¨® de hecho en una llamada a la gerente de su har¨¦n particular, Nicole Minetti) que Karima El Mahroug, la joven marroqu¨ª de 18 a?os apodada Ruby Robacorazones, era menor de edad cuando consum¨® diversas relaciones sexuales con el pol¨ªtico de 74 a?os a cambio de dinero y regalos, en la villa San Martino de Arcore.
Las pruebas obtenidas con los sistemas que siguen la pista de los tel¨¦fonos m¨®viles revelan que Ruby estuvo al menos ocho veces en la mansi¨®n de Berlusconi (comprada a trav¨¦s de Previti a precio de ganga en los a?os setenta) y que la joven pas¨® varias noches enteras all¨ª entre febrero y mayo de 2010. Una de esas fechas, el 25 de abril, se encontraba tambi¨¦n en la casa Vladimir Putin, el primer ministro ruso.
Las filtraciones sobre la acci¨®n de la Fiscal¨ªa han dado a conocer tambi¨¦n que Berlusconi manten¨ªa a su disposici¨®n un verdadero har¨¦n compuesto por al menos 14 j¨®venes prostitutas (italianas, eslavas, caribe?as...) y aspirantes a estrellas televisivas que acud¨ªan puntualmente a Arcore para participar en fiestas cuyo punto ¨¢lgido se alcanzaba de madrugada en la llamada Sala bunga bunga (un rito er¨®tico supuestamente importado por Il Cavaliere de Libia).
All¨ª, seg¨²n se afirma en las 300 p¨¢ginas del auto, unas chicas se disfrazaban de polic¨ªas y otras de enfermeras, y compet¨ªan entre ellas para colmar los deseos expresados por el primer ministro; las ganadoras del "concurso" se quedaban a pasar la noche.
Un har¨¦n de veintea?eras
Algunas de las j¨®venes, afirma adem¨¢s el texto acusatorio, "participaban en los susodichos eventos prostituy¨¦ndose y recib¨ªan a cambio de Silvio Berlusconi la disponibilidad gratuita de apartamentos ubicados en Milano 2".
El edificio donde residen, todav¨ªa, esas chicas est¨¢ situado en la Via Olgettina, n¨²mero 65 (a dos pasos del hospital San Rafael que dirige el cura amigo de Berlusconi, don Luigi Verze), y fue registrado el viernes por la polic¨ªa, que encontr¨® algunas pruebas que parecen incriminar tanto a Berlusconi como a sus reclutadores ¨ªntimos, Lele Mora (agente del espect¨¢culo cercano a Mediaset), Emilio Fede (presentador del telediario de Tele 4 a sus 79 a?os) y Nicole Minetti, de 30 a?os, una ex 'velina' y ex higienista dental (precisamente en el San Rafael) a la que Berlusconi convirti¨® en consejera regional del Gobierno de Lombard¨ªa, puesto en el que hoy gana 12.000 euros mensuales.
Entre esas pruebas hab¨ªa, seg¨²n la prensa local, sobres con billetes de 500 euros firmados con el nombre "Silvio B.", adem¨¢s de regalos de todo tipo.
Pero el gran inconveniente judicial no es ese har¨¦n de veintea?eras, sino Ruby. La joven ha declarado media docena de veces ante los fiscales, y ha negado siempre haber tenido sexo con el presidente y tambi¨¦n que este supiera que era menor de edad. Pero la muchacha no ha tenido tanto cuidado al hablar por el m¨®vil con sus amigos, y ha declarado a los investigadores algunas otras verdades pensando que no ser¨ªan comprometedoras para ella; por ejemplo, que el primer ministro le ofreci¨® vivir en uno de los apartamentos de Milano 2 con el resto del har¨¦n, y que la directora del prost¨ªbulo ambulante era Nicole Minetti.
La testigo de cargo principal, en todo caso, tampoco es Ruby sino una joven italiana, de Rimini, amiga de Minetti, cuyo nombre permanece en el anonimato y que seg¨²n La Repubblica es ajena al explotado submundo televisivo y callejero femenino que ha desfilado en meses pasados tanto ante los fiscales como ante los abogados de Berlusconi para las "averiguaciones defensivas" que permite la ley.
Se trata de una licenciada universitaria que, "asqueada" al parecer por lo que le fue dado ver en el s¨®tano del bunga bunga, decidi¨® contar con pelos y se?ales a la fiscal Boccassini que cuanto denunciaron hace dos a?os la c¨¦lebre 'escort' Patrizia D'Addario y la ex mujer de Berlusconi, Veronica Lario (es decir, que el sult¨¢n no controla sus instintos), es la verdad, toda la verdad y nada m¨¢s que la verdad.
Ciertamente, en Italia rara vez las verdades extraoficiales coinciden, al final, con la verdad judicial. Para 'sfortuna' del Cavaliere, eso sucede bastante a menudo cuando anda cerca Ilda Boccassini.
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