La recuperaci¨®n del "nido de ¨¢guilas"

Pintor, dibujante, poeta y dise?ador, el polifac¨¦tico creador modernista Alexandre de Riquer fue un artista total que uni¨® vivienda y taller en un solo espacio cuando reform¨® con ayuda de su amigo el arquitecto Josep Puig i Cadafalch, a finales del siglo XIX, los dos pisos superiores del bloque de la calle de la Freneria n¨²mero 5. Tras dos d¨¦cadas de abandono y desprotecci¨®n, existe un proyecto inmobiliario para rehabilitar el bloque y convertir el estudio de De Riquer en una vivienda privada.

"Beneeix Senyor el aliments que anem a prendre y fes que mes tart puguem..." puede leerse, en unas enormes letras g¨®ticas que recorren el techo del comedor que Riquer y Puig i Cadafalch crearon. Pese al paso del tiempo y los a?os de abandono, la estancia conserva el aire que tuvo cuando se realizaron las reformas y se a?adieron nuevos elementos, entre los que destaca la escalera que daba acceso al piso superior, formada por una barandilla con columnas doradas que hab¨ªan pertenecido a un retablo barroco y una viga de madera mud¨¦jar ricamente trabajada con elementos vegetales; un arco de piedra del siglo XVI con capiteles en forma de cabezas humanas; el suelo de baldosas dise?ado con motivos florales por el propio De Riquer, y una chimenea de hierro fundido con el escudo de la familia del artista. El sal¨®n est¨¢ presidido por un gran ventanal dividido por columnas g¨®ticas que domina una perspectiva ¨²nica: el tejado del ¨¢bside de la catedral de Barcelona y sus enormes g¨¢rgolas zoomorfas que arrojan el agua lejos de la piedra los d¨ªas de lluvia, una visi¨®n que llev¨® al poeta Joan Maragall a calificar el lugar de "nido de ¨¢guilas".

El taller del pintor fue reformado por Puig i Cadafalch a finales del siglo XIX

"El valor lo tiene el conjunto m¨¢s que cada una de las piezas", asegura Manel Guasch, coordinador del proyecto, que llevar¨¢ a cabo la empresa Valldenau, SL, y que finalmente constar¨¢ de 12 viviendas (tras reducir los pisos por planta de cuatro a tres), seg¨²n lo aprobado por el ¨¢rea de Patrimonio y Urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona en junio de 2010. Una de estas viviendas ser¨¢ un d¨²plex que incluir¨¢ el estudio de Riquer con todos sus elementos rehabilitados. "Solo est¨¢ protegido el subsuelo, que contiene restos romanos, como se ha podido ver tras las excavaciones que se han realizado, que han sacado a la luz un muro de esa ¨¦poca; pero el estudio y sus elementos, no. Si se conserva es porque hemos decidido hacerlo ", asegura Guasch que ha vivido siempre en Ciutat Vella y conoc¨ªa el edificio con anterioridad. "Tras ser el estudio de De Riquer, ocup¨® la casa Miquel Utrillo y en 1924 lo compr¨® Adolf Mas para instalar su archivo fotogr¨¢fico especializado en arte, y tanto mi padre, que era profesor de Historia, como yo lo hemos visitado para nuestros trabajos hasta 1997, cuando el archivo se traslad¨® al paseo de Gr¨¤cia", explica.

El edificio, en cuyos bajos estuvo instalado el restaurante La Cuineta, est¨¢ vac¨ªo de vecinos y sin actividad desde que en 2007 cerr¨® una tienda de bisuter¨ªa. Ahora una enorme malla verde protege de posibles desprendimientos. "Sorprender¨¢ mucho el acabado exterior, un estuco marmoleado al fuego de color rojizo", asegura Guasch.

El estudio hist¨®rico y las propuestas para restaurar la fachada, el vest¨ªbulo, la escalera y el estudio de De Riquer son obra de Chroma, empresa que asesora en restauraci¨®n de patrimonio. "El proyecto conservar¨¢ la tipolog¨ªa de las casas de la segunda mitad del siglo XIX, manteniendo el patio central adosado a la escalera. Nunca nos hemos planteado tirarlo", se?ala el t¨¦cnico en referencia a las denuncias que en Internet aseguran que los trabajos implican derribar el edificio. Las obras, que todav¨ªa no han comenzado, no se acabar¨¢n antes de 2014.

Una de las personas que m¨¢s se alegran de esta recuperaci¨®n es Montserrat Blanch, que trabaj¨® durante 40 a?os en el Archivo Mas. Recuerda que en los a?os cincuenta lograron convencer al Ayuntamiento de que no tirara abajo el edificio y guarda en su memoria las "maravillosas" vistas del Barri G¨°tic cuando llov¨ªa. "No me importa si es un espacio privado siempre que se conserve", concluye.