Un oasis entre naves y f¨¢bricas
Artistas de todo el mundo celebran el 20? aniversario de una galer¨ªa onubense
En un pol¨ªgono industrial de Trigueros (Huelva), se esconde una galer¨ªa de arte inmensa, la de Fernando Serrano, que acaba de cumplir 20 a?os desde su creaci¨®n. Para celebrarlo, m¨¢s de 50 artistas nacionales e internacionales exponen sus obras hasta el 31 de marzo. Proceden de Huelva, Sevilla, San Sebasti¨¢n, Zaragoza, C¨¢ceres, Barcelona, pero tambi¨¦n de Siria, Cuba, Chicago o Nueva York. Este oasis de arte ubicado entre naves y f¨¢bricas re¨²ne firmas como las de Francisco Peinado, los hermanos MP&MP Rosado, Santana, Mar¨ªa Ca?as o Dionisio Gonz¨¢lez. Tambi¨¦n talentos extranjeros como el sirio Samir Assaleh o Laurie A. Thomas, desde Nueva York. Otros son espa?oles que viven fuera de su pa¨ªs como Javier Arce, de Santander con residencia en Los ?ngeles, o la gallega Luc¨ªa ?lvarez, que participa desde Hong Kong, a trav¨¦s de Facebook.
A pesar del fr¨ªo, las lluvias y las celebraciones, los interesados pueden acercarse a la galer¨ªa y viajar por todo el mundo con un solo golpe de vista. Nada m¨¢s entrar en la enorme sala de techo alto, el visitante encuentra de frente a un santo. Se trata de un cuadro de grandes dimensiones del artista autodidacta Joaqu¨ªn Mora. Los ojos de San Sebasti¨¢n sobresalen del lienzo. Tambi¨¦n el cuerpo del m¨¢rtir, con una musculatura impecable atravesada de flechas indoloras.
Dos obras nuevas de Francisco Peinado consagran una vez m¨¢s su talla art¨ªstica y destacan por su original frescura. Los dibujos arquitect¨®nicos de Dionisio Gonz¨¢lez agudizan el ingenio en blanco y negro. Paco Serrano, con su Mujer en el sof¨¢ o Pie de whisky, evoca el mundo del deseo. El fr¨ªo paisaje urbano de Santana, desde Chicago, alimenta la soledad de las ciudades con un ser humano siempre ausente.
Entre los artistas m¨¢s j¨®venes, sobresalen Gloria Mart¨ªn, con su ?Qu¨¦ lle ten medo ¨¢ neno?, o Laurie A. Thomas, con la serie Twilight, de 45 peque?as piezas, negras y azules. En escultura, Paco Lara arrasa en lo conceptual. El artista jiennense instal¨® varias piezas de cemento del mismo tama?o al de los bloques del fracasado Muro de Berl¨ªn. Todos las pisan. Vienen acompa?adas de una reflexi¨®n: "No hay muros en el suelo".
El galerista Fernando Serrano comenz¨® su aventura art¨ªstica junto a Mar Riolobos, su esposa, hace 20 a?os. "Empec¨¦ en mi propia casa, con algunos cuadritos, y acab¨¦ dando mi vida por el arte", explica. Habla de cada uno de los pintores y escultores que forman parte de la muestra como si lo hiciera de su propia familia. "Muchos despegaron aqu¨ª", a?ade orgulloso. Serrano conoce cada detalle de sus trayectorias profesionales. Algunos acudieron a la inauguraci¨®n el 18 de diciembre. La fiesta se celebr¨® por todo lo alto. El polifac¨¦tico Antonio G¨®mez mostr¨® un documental fotogr¨¢fico llamado El Aai¨²n, 1974. El colectivo Laca Digital prepar¨® un happening llamado Con raz¨®n, Coraz¨®n.
Antes de volver al mundo real, son indispensables para el visitante los bodegones casi imperceptibles de Juan Carlos L¨¢zaro, la insinuaci¨®n m¨¢s sutil en el m¨ªnimo significante. Los objetos apenas se diferencian en el lienzo bajo una bruma espesa de colores tenues. Para finalizar, obras que permanecen. El escultor extreme?o Olegario mont¨® in situ, como regalo a la galer¨ªa, una enorme escalera de hierro giratoria, muy est¨¦tica, dividida en dos secciones, que forma parte ya, para siempre, de una nave industrial con mucho arte.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.