"No me apetece hacer humor donde hay dolor"

El restaurante est¨¢ en un centro comercial de la localidad madrile?a de Alcobendas, el due?o se llama Cipri y la cocina es ?tailandesa? Jos¨¦ Mota (Montiel, Ciudad Real, 1965) acude siempre que el trabajo se lo permite a este local, decorado con orqu¨ªdeas y fuentes manando, uno de esos sitios donde adem¨¢s de comer se pueden tomar copas hasta las tantas de la madrugada. A Mota le sirven un combinado a base de arroz, brotes de soja y verduras que encaja perfectamente en su particular dieta sin grasas ni l¨¢cteos, la ¨²nica que admite su estresado organismo. "Necesito descansar", aclara el humorista de moda. Acaba de rodar la gala con la que TVE dar¨¢ las campanadas de Nochevieja, una parodia de Pulp Fiction que se le ocurri¨® mientras dorm¨ªa, en la que Rajoy y Rubalcaba tienen papeles estelares. "Con este he protagonizado 13 programas de fines de a?o, hemos mantenido La hora de Jos¨¦ Mota durante 18 meses, particip¨¦ con Santiago Segura en el musical de Los productores de Mel Brooks...".

"Por suerte, soy de pueblo; en la ciudad solo escucho ruidos", dice el humorista

Suena cansino, que dir¨ªa uno de sus personajes, pero ya baraja nuevos retos profesionales, como protagonizar la pr¨®xima pel¨ªcula de Alex de la Iglesia. Mientras llega el rodaje, le da vueltas a la idea de recuperar los sketches en directo, ante un p¨²blico no demasiado numeroso, como cuando empez¨® a actuar en p¨²blico y triunfaban Tip y Coll. Al llegar a Madrid se matricul¨® en la Facultad de Bellas Artes, pero la vocaci¨®n humor¨ªstica pes¨® m¨¢s que la art¨ªstica. Empez¨® a actuar con Juan Mu?oz, con el que form¨® Cruz y Raya, su pareja art¨ªstica durante 20 a?os, y abandon¨® la carrera. La separaci¨®n de Juan Mu?oz se zanja con un "nos apetec¨ªa volar por separado", pero se extiende hablando del humor con may¨²sculas, un g¨¦nero que no envejece. "Gila no ha pasado de moda, alude al esp¨ªritu humano, a c¨®mo somos. Se trata de retratar lo que ves, aunque en mi caso reconozco que me he ido despojando de muchos miedos e inseguridades".

Naci¨® con una predisposici¨®n natural a la comedia y a la risa. A los siete a?os, Mota ya andaba haciendo imitaciones en el sal¨®n de su casa. "Mi hermana avisaba a los vecinos y yo actuaba para ellos", a?ade mientras espera un pescado al vapor. "Por suerte, soy de pueblo; en la ciudad solo escucho ruidos. Lo que hago es relanzar muchas de las cosas que he vivido: La Mancha ha sido la gran olvidada y ya era tiempo de recuperarla". Su humor sin groser¨ªas, con personajes como La Blasa, el Capit¨¢n Fanegas o El T¨ªo de la Vara, va dirigido a un p¨²blico de todas las edades. "Quer¨ªamos un programa que pudiera ver junta toda la familia en el sof¨¢, con cr¨ªticas de fondo pero sin vinagre. No me apetece hacer humor donde hay dolor, las Torres Gemelas y el 11-M no admiten bromas". Frikadas como "te fuiste con un tasador de melones", "ola de destrucci¨®n vareo y escamoche", "?se?or, ll¨¦vame pronto!" o "so asqueroso, te voy a devolver la pasta, s¨ª, pero hoy no. ?Ma?ana!" se escuchan en bares y en las colas de los bancos.

Mota, que trabaja con un equipo de guionistas, ha sido galardonado con el Premio Ondas 2010 por La hora de Jos¨¦ Mota -el programa se ha editado en DVD-. "No me puedo quejar. Estoy recogiendo todo lo bonito que te devuelve el trabajo".