Olot rebusca en su autoestima
300 personas se suman a un acto para defender la imagen de la ciudad tras los cr¨ªmenes del celador y el alba?il
S¨ªlvia Reixach y Anna Dom¨¨nech forman un corrillo junto a varias mujeres. Todas representan a distintas asociaciones de Olot hastiadas de la imagen que se transmite de su ciudad. "En Olot tambi¨¦n pasan cosas buenas", repiten. Ellas y cerca de 300 personas se reunieron ayer en la plaza Major del pueblo para sacar pecho y decir que est¨¢n "indignadas" porque Olot "solo sale en los medios de comunicaci¨®n cuando hay que lamentar una tragedia".
En dos meses, en la ciudad, de unos 35.000 habitantes, se han conocido 15 asesinatos: 11 ancianos a manos del celador de La Caritat, Joan Vila, y dos trabajadores de la Caja de Ahorros Mediterr¨¢neo (CAM), Rafel Turr¨® y Anna Pujol, y el padre e hijo Joan y ?ngel Tubert, v¨ªctimas del alba?il Pere Puig.
"Llevamos ya unos cuantos a?os, desde que pas¨® el secuestro [de la farmac¨¦utica Maria ?ngels Feliu]
en los que solo se habla de Olot para lo malo", se quej¨® ayer Anna. Su opini¨®n era el runr¨²n generalizado en una concentraci¨®n convocada por el Centre d'Iniciatives Tur¨ªstiques d'Olot (CIT), una entidad sin ¨¢nimo de lucro arraigada en el municipio.
A la una en punto, la actriz olotina Marta Puig ley¨® un comunicado en el que pidi¨® "que Olot se sobreponga a la adversidad con lo mejor que tiene: su gente". Tambi¨¦n anim¨® a que la sociedad participe en un "resurgimiento", "un nuevo impulso de vitalidad" para que Olot "pueda brillar aqu¨ª y en todo el mundo". "El futuro depende de nosotros y empieza hoy. Salgamos todos juntos a recibirlo", acab¨®.
Al acto asisti¨® el alcalde de la ciudad, Llu¨ªs Sacrest (PSC), el director de la residencia de La Caritat, Joan Sala, y varios directivos de la CAM, seg¨²n explic¨® un portavoz de la entidad organizadora. La concentraci¨®n se suma al minuto de silencio que convoc¨® el Ayuntamiento para condenar las muertes, al pleno extraordinario para decretar tres d¨ªas de duelo y al edicto municipal para animar a los vecinos a reponerse.
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