Doce meses raros, raros, raros

Internet es el pu?o que ha golpeado la falsamente homog¨¦nea superficie de la realidad y la ha hecho estallar en mil pedazos. Las audiencias son cada vez m¨¢s globales, pero se acab¨® la dictadura de lo masivo. 2010 ha sido el a?o de la fragmentaci¨®n, de la especializaci¨®n y del triunfo del nicho. En cine, en televisi¨®n o en la propia Red se vive la venganza de lo que antes fue marginal y ahora exhibe con orgullo el valor de su diferencia.

- Poder¨ªo 'freak'. La que fuera compa?era fe¨ªta y rarita del colegio neoyorquino de Paris Hilton, Lady Gaga, se convirti¨® en 2010 en la artista m¨¢s popular en YouTube y Facebook. Los marginados del club de canto de instituto americano de la serie multiplataforma Glee dominaron la televisi¨®n, iTunes y las webs de cotilleos con su musical de orgullo filogay. Los chistes sobre f¨ªsicos e ingenieros de The big bang theory implosionaron en el epicentro de la galaxia nerd para convertirla en la sitcom favorita de la blogosfera. Tavi Gavinson, la exc¨¦ntrica preadolescente transformada en exc¨¦ntrica bloguera de moda, se consolid¨® como icono de estilo y front-rower m¨¢s joven de la historia. Los improbables superh¨¦roes de las adaptaciones cinematogr¨¢ficas de Scott Pilgrim contra el mundo y Kick Ass demostraron sex-appeal friqui en la taquilla. Y hace solo unos d¨ªas, la revista Time eleg¨ªa al fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, el nerd del milenio, como nuevo amo del universo.

- Ciberonanismo. Formspring.me, la red social de preguntas y respuestas, salt¨® a la fama a principios de a?o como la web en la que poder acosar e insultar an¨®nima e impunemente a cualquier desgraciado, pero con el tiempo se fueron consolidando ciertas posibilidades creativas y, de nuevo, onanistas. A trav¨¦s de ella, un usuario sin abuela puede responder al interminable cuestionario al que le someten sus an¨®nimos fans o haters. El bloguero Popy Blasco, el usuario m¨¢s popular en Espa?a (casi 9.000 preguntas respondidas), lo explica as¨ª: "Con Formspring se experimenta el grado de adicci¨®n que muchos tienen a hablar de s¨ª mismos, as¨ª como la intenci¨®n de comprobar los l¨ªmites de la exposici¨®n p¨²blica". Luna Miguel, jovenc¨ªsima escritora, distingue esta plataforma de otras por ser "m¨¢s literaria, m¨¢s jugosa. Te hace escribir y reaccionar, y eso en la era del 'me gusta' ya es mucho". Algunos de sus m¨¢s de 16 millones de miembros ya conocen al portal como Freudspring.

- El ocultismo es la ¨²ltima frontera del pop. La explosi¨®n de Salem, la banda de Michigan, ha sido la gran responsable de la r¨¢pida expansi¨®n de un vocablo que pretende definir un subg¨¦nero dif¨ªcil de encasillar. Heredero del chillwave que acu?aron bandas como Washed Out o Neon Indian y de la tendencia drag, literalmente "arrastrar", el witch-house introduce elementos del hip-hop para dar un resultado macabro, asfixiante y fascinante. Aparte de Salem, los protagonistas del fen¨®meno, de momento, son bandas como oOoOO y White Ring y los sellos Tri Angle y Disaro. Todos norteamericanos.

- El triunfo del cine experimental autoreferencial. La concesi¨®n de la Palma de Oro del ¨²ltimo Festival de Cannes a Uncle Boonmee recuerda sus vidas pasadas, de Apichatpong Weerasethakul, es el reconocimiento del establishment a un tipo de cine radical, de dif¨ªcil distribuci¨®n, que busca nuevas formas de narraci¨®n a trav¨¦s de la tecnolog¨ªa. La pel¨ªcula del tailand¨¦s, un retrato aleg¨®rico del cine tal y como lo conoc¨ªamos hasta ahora, combina homenajes en 35 mm a la serie B de su pa¨ªs natal con fragmentos en estricto digital, entremezclando ficci¨®n y documental, una de las se?as que han definido el cine alternativo de la anterior d¨¦cada. El a?o acaba con el simb¨®lico estreno en salas comerciales de Film Socialisme, de Godard. Otro particular homenaje al cine contempor¨¢neo a trav¨¦s de un mosaico de im¨¢genes discontinuo que alterna citas filos¨®ficas, escenas de un crucero rodadas en HD o tel¨¦fonos m¨®viles y planos sacados de otras pel¨ªculas preexistentes.

- Vuelta de la cultura de club. Espa?a es ese pa¨ªs que en menos de cinco a?os pasa de tener en cada pueblo una discoteca Pk2 llena de gente que no entiende que una sala pueda albergar varios clubes a entregarse al rescate de la cultura de club que hemos vivido este a?o a lo bestia. Noches con nombres como Monta?a sagrada, La Fiestinchi (ambos en Nasti, Madrid), Dirty Dancing Medieval Rhapsody (Razzmatazz, Barcelona) o Noche de Reinas (Nitsa 2, Barcelona) nos han dejado con la misma mezcla de sue?os h¨²medos y sudores fr¨ªos del d¨ªa siguiente, pero tras pasar la noche (tem¨¢tica) en estados mentales m¨¢s que en lugares.