EE UU no dio 'luz verde' a Sadam Husein para que invadiera Kuwait
El presidente iraqu¨ª, desesperado por la ruina del pa¨ªs tras la guerra con Ir¨¢n
?Dio Estados Unidos luz verde a la invasi¨®n iraqu¨ª de Kuwait en el verano de 1990? Es lo que sugirieron entonces algunos medios ¨¢rabes. Se basaban en una filtraci¨®n iraqu¨ª del di¨¢logo que mantuvieron el presidente Sadam Husein y la embajadora norteamericana April Glaspie una semana antes de que las tropas iraqu¨ªes cruzaran la frontera del emirato. Los despachos diplom¨¢ticos a los que ha tenido acceso EL PA?S desmienten esa eventualidad. Aunque aparece la frase en la que se apoy¨® aquella interpretaci¨®n ("no tomamos partido ante estos asuntos ¨¢rabes"), se refiere a la delimitaci¨®n de la frontera y no al enfrentamiento por el precio del petr¨®leo que inflam¨® el conflicto entre Bagdad y Kuwait. El resumen que Glaspie hace de la audiencia transmite una gran preocupaci¨®n de Washington por la tensi¨®n regional, y refleja a un Sadam desesperado ante la ruina econ¨®mica en que ha quedado su pa¨ªs tras la guerra con Ir¨¢n (1980-1988) y que se siente traicionado por sus vecinos (documento 372).
"Irak sufre y Kuwait se comporta de manera mezquina", asegura Sadam "Ustedes quieren que baje el precio del petr¨®leo", dice el dictador a EE UU
Sadam convoca a la embajadora estadounidense a mediod¨ªa del 25 de julio de 1990, un hecho inusual, seg¨²n explica ella misma en el telegrama que env¨ªa a Washington. "Hasta donde alcanza la memoria del actual cuerpo diplom¨¢tico, Sadam nunca ha convocado a un embajador. Est¨¢ preocupado", interpreta Glaspie. Mucho m¨¢s que preocupado si nos atenemos a su relato.
"Irak, subraya el presidente, se encuentra en graves dificultades financieras, con deudas de 40.000 millones de d¨®lares", escribe Glaspie. No es solo cuesti¨®n de dinero. Sadam defiende que su pa¨ªs, "cuya victoria en la guerra contra Ir¨¢n supuso una diferencia hist¨®rica para el mundo ¨¢rabe y Occidente, necesita un plan Marshall". Sin embargo, se queja a la embajadora: "Ustedes quieren que baje el precio del petr¨®leo". Y ah¨ª radica la esencia del problema, tal como revel¨® el propio l¨ªder iraqu¨ª dos meses antes durante la cumbre ¨¢rabe de la que fue anfitri¨®n.
Las notas que esta corresponsal guarda de aquella cita recogen ya la frustraci¨®n de Sadam ante la falta de solidaridad de sus vecinos kuwait¨ªes y emirat¨ªes una vez que Bagdad aplac¨® al Ir¨¢n revolucionario. Sus principales acreedores, Arabia Saud¨ª y Kuwait, se niegan a perdonarle la deuda. Adem¨¢s, Bagdad acusa a Kuwait de estar extrayendo m¨¢s crudo del pactado en la OPEC, lo que presiona a la baja el precio del petr¨®leo y da?a la econom¨ªa iraqu¨ª. El dirigente iraqu¨ª se siente traicionado.
"Irak, que ha tenido cientos de miles de v¨ªctimas, est¨¢ sufriendo, y Kuwait se comporta [de forma] 'mezquina y ego¨ªsta", se queja el presidente, que adem¨¢s sospecha que el Gobierno de EE UU est¨¢ utilizando a Kuwait y Emiratos ?rabes Unidos (EAU) como "puntas de lanza" porque le interesa un combustible barato. "Quienes fuerzan los precios del petr¨®leo a la baja est¨¢n entablando una guerra econ¨®mica e Irak no puede aceptar semejante violaci¨®n a su dignidad y prosperidad", advierte Sadam. "Igual que Irak no amenazar¨¢ a otros, tampoco aceptar¨¢ ninguna amenaza en su contra", a?ade dando a entender que se cree v¨ªctima de un complot.
Al concluir la guerra entre Ir¨¢n e Irak, Sadam espera reconocimiento por haber contenido la expansi¨®n iran¨ª. Sin embargo, se encuentra con que ahora es su r¨¦gimen el que provoca recelos entre los ¨¢rabes.
"Esperamos que el Gobierno de EE UU no nos malinterprete", pide Sadam a Glaspie. "Irak acepta, como dijo el portavoz del Departamento de Estado, que cada pa¨ªs puede elegir a sus amigos. Pero el Gobierno de EE UU sabe que fue Irak, y no el Gobierno de EE UU, el que protegi¨® decisivamente a esos amigos del Gobierno de EE UU durante la guerra, lo cual es comprensible dado que la opini¨®n p¨²blica de EE UU (...) hubiera hecho imposible para los estadounidenses aceptar 10.000 muertos en una sola batalla, como hizo Irak".
El presidente iraqu¨ª ve el compromiso de Washington con la defensa de sus amigos del golfo P¨¦rsico como "una toma de posici¨®n flagrante en contra del Gobierno de Irak". Tambi¨¦n denuncia que sus "maniobras [militares] con EAU y Kuwait (sic) les animan en sus pol¨ªticas poco generosas". Se queja de que EE UU dice querer paz, pero le "aprieta las tuercas", y subraya que "Irak tendr¨¢ que responder si EE UU sigue usando esos m¨¦todos".
"?C¨®mo podemos hacerles entender [a Kuwait y EAU] cu¨¢nto estamos sufriendo?", se pregunta Sadam. "Cr¨¦ame, lo he intentado todo: hemos despachado enviados, escrito mensajes y pedido [al rey saud¨ª] Fahd que organice una cumbre cuatripartita", trata de convencer a la embajadora. El presidente le recuerda que los iraqu¨ªes saben lo que es la guerra y no quieren volver a sufrirla. "No nos empujen a ella, no la conviertan en la ¨²nica opci¨®n con la que podamos proteger nuestra dignidad", casi implora tras haber dejado claro que "Irak sabe que el Gobierno de EE UU puede enviar aviones y cohetes, y da?arle gravemente".
Glaspie no parece malinterpretar a Sadam. Le expresa la preocupaci¨®n de su Gobierno por las agresivas declaraciones de los altos cargos iraqu¨ªes. "?No es razonable que nos preocupemos cuando el presidente y el ministro de Exteriores dicen en p¨²blico que las acciones kuwait¨ªes equivalen a una agresi¨®n militar, y a continuaci¨®n nos enteramos del env¨ªo a la frontera de numerosas unidades de la Guardia Republicana? ?No es razonable que preguntemos, con esp¨ªritu amigable y no de enfrentamiento, cu¨¢les son sus intenciones?", plantea. Dos d¨ªas antes, un informe de la CIA ha advertido de que Irak ha desplazado 30.000 tropas a la linde con Kuwait. La V Flota estadounidense, con base en el golfo P¨¦rsico, se ha puesto en alerta.
La embajadora asegura en el telegrama haber dejado claro que EE UU nunca podr¨¢ "aceptar el arreglo de los conflictos m¨¢s que por medios pac¨ªficos". La famosa frase fuera de contexto que parece dar luz verde a la invasi¨®n solo aparece en una nota final. Sadam menciona el acuerdo de 1961 por el que Irak y Kuwait establecieron "una l¨ªnea de patrulla" para su frontera pendiente de delimitar. Los kuwait¨ªes acusan a los iraqu¨ªes de haberse adentrado 20 kil¨®metros m¨¢s all¨¢. Glaspie, que recuerda que 20 a?os antes ha estado destinada en el emirato, se?ala: "Entonces, como ahora, no tomamos partido en estos asuntos ¨¢rabes".
Si a pesar de la angustia que transmite Sadam, la embajadora no da la se?al de alarma sobre el riesgo de una acci¨®n a la desesperada es porque el propio l¨ªder iraqu¨ª le informa de una mediaci¨®n de Hosni Mubarak. De hecho, Sadam interrumpe la audiencia para atender la llamada urgente del presidente egipcio. Hosni Mubarak ha organizado una reuni¨®n entre iraqu¨ªes y kuwait¨ªes en Riad, la capital saud¨ª, tras la cual "el 28, el 29 o el 30 de julio, el pr¨ªncipe heredero de Kuwait viajar¨¢ a Bagdad para las negociaciones en serio", escribe Glaspie. "Le he dicho a Mubarak que no pasar¨¢ nada hasta entonces", cuenta que le dijo Sadam.
La reuni¨®n se celebra finalmente en Yeddah el 31 de julio y no consigue desbloquear la crisis. Tampoco el heredero kuwait¨ª viaja a Bagdad. Sadam invade Kuwait durante la noche del 1 al 2 de agosto. Esa ma?ana la Embajada estadounidense no logra comunicar con ninguno de sus interlocutores en el Ministerio de Exteriores iraqu¨ª. Ni el titular, Tarek Aziz, ni el vicesecretario Saad Hamdun, responden al tel¨¦fono. "Hemos intentado repetidamente desde las 6.30 (...) y se lo estamos recordando cada 10 minutos. A las 7.10 nos dicen que ambos est¨¢n en una reuni¨®n", escribe el oficial de comunicaciones Charles Wilson (documento 379). La Embajada ha formado un equipo de crisis y la prensa iraqu¨ª no hace ninguna menci¨®n a la invasi¨®n, a?ade el telegrama.
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