La conquista de Londres
El grupo de Getxo We Are Standard triunfa en el mercado brit¨¢nico - Premios, giras y un nuevo disco han marcado un a?o de trabajo
Sobran adjetivos para definir a We Are Standard. El grupo de Getxo ha sido calificado por la prensa especializada como perfeccionista, obsesivo o exc¨¦ntrico. "Excesivos, ambiciosos, radicales", aclaran ellos si se les pregunta. La formaci¨®n cerr¨® en Nochevieja, en el Kafe Antzokia de Bilbao, un a?o excepcional. A finales de 2009 el grupo recib¨ªa el premio MTV al Mejor Artista Espa?ol, y 2010 les llev¨® a recorrer en una gira exhaustiva toda la pen¨ªnsula y parte de Europa. Y ello sin olvidar la edici¨®n y publicaci¨®n tras el verano de The golden league, un disco de remezclas de artistas como John Talabot, Anoraak, CFCF, Requesters o David E Sugar.
Los de Getxo triunfan en Londres, en un mercado en el que muy pocos artistas espa?oles pueden siquiera so?ar. "Hemos sido muy afortunados. Tuvimos esa pizca de suerte para que las cosas funcionen, pero tambi¨¦n hemos currado como perras", aclaran sus componentes en una entrevista celebrada en el local donde cerraron el a?o.
"Hemos sido afortunados, pero tambi¨¦n hemos currado como perras", explican
Un premio MTV que recibieron en 2009 contribuy¨® a lanzar su carrera
La suerte comenz¨® a sonre¨ªr a We Are Standard en 2005, cuando ganaron el concurso Proyecto Demo organizado por el Festival Internacional de Benic¨¤ssim. "Creemos que la mejor inversi¨®n es el trabajo", apuntan y precisan su receta para sonar en medio mundo: "La falta de complejos". "En los noventa hubo muchos complejos [en Espa?a] y muchos sellos, mucho amateurismo, excusas. No hemos tenido miedo a la hora de compararnos con los grupos que m¨¢s nos gustan y que pensamos que son lo mejor ahora mismo por ah¨ª fuera".
La formaci¨®n acumula en el mercado varios trabajos (30.000w 40.000v, We Are Standard, The Last Time o The Impossible Mixes) y afirman tener como referentes a Bob Dylan, The Clash, Happy Mondays o The Velvet. El directo es una de sus grandes bazas, con actuaciones con dos bater¨ªas.
En su segundo disco, We Are Standard, con nueve temas, invirtieron ocho meses de grabaci¨®n, un trabajo minucioso que se desarroll¨® en Londres. Ahora aseguran que no volver¨ªan a dedicarr tanto tiempo a un disco. "A la hora de componer temas, traemos ideas, trabajamos ideas juntos, las desarrollamos, hacemos jams, improvisamos, grabamos, depuramos, maquetamos, los cambiamos, m¨¢s r¨¢pido, m¨¢s lento", describen.
Aunque ya haya recorrido parte del camino que conduce al ¨¦xito, la formaci¨®n sostiene que todav¨ªa les queda "un mont¨®n, much¨ªsimos" sue?os por cumplir. "Comprarnos una casa con psicina y front¨®n", ironizan. O mejor, "ir a tocar a Tokio, formar parte de la escena tokiota". De momento, su segundo disco ha llegado hasta Oriente sin lograr una gran repercusi¨®n, explican: "No ha sido un bombazo, pero tampoco ha ido mal". Pues eso, ya solo falta esperar a que revolucionen Jap¨®n.
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