Am¨¦rica Latina recela de la expansi¨®n de China
Pek¨ªn ya es el principal socio comercial de Chile, Per¨² y Argentina
"?De verdad que les cree?". Interrogante sin respuesta en el ¨²ltimo rengl¨®n de un telegrama enviado a Washington por la Embajada estadounidense en Pek¨ªn el 27 de febrero de 2009. El entonces encargado de Negocios, Daniel Piccuta, recog¨ªa la pregunta de la primera secretaria de la misi¨®n brasile?a, Daniella Menezes, en una conversaci¨®n sobre el desembarco de China en Am¨¦rica Latina. Los analistas contactados por Piccuta hab¨ªan rechazado que el inter¨¦s chino guardase relaci¨®n alguna con Estados Unidos. Menezes no lo cre¨ªa as¨ª: "Las relaciones de EE UU y Am¨¦rica Latina han sido ignoradas por la Administraci¨®n Bush y China busca llenar ese vac¨ªo". La charla se produc¨ªa mientras el vicepresidente chino, Xi Jinping, y el viceprimer ministro, Hui Liangyu, manten¨ªan una gira de 15 d¨ªas por la regi¨®n. Un viaje que desencaden¨® una lluvia fina de despachos con destino a Washington.
"No queremos ser la siguiente ?frica de China", dice un alto cargo mexicano
"La falta de realismo" de Argentina desconcert¨® a la delegaci¨®n china
Las palabras de Xi Jinping a su paso por M¨¦xico -un "arrebato", seg¨²n afirma Piccuta en el mismo telegrama- no ayudaron a bajar la guardia. "Hay extranjeros bien alimentados y sin nada que hacer", afirm¨® el dirigente chino, "que apuntan a China y hacen acusaciones innecesarias". "China no exporta la revoluci¨®n", continu¨® Xi. "China no quiere exportar el hambre ni la pobreza. No os causamos problemas. ?Qu¨¦ m¨¢s se puede decir sobre nosotros?".
El mensaje de despedida de Xi es recurrente en varios telegramas. Un cable del 10 de marzo enviado por la encargada de Negocios en M¨¦xico, Leslie Bassett, recoge la reacci¨®n de Neil D¨¢vila, responsable de ProM¨¦xico (organismo gubernamental de promoci¨®n del comercio y las inversiones), a las palabras de Xi: "Nosotros no queremos ser la siguiente ?frica de China", afirm¨® D¨¢vila. "Necesitamos ser due?os de nuestro propio desarrollo".
No es esta la ¨²ltima vez que se lee en los cables un rechazo al modelo africano. Durante una reuni¨®n en Shangh¨¢i entre la c¨®nsul estadounidense, Beatrice Camp, y su hom¨®logo brasile?o, Marcos Caramuru de Paiva, este, como relata un informe del 15 de marzo, afirm¨® que los "inversores chinos piensan que Am¨¦rica Latina y ?frica son lo mismo". "No entienden ni intentan entender las regulaciones locales", continu¨® De Paiva.
El funcionario brasile?o explic¨® que el estir¨®n de las inversiones chinas respond¨ªa a un mandato gubernamental. Seg¨²n recoge el telegrama, De Paiva manifest¨® que el prop¨®sito de China era "despejar el camino" a inversiones en la miner¨ªa y agricultura. "La estrategia de China es muy clara: est¨¢n haciendo todo lo posible por controlar el suministro de materias primas".
China es destino de un tercio de las ventas de estos productos desde Brasil, seg¨²n cifras del Banco Mundial. Y es ya el principal socio de Chile, Per¨² y Argentina. Las exportaciones desde Am¨¦rica Latina hacia China han crecido de un 0,8% a un 10% entre 1990 y 2008, mientras que las destinadas a Estados Unidos se han reducido del 44% al 37%. Y junto al comercio se abre paso la inversi¨®n de empresas chinas.
"Colombia recela de los motivos de China y de sus poco estrictos est¨¢ndares laborales y medioambientales", traslad¨® el agregado comercial colombiano en Pek¨ªn, Alejandro Ossa, a Daniel Piccuta, seg¨²n un despacho del 30 de marzo de 2009. Ossa asegur¨® durante el encuentro que la inversi¨®n china "responde a una directiva clara" del Gobierno. Y como ejemplo, el viraje emprendido por la firma china Haier desde Venezuela a Colombia, por ser este un mercado "m¨¢s abierto" y "estable". O la presencia de la empresa Huawei en Venezuela, "instruida" para invertir all¨ª tras la visita de Hugo Ch¨¢vez a Pek¨ªn en 2006. "El inter¨¦s de China est¨¢ motivado por el deseo de expandir su influencia", coment¨® el agregado colombiano. No obstante, Ossa expres¨® que su pa¨ªs "no est¨¢ dispuesto a ser pisoteado por China, como ocurre con ?frica y Venezuela".
A lo que s¨ª est¨¢ dispuesta Argentina es a un "ritmo" m¨¢s r¨¢pido de sus relaciones con China, su segundo mercado en todo el mundo. Pero aqu¨ª, el recelo va por barrios. El c¨®nsul argentino en Shangh¨¢i, Eduardo R. Ablin, seg¨²n apunta el telegrama del 15 de marzo de ese a?o, expres¨® tras la visita de Hui que la inversi¨®n china en el pa¨ªs segu¨ªa a¨²n un "ritmo modesto", con "m¨¢s palabras que acciones".
En este sentido, y seg¨²n se desprende en una charla entre el embajador de Estados Unidos en Buenos Aires, Earl A. Wayne, y su hom¨®logo chino, Zeng Gang, la delegaci¨®n china regres¨® a Pek¨ªn con un gesto de "incredulidad" ante la "falta de realismo" de las demandas del Gobierno Kirchner. "?Qui¨¦n prestar¨ªa dinero sin condiciones?", pregunt¨® Zeng de forma ret¨®rica durante la cita.
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