La crisis se instala en el Gobierno de Vilagarc¨ªa
Una deuda de 2,5 millones y unas pol¨¦micas obras sacuden al PSOE local
En apenas un mes, el escenario pol¨ªtico que se ha abierto para los socialistas en Vilagarc¨ªa se lo ha puesto todav¨ªa m¨¢s f¨¢cil al Partido Popular de lo que ya pronosticaban las encuestas. A la deuda de 2,5 millones de euros que repentinamente ha tenido que asumir el Ayuntamiento por una m¨¢s que cuestionable gesti¨®n de la alcaldesa, la socialista Dolores Garc¨ªa, se ha unido ahora la dimisi¨®n in extremis del concejal de Urbanismo, su compa?ero de partido Marcelino Abu¨ªn, tras ordenar el derribo de unos bancos que integraban el antiguo mobiliario del jard¨ªn de referencia en la ciudad.
La deuda, que supone el 10% del presupuesto ordinario del Ayuntamiento, corresponde a los fondos de un proyecto que hace cuatro a?os subvencion¨® el Ministerio de Industria y que acaba de reclamar al consistorio, al no haber sido capaz de reorientar el dinero para no perderlo en la construcci¨®n de un aparcamiento en los terrenos del recinto ferial de Fexdega. Por si esta situaci¨®n de bancarrota fuera poco, las cr¨ªticas arreciaron contra la alcaldesa cuando se supo que la reclamaci¨®n de Industria fue silenciada durante tres semanas, incluso a su propio partido, y que solo la conoc¨ªan el propio Abu¨ªn y la portavoz del equipo de gobierno.
Tras renunciar la alcaldesa a la reelecci¨®n, dimite el edil de Urbanismo
El socio del PSdeG en el Ejecutivo local, el BNG, fue el primero en censurar la "ocultaci¨®n". Su portavoz, Xos¨¦ Castro Rat¨®n, calific¨® el fiasco de "grave deslealtad", y despu¨¦s vinieron las acusaciones de despilfarro del PP y de los independientes de IVIL, que ya hab¨ªan advertido de lo que podr¨ªa avecinase si las gestiones para el aparcamiento no fructificaban y hab¨ªa que devolver el dinero.
En plena crisis de credibilidad para la alcaldesa, a cinco meses de los comicios municipales, se precipitaban los acontecimientos para Marcelino Abu¨ªn, el hombre de confianza del partido al inicio de esta legislatura y persona clave para que la dimisi¨®n del candidato electo en las pasadas elecciones, el ex comisario Enrique Le¨®n, no pareciese forzada por el aparato socialista. Le¨®n renunci¨®n despu¨¦s de haber recibido el bast¨®n de mando, cuando la Junta Electoral decretaba la incompatibilidad del ex polic¨ªa para acceder al cargo.
La dimisi¨®n irrevocable del concejal, el cuarto que abandona el equipo de gobierno en esta legislatura, se produc¨ªa la pasada semana, cuando la presi¨®n vecinal hizo que la ejecutiva socialista se posicionara a favor de sus reivindicaciones y en contra de la decisi¨®n del edil de Urbanismo de derribar los bancos de azulejos arabescos casi centenarios. As¨ª, Abu¨ªn se qued¨® solo en medio de una tormenta medi¨¢tica que trat¨® de superar con argumentos t¨¦cnicos que avalaban un proyecto presentado hace m¨¢s de un a?o sin que, entonces, suscitara la m¨¢s m¨ªnima controversia.
El concejal defendi¨® la idoneidad de su proyecto y afirm¨® que lo que reivindican los vecinos vulnera los criterios de regeneraci¨®n patrimonial, que en ning¨²n caso contemplan las adiciones mim¨¦ticas de elementos y estilos de tiempos pasados. "Lo que se pretende es crear un falso hist¨®rico, una contradicci¨®n insalvable, y las cuestiones pol¨ªticas pueden ser debatidas, no as¨ª las profesionales" , afirm¨® tajante Marcelino Abu¨ªn.
Y todo ello en un ambiente de recambio pol¨ªtico, despu¨¦s de que la alcaldesa y el propio Abu¨ªn anunciaran su decisi¨®n de no repetir en la pr¨®xima candidatura socialista. Una posibilidad que ya se ven¨ªa fraguando, despu¨¦s de una legislatura econ¨®micamente muy complicada, no solo por la ca¨ªda en picado de los ingresos municipales derivada por la crisis del ladrillo, sino tambi¨¦n por una plantilla sobresaturada que el ayuntamiento hered¨® de las ¨¦pocas de bonanza.
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