El pago de una deuda

Todav¨ªa carecemos de noticias fiables sobre la pr¨®xima gira de los Rolling Stones, que podr¨ªa tener lugar en 2012. Sin embargo, rompiendo su imagen de millonarios indolentes, el grupo se ha propuesto pagar una deuda de honor: estar¨¢ presente en Boogie with Stu, proyecto del joven pianista Ben Waters en memoria de quien fuera primer teclista de los Stones, Ian Stewart, fallecido en 1985, a la edad de 47 a?os.

La canci¨®n escogida es Watching the river flow, un reflexivo blues de piano que Bob Dylan compuso hacia 1971. Por si esa combinaci¨®n no resultara suficientemente atractiva, esa grabaci¨®n juntar¨¢ al grupo actual -Mick Jagger, Keith Richards, Ronnie Wood, Charlie Watts- con su primer bajista, Bill Wyman, que les abandon¨® en 1992. Est¨¢ previsto que Boogie with Stu salga el 8 de marzo.

El m¨²sico es un mito entre los brit¨¢nicos que practican el 'blues' urbano

El homenajeado se merece ese esfuerzo extra. Ian Stu Stewart tocaba el piano en la formaci¨®n original de los Rolling Stones (y llevaba su contrataci¨®n) hasta que, en la primavera de 1963, el m¨¢nager Andrew Loog-Oldham decidi¨® prescindir de sus servicios: con su mand¨ªbula cuadrada, amor por el golf y aspecto pulcro, Stewart no encajaba en la imagen del grupo de rebeldes-con-causa que planeaba Oldham, aparte de romper la "unidad ¨¦tnica" (Ian era un escoc¨¦s entre cinco ingleses).

Todos los implicados aceptaron la decisi¨®n de su descubridor, aunque se les qued¨® cierta amargura en la boca. A¨²n hoy, Keith Richards tira balones fuera. En su autobiograf¨ªa, Vida, lo justifica como una cuesti¨®n econ¨®mica: "El contrato con Decca hizo que Stu tuviera que bajarse en marcha: seis t¨ªos son muchos t¨ªos y el que sobra es, evidentemente, el pianista".

Los posibles remordimientos quedaron apaciguados por la lealtad perruna de Stewart, que acept¨® desaparecer de las fotos y se recicl¨® en ayudante para las giras. Tambi¨¦n sigui¨® colaborando en el estudio, grabando piano, ¨®rgano o percusi¨®n en muchos discos de los Stones. Su car¨¢cter de empleado no impidi¨® que ejerciera de conciencia musical del grupo, insistiendo para que no se alejaran demasiado del blues que les inspir¨®; en esa eterna pelea, formaba bloque con los miembros m¨¢s puristas, Bill Wyman y Charlie Watts.

Stewart no ten¨ªa voto, pero s¨ª voz. Seg¨²n Jagger, Stewart era una especie de bar¨®metro de sus creaciones: "Cuando ensay¨¢bamos una nueva canci¨®n, confi¨¢bamos en que ¨¦l nos diera su aprobaci¨®n". Y se quedaron consternados cuando mor¨ªa a finales de 1985, derribado por un ataque al coraz¨®n, en la sala de espera de un doctor londinense. Dos meses despu¨¦s, los Stones alquilaron el 100 Club, un peque?o local de Oxford Street, para realizar un concierto privado en recuerdo al desaparecido. El disco siguiente del grupo, Dirty work, se cerraba con una r¨¢faga del Key to the highway, interpretado con br¨ªo por Ian.

Con el tiempo, la leyenda de Ian Stewart ha ido creciendo. Asombrosamente, el escritor Ian Rankin asegur¨® que Stewart figuraba entre los inspiradores de su gran personaje, el detective escoc¨¦s John Rebus. Sobre todo, Stewart es un mito entre la subcultura de los m¨²sicos brit¨¢nicos que practican el blues urbano, el boogie-woogie y el jazz de gran orquesta, los estilos favoritos del difunto.

A ese mundillo pertenece el responsable del homenaje, Ben Waters, exuberante pianista y cantante que suele tocar en jam sessions con Charlie Watts o con el hermano de Mick, Chris Jagger. Primo de P. J. Harvey, Ben se ha asegurado de que ella tambi¨¦n participe en el disco, al igual que el pianista y presentador Jools Holland. El t¨ªtulo del disco, Boogie with Stu, hace referencia a una grabaci¨®n de Led Zeppelin en 1975, donde brillaba Ian Stewart como invitado.