El Betis se da un homenaje

Mucho Betis en el campo y en la grada. El cuadro de Pepe Mel, audaz y aplicado, se impuso de principio a fin a un Getafe adormilado. "No hemos estado nunca en el partido. Nos han dado una lecci¨®n de humildad", sentenci¨® M¨ªchel tras el choque.

Con el nuevo horario, los precios populares y la entrada gratuita para los menores de 15 a?os el Getafe pretend¨ªa crear un ambiente festivo y a fe que se consigui¨®. Pero m¨¢s que por la afici¨®n local, que acudi¨® remolona y en el n¨²mero habitual, fue gracias a la rumbosa hinchada visitante. Unos 800 b¨¦ticos impusieron sus c¨¢nticos, su amor por la jarana y la pasi¨®n por su equipo, a pesar de su inferioridad num¨¦rica, para mantener intacta la escarapela que les acredita como una de las mejores aficiones de Espa?a.

Ante semejante panorama en las gradas, el l¨ªder de Segunda, obligado a remontar el 1-2 de la ida, se remang¨® desde el inicio en busca de la victoria. Valiente e incisivo, el Betis comenz¨® a percutir sobre la aletargada zaga getafense. Primero Jorge Molina, despu¨¦s Rub¨¦n Castro, m¨¢s tarde Salva Sevilla y siempre con el empuje, el m¨²sculo y la conmovedora zancada de Eman¨¢, el Betis fue adue?¨¢ndose del partido, acogotando una y otra vez a un equipo azul¨®n destemplado como la ma?ana.

M¨ªchel movi¨® ficha y retoc¨® la pizarra dando entrada a Manu y retirando a Mosquera, el mejor de los locales en el primer acto. Pero lejos de cambiar la inercia, en la reanudaci¨®n se confirmaron todos los indicios. A pesar de la lesi¨®n de Eman¨¢, que despu¨¦s de su gran faena termin¨® en la enfermer¨ªa con un fuerte esguince de tobillo, el Betis se lanz¨® a la conquista.

Jorge Molina y el incansable Rub¨¦n Castro encontraron el premio a tanta insistencia en dos acciones en las que desnudaron con sencillez a un grupo l¨¢nguido y descosido. En ese instante el Getafe asumi¨® que estaba eliminado de su competici¨®n fetiche, esa que ha engalanado la trayectoria azulona en el ¨²ltimo lustro con dos finales y una semifinal en su hoja de servicios. Pero ya era demasiado tarde.

El Betis se amurall¨® en torno a su porter¨ªa y resisti¨® la protocolaria embestida final de los locales, que en la que iba a ser su ma?ana de Reyes solo recibieron carb¨®n. En el correcalles final, Rub¨¦n Castro sentenci¨® la eliminatoria al contragolpe y Casquero logr¨® el tanto del honor para los locales. Los regalos fueron para el Betis, que en cuartos de final recibir¨¢ al Barcelona. "Les he dicho a mis jugadores que se preparen para correr detr¨¢s de la pelota. A ver si aprendemos algo", ironiz¨®, exultante, Pepe Mel.