El vagabundo de la voz de oro
"Amo la radio", dec¨ªa Ted Williams a pie del sem¨¢foro en el que a diario se pon¨ªa a pedir limosna para comprar algo de comida caliente. En el cartel de cart¨®n, escrito con letras negras, al final del texto dec¨ªa a los transe¨²ntes que ten¨ªa un don y que, para descubrirlo, hab¨ªa que hablar con ¨¦l. Un periodista le grab¨® y colg¨® el v¨ªdeo en YouTube . Su historia, pero sobre todo su voz, caus¨® sensaci¨®n.
En pocas horas, m¨¢s de cinco millones de internautas pincharon en el v¨ªdeo. Y al vagabundo de Columbus (Ohio), nacido en el barrio neoyorquino de Brooklyn, le empezaron a llover las ofertas. Si la Gran Recesi¨®n puso en duda el logro del sue?o americano, su caso confirma que es posible superar los peores momentos y creer en que se puede lograr una vida mejor.
Siempre quiso ser locutor de radio, cuenta. Y con esa voz profunda, ten¨ªa motivos para pensar que alg¨²n d¨ªa lo lograr¨ªa. No solo tiene ahora un contrato con una radio local en Ohio, sino que hasta el equipo de baloncesto de los Cavaliers de Cleveland quiere ficharlo y le regalan incluso una casa. "Adoramos su voz, su historia, lo queremos aqu¨ª", dicen en la antigua casa de LeBron James.
El hombre que le sac¨® de la calle y le puso al micr¨®fono es el camar¨®grafo Doral Chenoweth. Todos quieren escuchar su voz. En las entrevistas que est¨¢ dando a las cadenas de televisi¨®n, el neoyorquino de 53 a?os cuenta que las drogas y el alcohol arruinaron su carrera. Asegura llevar dos a?os "limpio". Y con una sonrisa de oreja a oreja da las gracias porque se le brinde esta segunda oportunidad.
Como dice Chenoweth, el vagabundo con la garganta de oro est¨¢ ahora en el carril izquierdo de la autopista. "Es como acelerar de cero a cien en un segundo", comenta el periodista de The Columbus Dispatch, que le hace la entrevista en el v¨ªdeo en YouTube.
Durante 10 a?os vivi¨® tirado en una chabola hecha a base de pl¨¢sticos y cartones. "No me puedo creer lo que est¨¢ pasando", dice Williams, a quien algunos comparan con Susan Boyle, la escocesa que de la noche a la ma?ana se convirti¨® en una estrella gracias, tambi¨¦n, a su voz de oro. "Dios me dio una voz de un mill¨®n de d¨®lares, y ahora espero hacerlo bien por ¨¦l".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.