La novela vital de Elliott Murphy
Cada ¨¢lbum marca el inicio de la interpretaci¨®n y el fin de la creatividad, es un ciclo de vida y muerte art¨ªstica. Antes pensaba que cada disco era como una novela; ahora los veo como un cap¨ªtulo de un libro muy largo en el que cada canci¨®n no es m¨¢s que una frase o una escena memorable". Lo dice Elliott Murphy (Long Island, Nueva York, 1949), miembro de una casta ya casi extinta de artistas materializados en m¨²sicos y compositores de rock. Habla como un escritor y sus canciones comparten inspiraci¨®n y ra¨ªces con las de Lou Reed o Bruce Springsteen. La vida de Murphy bien podr¨ªa ser una novela. Su madre fue actriz y su padre, un afamado empresario, fundador en los cincuenta del Sky Club, restaurante y club privado frecuentado por personajes influyentes de la ¨¦poca, donde tambi¨¦n se celebraban veladas de baile amenizadas por bandas de rock. Siendo adolescente, Murphy mont¨® su propio grupo; despu¨¦s viaj¨® por Europa y, sin ser actor ni pretenderlo, acab¨® apareciendo en Roma, de Fellini. En 1973 debut¨® con Aquashow (bautizado como un famoso espect¨¢culo acu¨¢tico creado por su padre) y la cr¨ªtica lo ador¨®. Aquel fue el primer cap¨ªtulo de un libro que todav¨ªa sigue escribiendo.
"Las letras de mi juventud eran de esperanza, ahora lo son de experiencia"
Su nuevo disco, Elliott Murphy, hace el n¨²mero treinta en su discograf¨ªa. Ya desde la portada (su nombre en letras art d¨¦co, como en la cubierta de otro de sus t¨ªtulos imprescindibles, Lost Generation, publicado en 1975) anuncia que Murphy se encuentra inmerso en su propia esencia. "Lo ha producido mi hijo Gaspard", sigue explicando desde Nueva York, "que siempre intenta hacerme volver a mis primeros trabajos. ?l quer¨ªa que este fuera un trabajo muy integrado en mi discograf¨ªa, que no se apartara de ella. Insisti¨® en que tocara mi Stratocaster de 1961, la misma que us¨¦ en mis primeros discos. Teniendo en cuenta que naci¨® en 1990 y mi primer ¨¢lbum es de 1973, imagino que desea comprenderme mejor. Eligi¨® ese dise?o porque para ¨¦l los a?os setenta, la d¨¦cada a la que pertenece Lost Generation, es una era dorada para la m¨²sica". A pesar de la repercusi¨®n art¨ªstica que tuvieron aquellos ¨¢lbumes, y aunque estos coincidieron en el tiempo y en ciertas coordenadas estil¨ªsticas con los de Springsteen (rendido admirador suyo, le invita a salir a escena con ¨¦l cuando act¨²a en Par¨ªs), Murphy nunca vendi¨® mucho. Despu¨¦s de pasar por varias multinacionales, eligi¨® el camino de la independencia; y a continuaci¨®n, tras asumir que no ser¨ªa profeta en su tierra, se instal¨® en Par¨ªs en 1990, la ciudad que tanto atrae a ciertos iconos del rock. All¨ª reside desde entonces, m¨¢s como un feliz refugiado que como un melanc¨®lico proscrito. "Est¨¦ donde est¨¦ me siento como un alien¨ªgena con una profunda sensaci¨®n de soledad existencial. Tengo el alma de un expatriado porque me siento m¨¢s en casa cuando menos estoy en casa. Las habitaciones de hotel me dan seguridad, los constantes viajes me proporcionan ra¨ªces y el ajetreo es una forma de energ¨ªa".
En los ¨²ltimos cap¨ªtulos del libro vital de Murphy hay acercamientos al blues, discos el¨¦ctricos y discos ac¨²sticos; todos hechos con el guitarrista Olivier Durand, su fiel colaborador desde hace a?os, y con The Normandy All Stars, su banda habitual. Todos ellos tocan en Elliott Murphy, la obra que le devuelve a sus comienzos. "?Quiz¨¢ he necesitado 30 a?os para ser yo mismo! Este ¨¢lbum muestra las dos vertientes de mi m¨²sica, la serenidad de baladas y la exuberancia y energ¨ªa del rock", explica un autor que, en el pr¨®logo de la edici¨®n espa?ola de su antolog¨ªa de canciones y textos (The Unfinished Complete Lyrics of Elliott Murphy, traducido por Alberto Manzano), afirma: "Mis canciones saben m¨¢s de m¨ª que yo mismo". "Espero que las nuevas reflejen esperanza, humildad y sabidur¨ªa a partes iguales. Las letras de mi juventud eran de esperanza, ahora lo son de experiencia. Cuando Miguel ?ngel esculp¨ªa su David, estaba deshaci¨¦ndose de todo el m¨¢rmol que no era David. En mi caso, y sin ¨¢nimo de querer ponerme a esa altura, eso es lo que intento hacer tambi¨¦n".
Murphy considera que el rock and roll y la poes¨ªa son de la misma familia; ha escrito novelas e incluso aparece en una de Bola?o, Los detectives salvajes. "No s¨¦ c¨®mo acab¨® mencion¨¢ndome. Tambi¨¦n nombra a mi amigo el poeta Michel Balteau. Estoy seguro de que coincidimos con ¨¦l en alg¨²n momento. Amo su escritura, Bola?o es el Kerouac de Sudam¨¦rica". Podr¨ªa escribir sus memorias, pero de momento no planea hacerlo. Y al volver al tema de la gran novela que saldr¨ªa de su vida, contesta: "Si tuviese que comparar mi vida con una novela que ya est¨¦ escrita, elegir¨ªa Huckleberry Finn, de Mark Twain. Como Finn, todav¨ªa sigo flotando en ese r¨ªo intentando averiguar cosas".
Elliott Murphy actuar¨¢ en Andoain, Guip¨²zcoa, De Bastero Kulturgunea (14 de enero), Bilbao, Sala BBK (d¨ªa 16), Madrid, Sala Clamores (d¨ªa 19) y Calasparra, Murcia (d¨ªa 21). Elliot Murphy est¨¢ editado por Last Call / Karonte. The Unfinished Complete Lyrics of Elliott Murphy est¨¢ editado por Lenoir Libros.
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