Ser y estar de las cuatro columnas
Son las menos, porque la oportunidad de salir en la foto siempre la pintan calva, pero hay obras que se inauguran solas, por simple retirada de los andamios que sirvieron para construirlas. Tal es el caso de las cuatro columnas de Montju?c junto a la fuente de Buigas. Desde medidados de diciembre simplemente est¨¢n ah¨ª, sin una mala placa que las identifique, sin siquiera fecha de inauguraci¨®n oficial. Se dijo que tal vez se proceder¨ªa a ello el 25 de diciembre, coincidiendo con el 77? aniversario de la muerte de Francesc Maci¨¤, pero pas¨® la Navidad, pasaron los Reyes Magos, y la fecha sigue sin encontrar acomodo en el calendario.
Circulan dos versiones al respecto: una es que se pretende convocar un gran acto al que asistir¨ªan muchos alcaldes catalanes, cosa que plantear¨ªa enormes problemas de agendas; la otra es que no hay forma de consensuar el texto que hay que poner al pie del monumento, explicaci¨®n que cuadrar¨ªa bastante m¨¢s con nuestra inveterada pasi¨®n por meternos en l¨ªos innecesarios y con la propia g¨¦nesis del proyecto. Recu¨¦rdese que el monumento, promovido por la Xarxa d'Entitats C¨ªviques i Culturals dels Pa?sos Catalans, fue moneda de cambio para que Esquerra Republicana, principal valedora pol¨ªtica de la iniciativa (finalmente aprobada por unanimidad, todo sea dicho), diera su apoyo al Programa de Actuaci¨®n Municipal de 2008 y a los presupuestos municipales del a?o siguiente. La obra ha costado unos dos millones de euros.
Ajeno a todo ello, un muchacho coreano hac¨ªa ayer la vertical ante las columnas, mientras sus compa?eros lo retrataban divertidos. Habr¨ªa que agradecerle su capacidad de empat¨ªa con un monumento tan ensimismado y cr¨ªptico como debe de resultarle este: cuatro inmensas columnas j¨®nicas que no soportan nada no deben de significar mucho para alguien no necesariamente familiarizado con el concepto quatre barres. Cuando las erigi¨® en 1919, Puig i Cadafalch hab¨ªa previsto que sus columnas de 20 metros de altura (hoy, algo menos) soportaran unas esculturas aleg¨®ricas de las victorias catalanas, pero el proyecto no lleg¨® a culminarse, de modo que solo quedaron los cuatro tallos pelados, 10 a?os m¨¢s tarde mandados abatir por Miguel Primo de Rivera, a quien s¨ª le resultaba di¨¢fano a qu¨¦ alud¨ªan.
La verdad es que, contempladas hoy, las columnas han perdido mucha de la presencia que exhiben en las fotograf¨ªas de principios del siglo pasado. Cuando se sube por la avenida de Maria Cristina, cuesta distinguirlas hasta que uno no est¨¢ muy encima, pues la pared de fondo de la cascada y el monumental perfil del Palau Nacional las absorben casi por completo. La percepci¨®n cambia sensiblemente cuando se invierte la perspectiva. Entonces parecen los primeros objetos de una extra?a sucesi¨®n desparramada sin ton ni son en direcci¨®n a Collserola. M¨¢s all¨¢ quedan las torres venecianas -?por qu¨¦ hab¨ªan de ser venecianas?-, la fuente monumental de Jujol -la cual, por cierto, tampoco lleg¨® a tiempo para la inauguraci¨®n de la exposici¨®n de 1929-, el platillo volante de las Arenes -¨¦l tambi¨¦n con fecha de inauguraci¨®n pendiente, realizado por Alonso y Balaguer sobre la antigua plaza de toros construida por August Font-, las torres de la calle de Tarragona y al fondo el pirulo de Norman Foster. En cambio, en el momento de su construcci¨®n las cuatro columnas aparec¨ªan en medio de la nada, cuando a¨²n se proced¨ªa a aplanar los terrenos para construir el Palau Nacional (v¨¦ase Montju?c 1915. Primera mirada, espl¨¦ndida recopilaci¨®n fotogr¨¢fica de la urbanizaci¨®n de la monta?a, editada por el Ayuntamiento). Hab¨ªa por la ¨¦poca una voluntad de "monumentalizaci¨®n de la periferia", como se llam¨® a esta operaci¨®n en los primeros tiempos de la municipalidad democr¨¢tica, que hoy ha perdido por completo su sentido primigenio. Hasta el siglo XVIII, en efecto, la plaza de Espanya fue un lugar muy remoto, tanto que los barceloneses lo hab¨ªan rebautizado como "la quinta forca", en alusi¨®n a las horcas para ejecutar a los condenados que all¨ª hab¨ªan sido instaladas.
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