La sombra exacta
Antonio L¨®pez publica una antolog¨ªa de sus dibujos y prepara un homenaje escult¨®rico dedicado a Rafael S¨¢nchez Ferlosio, Miguel Delibes y Antoni T¨¤pies
Ten¨ªa apenas 13 a?os cuando Antonio L¨®pez (Tomelloso, 1936) se enfrent¨® con el dibujo del natural. Hasta entonces solo hab¨ªa hecho copias. Su t¨ªo, Antonio L¨®pez Torres, le ret¨® a reproducir del natural un peculiar bodeg¨®n. Sobre un pa?o blanco colocado sobre una mesa sin barnizar, ten¨ªa un puchero de barro, una cebolla partida y un trozo de pan. Su t¨ªo le dio una hoja de papel de bloc y le dijo que dibujara. Antonio L¨®pez recuerda que con unas cuantas l¨ªneas generales consigui¨® encajarlo todo en el papel con facilidad. La sensaci¨®n que sinti¨® al ver lo que pod¨ªa hacer, le sorprendi¨® y ah¨ª empez¨® una intensa relaci¨®n de amor con el dibujo; toda una carrera que el artista da a conocer ahora en forma de libro, Antonio L¨®pez. Dibujos (TF Editores), con textos del propio Antonio L¨®pez y del cr¨ªtico y catedr¨¢tico Francisco Calvo Serraller.
El artista sigue con su trabajo sobre seis vistas de la Gran V¨ªa de Madrid
Para Antonio L¨®pez el dibujo no ha sido nunca un arte secundario. Le da la misma importancia que a su pintura, pero, aunque no lo acabe de reconocer expl¨ªcitamente, le aporta m¨¢s satisfacciones. "Mis dibujos est¨¢n a la altura de mis pinturas y tienen una ventaja fundamental, que me dan una libertad apasionante. En diez minutos puedes resolver un tema, casi sobre la marcha, a la velocidad que lo est¨¢s viendo. En pintura nunca es as¨ª", explica. "El recorrido m¨¢s laber¨ªntico es la pintura y el m¨¢s sencillo es el dibujo. Para algunos artistas forma parte de los preparativos de un trabajo posterior (un ¨®leo, una escultura) y para otros es un objetivo en s¨ª. Yo lo utilizo de las dos maneras".
El proyecto de publicar esta recopilaci¨®n arranca de una propuesta del editor, Tito Ferreira, a quien se le ocurri¨® dedicar tres vol¨²menes consecutivos al dibujo, la pintura y la escultura de Antonio L¨®pez. Al final, solo habr¨¢ dos libros. Pintura y escultura se fundir¨¢n en un solo volumen.
Como en todo lo que tiene que ver con su obra, L¨®pez ha seguido muy de cerca la producci¨®n de las 213 p¨¢ginas del libro. "Lo m¨¢s dif¨ªcil ha sido reproducir con fidelidad la sensibilidad de cada uno de los dibujos con sus sombras exactas. Pero el aut¨¦ntico reto ha sido ordenar cada obra. El orden cronol¨®gico est¨¢ presente, pero se trataba de armonizar todo el trabajo, que no hubiera sobresaltos, que primaran los territorios. Ordenar lo que uno tiene que contar no es una tarea f¨¢cil".
En el libro habla Antonio L¨®pez y, sobre todo, Francisco Calvo, por deseo del artista. "Ped¨ª que Calvo se ocupara de los textos, porque conoce perfectamente mi obra. Sobre su texto en el libro, L¨®pez adelanta que es un escrito corto. Parece modesto, pero no lo es. Es propio de esa forma de ser manchega que tengo".
Se confiesa pr¨®ximo a Giacometti y Durero en la filosof¨ªa que estos tienen sobre el arte del dibujo y afirma: "Como aconseja Ingres, soy de los que dibuja cada d¨ªa. El dibujo es el comienzo de todo. En ¨¦l hay algo espec¨ªfico y me extra?a que sea tan poco frecuente entre los artistas. Nos han llegado pocos dibujos de Vel¨¢zquez, por ejemplo. O de Vermeer, del que no conozco ninguno".
Solidario con los problemas de su tiempo, Antonio L¨®pez se confiesa preocupado por la crisis econ¨®mica que vivimos. "En general, los artistas estamos muy callados. Deber¨ªamos de hablar m¨¢s. Hay que decir cosas. Eso s¨ª, sin estridencias", asegura. ?Qu¨¦ se queda con ganas de decir? "Que es todo sucio... muy duro. Preferir¨ªa hablar en positivo y decir lo mucho que me ha emocionado el polic¨ªa joven que salv¨® al hombre que cay¨® al metro de Madrid hace unas semanas".
Pese a su escasa producci¨®n pict¨®rica, Antonio L¨®pez no para. Su ¨²ltimo dibujo reproduce la fachada de su casa: "A trav¨¦s de las puertas entreabiertas se ve una tarima de contrachapado delante de una mesa que yo mismo hice y sobre la que coloqu¨¦ calabazas, membrillos. La tarima, de tanto usarla, tiene un desnivel de un cent¨ªmetro. Imagine cuantas horas he pasado ah¨ª encima dibujando y pintando... Trabajo mucho".
Adem¨¢s, sigue con sus seis vistas de la Gran V¨ªa. En estos d¨ªas de bajas temperaturas y lluvias en Madrid, captura el paisaje desde el interior del edificio. "Los colores los tienes ah¨ª delante, aunque sea a trav¨¦s de los cristales".
Pero su gran reto en este momento apunta a la escultura. Desde hace meses esculpe las cabezas de tres personas fundamentales en la cultura del siglo XX: Rafael S¨¢nchez Ferlosio, Miguel Delibes y Antoni T¨¤pies.
"Quise hacer sus cabezas por su importancia intelectual" explica el artista. "Desde hace mucho tiempo son esenciales para m¨ª, por el respeto que tengo a su talento y maestr¨ªa, por lo mucho que me han aportado con su mucho conocimiento". Con ellos hizo una excepci¨®n en su forma de crear: trabajar a partir de la fotograf¨ªa y de largas entrevistas con cada uno de ellos. "Tengo muchos dibujos y las medidas. Lo quiero retomar pronto, pero no s¨¦ cuando lo terminar¨¦".
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