Alarte y el cine
Las propuestas program¨¢ticas y las manos tendidas del secretario general de los socialistas valencianos, Jorge Alarte, al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, son dignas de mejor causa que la de tener que buscarse la vida en las salas de cine como si fuera aquel gerente de una firma de detergentes que aparec¨ªa en las pantallas de televisi¨®n diciendo aquello de "busque, compare y si encuentra algo mejor, c¨®mprelo". Alarte hace tiempo que fue declarado persona no grata en Canal 9. La consecuencia es que, o no aparece en la televisi¨®n que pagamos todos los valencianos, pero que monopoliza el PP, o cuando lo hace es para recibir una cornada en la femoral. Es lo que tiene la independencia profesional, que dir¨ªa el capo de RTVV, Jos¨¦ L¨®pez Jaraba.
Que no exista en la peor televisi¨®n valenciana de todos los tiempos, no significa que Alarte no haga o no proponga cosas. Ayer present¨® su programa de educaci¨®n que, de puro manual socialdem¨®crata, casi parece revolucionario en los tiempos que corren. Su convicci¨®n de que no habr¨¢ salida de la crisis sin un cambio de modelo educativo es una obviedad que nunca reconocer¨¢n los Camps y Fonts de Mora de esta tierra, m¨¢s empe?ados en controlar todo el sistema que en aportar soluciones a un fracaso escolar que bordea el 40%. Las propuestas del dirigente socialista para acabar con semejante verg¨¹enza son razonables desde su universo ideol¨®gico y est¨¢n bien encaminadas. Cosa bien distinta es su manifiesta desconsideraci¨®n para la ense?anza del y en valenciano. Ni una sola menci¨®n hizo en su discurso a una cuesti¨®n tan sensible para decenas de miles de ciudadanos de la Comunidad Valenciana. Si semejante desd¨¦n resulta inimaginable en el l¨ªder de un partido que se reclama progresista, m¨¢s a¨²n lo es que regale la bandera del valenciano a la demagogia del PP o a quienes, con justicia, la reclaman para si desde Comprom¨ªs. En este punto, a Alarte le han fallado la sensibilidad y los asesores.
El dirigente socialista aprovech¨® su discurso ante el Comit¨¦ Nacional de su partido para hacer un repaso de las propuestas program¨¢ticas que viene haciendo desde hace un tiempo. En parte, cabe pensar, para que los cuadros de su partido se enteren de que s¨ª tiene discurso y programa y que no todo es G¨¹rtel en la vi?a socialista. Me temo, sin embargo, que algunos no le van a prestar mucha atenci¨®n y seguir¨¢n como siempre. Para alg¨²n sector del PSPV no hay a?o nuevo ni d¨¦cada que comience. Los ¨²ltimos acontecimientos acaecidos en torno a la espant¨¤ del candidato socialista a la alcald¨ªa de Valencia, Joan Calabuig, lo atestiguan. El presunto aspirante a recuperar el Ayuntamiento del Cap i casal para el PSPV anda nervioso. Las encuestas no son para tirar cohetes (si en Barcelona el PSC, que gobierna, pierde entre 7 y 8 puntos, imag¨ªnense en Valencia) y el candidato se confiesa en la mesa de los restaurantes, carg¨¢ndole el fardo a la direcci¨®n del PSPV en la ciudad que, como la mayor¨ªa de los socialistas sabe, ya era un ente de raz¨®n inoperante el d¨ªa en que se volc¨® para ayudarle a ganar las primarias a Manuel Mata. Claro que, entonces, ese "peque?o detalle" no pareci¨® importarle mucho.
Ahora, en cambio, es la causa de muchos de sus males como consta en su jeremiada ante la prensa amiga. Por cierto, s¨®lo se queja en los papeles. Ayer, en el Comit¨¦ Nacional, que es donde se supone que debe hacer o¨ªr su voz, no dijo ni mu. Ni ¨¦l, ni su entorno.
Francisco Camps tambi¨¦n reuni¨® a los suyos para contraprogramar la reuni¨®n de los socialistas. Cine de reestreno de barrio con la en¨¦sima proyecci¨®n de El culpable es Zapatero. Una pel¨ªcula ya muy vista. Intervino la portavoz del PP y del Consell, de la que nunca se sabe si habla en nombre del partido o del Gobierno, para decir que los populares no necesitaban "colarse" en los cines para darse a conocer. Natural. Hace muchos a?os que se colaron en Canal 9 con las entradas que pagamos los dem¨¢s.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.