La resignada felicidad de Mourinho

Mourinho es un hombre tranquilo a punto de estallar. Ayer, por el motivo que fuera, tuvo uno de esos d¨ªas de placidez. Permaneci¨® agradablemente sereno, como reci¨¦n levantado de una siesta profunda. No se sabe si control¨® conscientemente sus tormentas interiores o si sencillamente se dej¨® llevar cuando dio la impresi¨®n de estar resignado ante el resultado del pulso que mantiene con el club en su reclamo de que le consigan m¨¢s delanteros. "?Qu¨¦ c¨®mo llevo el que no me fichen lo que pido? Trabajando. Llegando pronto y saliendo tarde. Mi felicidad depende de los resultados y de que juguemos bien. La vida sigue. Yo me dedico a ser un buen profesional. Es lo que soy", dijo.

Mourinho omiti¨® con alg¨²n desplante responder las preguntas relativas a su personalidad agitadora. Pero la constante en sus respuestas fue la moderaci¨®n. "Es normal que en el Bar?a vean que enero puede ser un mes negativo para nosotros", dijo. "Tenemos dos derbis con el Atl¨¦tico, jugamos con el Villarreal... Debemos pensar partido a partido. Concentr¨¢ndonos en lo inmediato".

El t¨¦cnico explic¨® la suplencia en la que ha desembocado Khedira, uno de sus jugadores recomendados, y acab¨® avisando que piensa en hacer rotaciones en toda regla. "Son momentos", observ¨®. "Pas¨® con Ramos y Arbeloa. Es mi modo de gestionar la plantilla. Khedira ha jugado mucho tiempo como titular y despu¨¦s se ha lesionado. Lass ha jugado muy bien y a m¨ª me gusta lanzar un mensaje. Cuando uno llega no significa que el otro tiene que partir".

En cuanto a los cambios t¨¢cticos, admiti¨® que habr¨¢ uno siempre obligado: "Kak¨¢ tiene que jugar. Si estamos perdiendo o empatando tiene que entrar porque es la ¨²nica opci¨®n en el banquillo para intentar cambiar las cosas. Si ganamos y tenemos el partido controlado tiene que salir para ir cogiendo ritmo y dar descanso a los otros jugadores".