?Repetimos la pregunta?
Hace muchos a?os, en una conferencia de prensa del entonces secretario de Estado norteamericano Alexander Haig, en la sede de la OTAN, en Bruselas, se produjo un hecho notable. Un periodista formul¨® una pregunta sensata, pero seguramente irritante, que Haig descart¨® sin contestar. El siguiente periodista plante¨® exactamente la misma cuesti¨®n. Sucedi¨® en cuatro ocasiones, hasta que Haig alz¨® las manos en se?al de aceptaci¨®n y contest¨® la dichosa y molesta pregunta.
No es algo que suceda frecuentemente ni en las conferencias de prensa que se celebran en Espa?a ni en ning¨²n otro pa¨ªs del mundo. Fue un extra?o momento, con un extra?o grupo de periodistas. Pero quiz¨¢ haya llegado la ocasi¨®n de repetir aquel sorprendente experimento y los periodistas europeos podamos ponernos de acuerdo en una simple cuesti¨®n: plantear una y otra vez la misma pregunta al primer ministro de Hungr¨ªa, Viktor Orban: "Se?or primer ministro, ?cu¨¢ndo piensa modificar la ley de prensa que acaba de entrar en vigor en su pa¨ªs y que supone una seria restricci¨®n a la libertad de informaci¨®n?".
La ley de prensa en Hungr¨ªa es una muestra de lo que pasa en la UE: cada vez m¨¢s limitaci¨®n de los derechos b¨¢sicos
Ocasiones habr¨¢ muchas porque la Uni¨®n Europea estar¨¢ presidida hasta el pr¨®ximo mes de julio por Hungr¨ªa, es decir, por el Gobierno conservador y ultranacionalista que dirige Viktor Orban, del partido Fidesz (Uni¨®n C¨ªvica H¨²ngara). Orban es un pol¨ªtico beligerante, que est¨¢ extendiendo su poder a todas las instituciones del pa¨ªs y que, gracias a la mayor¨ªa absoluta de que disfruta en el Parlamento, es el impulsor, entre otras leyes restrictivas de derechos ciudadanos, de una nueva normativa que permitir¨¢ poner multas de hasta 750.000 euros por informaciones "no equilibradas" o que sean ofensivas "contra la dignidad humana", requisitos ambiguos que, por supuesto, decidir¨¢ en cada caso un ¨®rgano nombrado por el Gobierno del se?or Orban. La ley, que entr¨® en vigor este mes de enero, ha sido denunciada por la totalidad de organismos period¨ªsticos internacionales.
La cuesti¨®n es que Europa estar¨¢ representada en los pr¨®ximos seis meses por un pol¨ªtico que est¨¢ incapacitado para defender p¨²blicamente algunas de las libertades que forman parte de la esencia de la UE y que la Uni¨®n suele reclamar en pa¨ªses terceros, como Bielorrusia o Cuba. Para llevar a cabo su trabajo en la presidencia europea, Orban contar¨¢ con el apoyo de los otros dos pa¨ªses que forman la tradicional troika de la UE, en este caso, Espa?a y B¨¦lgica. Es urgente que los Gobiernos de esos dos pa¨ªses, junto con el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, nos expliquen a los ciudadanos qu¨¦ piensan hacer en esta situaci¨®n. ?No tiene nada que decir al respecto la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jim¨¦nez?
"La Uni¨®n Europea no puede decirnos qu¨¦ tenemos que hacer con la ley de medios. Nadie tiene el derecho a decir a este Gobierno lo que tiene que hacer", proclam¨® el primer ministro h¨²ngaro el pasado jueves. Evidentemente, eso no es cierto porque, como ha explicado el eurodiputado Daniel Cohn-Bendit y el liberal y ex primer ministro belga Guy Verhofstadt, la Comisi¨®n y el Consejo puede constatar "un riesgo claro de violaci¨®n de los valores contemplados en el art¨ªculo 2 del Tratado y abrir un procedimiento de infracci¨®n". Lo que sucede es que a los responsables de la UE les cuesta mucho menos abrir procedimientos por exceso de d¨¦ficit, por ejemplo, que por violaci¨®n de los valores democr¨¢ticos en que se funda la Uni¨®n.
La nueva ley de prensa de Hungr¨ªa es solo una muestra, quiz¨¢ la m¨¢s grave, pero no la ¨²nica, de lo que est¨¢ sucediendo en toda Europa, sin que los ciudadanos parezcamos darnos cuenta. Cada vez m¨¢s, seg¨²n se va profundizando la crisis econ¨®mica y social, se ponen discretamente en vigor leyes que van limitando derechos b¨¢sicos. Pas¨® con los inmigrantes; con la incre¨ªble ley irlandesa que multa con 25.000 euros las cr¨ªticas "blasfemas". Pas¨® en Polonia con los derechos de las mujeres. Pasa en Hungr¨ªa. ?Nada que decir? ?Repetimos la pregunta?
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