Matanza en un acto pol¨ªtico en Tucson
Gabrielle Giffords hab¨ªa sido amenazada y hab¨ªan disparado contra sus oficinas - El magistrado federal fallecido en el ataque juzg¨® casos de inmigraci¨®n irregular
La congresista dem¨®crata Gabrielle Giffords, con una consistente carrera a favor de causas progresistas, estaba anoche al borde de la muerte despu¨¦s de que un pistolero le asestase un disparo en la cabeza durante un mitin en Arizona, el Estado al que representa y en el que en los ¨²ltimos a?os ha sido testigo de un grave deterioro de la convivencia pol¨ªtica como consecuencia del debate sobre la inmigraci¨®n ilegal. El presidente Barack Obama confirm¨® al filo de la medianoche al menos cinco muertos, entre ellos una ni?a de nueve a?os y un juez federal, aparte de una docena de heridos.
Obama conden¨® el ataque y asegur¨® que "estos actos terribles de violencia sin sentido no tienen espacio en nuestra sociedad". El reci¨¦n elegido presidente de la C¨¢mara de Representantes, John Boehner, se confes¨® "horrorizado por este ataque sin sentido". "Un ataque contra un servidor p¨²blico es un ataque contra todos los que prestamos servicio p¨²blico. Este es un d¨ªa triste para nuestro pa¨ªs", declar¨® el l¨ªder republicano.
La legisladora atacada lleg¨® al Capitolio por primera vez en 2007
Formaba parte de una campa?a para acercar su gesti¨®n a los ciudadanos
Giffords, que recibi¨® el impacto de un tiro realizado a muy corta distancia, fue operada de urgencia al llegar al hospital y se encontraba anoche bajo los efectos de la anestesia en condici¨®n cr¨ªtica, aunque los m¨¦dicos eran optimistas, dentro de la gravedad de su estado, sobre su evoluci¨®n. El resto de los heridos estaban estabilizados, aunque algunos a¨²n en situaci¨®n grave.
El presidente Barack Obama compareci¨® en televisi¨®n para condenar el ataque -"inaceptable en una sociedad libre", dijo- y asegurar que se averiguar¨¢ lo ocurrido. "Vamos a llegar al fondo de esto, vamos a resolver esto", prometi¨®. El reci¨¦n elegido presidente de la C¨¢mara de Representantes, John Boehner, se declar¨® "horrorizado por este ataque sin sentido". "Un ataque contra un servidor p¨²blico es un ataque contra todos los que prestamos servicio p¨²blico. Este es un d¨ªa triste para nuestro pa¨ªs", coment¨® el l¨ªder republicano.
El atentado contra Giffords, apenas tres d¨ªas despu¨¦s de que tomara posesi¨®n de su cargo en un nuevo Congreso dominado por la oposici¨®n republicana, reproduce en este pa¨ªs escenas de violencia pol¨ªtica que han acompa?ado dram¨¢ticamente a esta democracia desde su nacimiento. De nuevo, el tiroteo de un l¨ªder pol¨ªtico pone sobre la mesa algunos aspectos siniestros de esta sociedad, de ciertos individuos y del efecto, sin duda indeseado, que el fragor del debate ideol¨®gico puede llegar a tener en mentes enfermas o fanatizadas.
No hay a¨²n una versi¨®n oficial sobre las causas del ataque contra esta mujer de 40 a?os dedicada durante casi toda su vida a la pol¨ªtica. Numerosos dirigentes de su propio partido y del rival lo han condenado sin paliativos, incluida la ex gobernadora Sarah Palin, que se encontraba en sus ant¨ªpodas desde el punto de vista de las ideas. Tampoco existe por el momento ninguna raz¨®n para pensar en un complot. Se trata, probablemente, de un hecho aislado y solo conectado al pensamiento pol¨ªtico de Giffords en la medida en que hasta los actos m¨¢s abyectos buscan una justificaci¨®n que les d¨¦ sentido.
Giffords hab¨ªa sido amenazada de muerte en el pasado. En 2009, la polic¨ªa detuvo en uno de sus m¨ªtines a una persona en posesi¨®n de un arma de fuego. En meses recientes, hab¨ªan tiroteado los cristales de su oficina en Tucson y se hab¨ªan recibido all¨ª llamadas an¨®nimas repudiando las actividades de la congresista, perteneciente al sector moderado del Partido Dem¨®crata pero defensora del aborto y de la investigaci¨®n con c¨¦lulas madre y contraria a la pol¨¦mica ley de Arizona contra la inmigraci¨®n ilegal, tres asuntos que enardecen el fanatismo.
Aunque la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, una republicana muy conservadora, la defini¨® personalmente como "una amiga" y pol¨ªticamente como "una defensora del bipartidismo", es l¨®gico que Giffords tuviera rivales en el Partido Republicano, especialmente despu¨¦s del extremismo adquirido entre la oposici¨®n por el extremismo del Tea Party.
Giffords aparec¨ªa en un lista que Sarah Palin hizo p¨²blica el a?o pasado sobre los enemigos a batir en las elecciones de noviembre de 2010. Aunque la grosera presentaci¨®n de esa lista -con dianas apuntando a los Estados de los congresistas mencionados y el ominoso t¨ªtulo de "No se retiren, recarguen"- provoc¨® las iras justificadas de muchas personas, la lista se refer¨ªa a 20 congresistas que hab¨ªan votado a favor de la reforma sanitaria y que pertenec¨ªan a distritos ganados por los republicanos en las presidenciales de 2008, es decir susceptibles de ser recuperados por la oposici¨®n en 2010.
Especulaciones y conexiones similares van a ser inevitables hasta que la investigaci¨®n avance. Es indiscutible que el clima pol¨ªtico en Estados Unidos se ha envenenado desde la aparici¨®n del Tea Party y, aunque este m¨²ltiple crimen sea ¨²nicamente la reacci¨®n individual de un personaje atrabiliario que llenaba Internet con absurdas reflexiones, el debate sobre la responsabilidad de la clase pol¨ªtica est¨¢ servido.
Entre otras razones porque el principal objetivo del ataque, Giffords, era una pol¨ªtica en activo que, en el momento en que casi pierde la vida, cerca del mediod¨ªa de ayer, participaba en un acto pol¨ªtico en el supermercado Safeway, un centro muy popular al que durante el fin de semana acuden millones de personas en todo el pa¨ªs. Era el primer acto al que acud¨ªa desde su ajustada reelecci¨®n en noviembre del a?o pasado para un puesto en la C¨¢mara de Representantes. Formaba parte de una campa?a denominada El Congreso en tu Esquina, con el que la parlamentaria pretend¨ªa acercar su gesti¨®n a las preocupaciones de los ciudadanos. M¨¢s que un discurso, la parlamentaria preguntaba al p¨²blico sobre sus problemas y sus necesidades, y respond¨ªa a sus inquietudes.
Poco m¨¢s de un centenar de personas se encontraban junto a Giffords en el momento del atentado, entre ellas una docena de colaboradores que forman parte de la lista de heridos. Tras la confusi¨®n desatada por los disparos, probablemente realizados con un fusil autom¨¢tico de esos que se venden legalmente en Arizona, la congresista fue trasladada posteriormente en helic¨®ptero hasta el hospital de Tucson en el que tratan de salvarle la vida.
Giffords no gozaba de gran relevancia en la pol¨ªtica nacional pero s¨ª era conocida por su actividad a favor de causas progresistas en Arizona. Durante el ¨²ltimo a?o fue particularmente activa en relaci¨®n con los asuntos migratorios, aunque siempre busc¨® conciliar los derechos de los inmigrantes y la necesaria seguridad fronteriza. Era querida entre las organizaciones de inmigrantes pero no odiada por sus contrapartes.
La ¨²ltima comparecencia p¨²blica de Giffords fue este mismo viernes en una entrevista en la cadena Fox en la que defendi¨® su primera propuesta como congresista reelecta: la reducci¨®n del salario de los miembros del Congreso, un asunto al que ahora dedicaba la mayor parte de sus esfuerzos.
El detenido
- Jared Lee Loughner, de 22 a?os, fue detenido momentos despu¨¦s del tiroteo.
- El FBI investiga unos v¨ªdeos colgados en YouTube, en los que una persona que se identifica como Jared Loughner acusa el Gobierno de intentar controlar las mentes de los ciudadanos y declara amar el Mein Kampf.
- El Ej¨¦rcito inform¨® de que el sospechoso intent¨® alistarse, pero fue rechazado.
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