Sud¨¢n del Sur, nuevo Estado en ?frica
El entusiasmo se desata en Juba durante el primer d¨ªa del refer¨¦ndum de secesi¨®n - Los resultados no se conocer¨¢n hasta febrero, pero todo indica que el apoyo a la separaci¨®n del Norte ha sido masivo
Un hombre de casi dos metros de altura aparca una motocicleta que parece de juguete frente a un chambado en el que varias personas se protegen del sol. El hombre, de unos 50 a?os, se baja de la moto, se dirige serio hacia el grupo y luego comienza una extra?a danza que consiste b¨¢sicamente en dar peque?os saltos con el dedo ¨ªndice manchado de tinta apuntando al cielo. "He votado, he votado, ya soy libre, libre para sentarme, para moverme, libre para comer, para saltar, incluso para dormir", dice el hombre casi cantando. "Antes no dorm¨ªa porque por las noches me despertaba pensando que mi pa¨ªs nunca ser¨ªa libre, pero ahora podr¨ªa acostarme aqu¨ª mismo", asegura se?alando la tierra roja de Juba.
El refer¨¦ndum est¨¢ previsto que se prologue durante toda la semana
Estados Unidos y Naciones Unidas apoyan el proceso de independencia
La capital de Sud¨¢n del Sur es desde ayer un hervidero de manifestaciones de este tipo en torno a los colegios electorales. Banderas por las calles, grupos de mujeres bailando y ruido de tambores para celebrar el refer¨¦ndum de secesi¨®n que separar¨¢ el sur del norte. A pesar de tener toda la semana para votar, miles de personas acudieron a las urnas horas antes de que se abrieran los colegios electorales. "Hemos venido tan temprano porque llevamos toda la vida esperando esto", afirma Ateny Wek, de 47 a?os, vestido de traje para la ocasi¨®n. "Los que nacimos en la guerra, crecimos en la guerra. Solo tuvimos 11 a?os de paz para ir a la escuela. Al fin tendremos un pa¨ªs del que sentirnos responsables".
El lugar de encuentro de las autoridades fue el colegio instalado junto a la tumba de John Garang de Mabior, el h¨¦roe de Sud¨¢n del Sur, fallecido en un accidente de helic¨®ptero en 2005. Hasta all¨ª se dirigi¨® Salva Kir Mayardit, presidente de la regi¨®n y el primero en votar, a las ocho de la ma?ana. Ante miles de personas, el l¨ªder de los sure?os, bast¨®n en mano y sombrero de cowboy, hizo el mismo recorrido que sus compatriotas; se registr¨®, se ocult¨® en una cabina hecha de cartones para asegurar que su voto era secreto, introdujo la papeleta en la urna y luego mostr¨® la palma de su mano con el dedo manchado de tinta en se?al de que su voto hab¨ªa sido favorable a la secesi¨®n.
A partir de entonces, los sure?os aguantaron bajo un sol de muerte durante horas para votar. Es tal el deseo de estos ciudadanos por pertenecer al nuevo Estado que se avecina, que muchos de ellos han emprendido un viaje de 11 d¨ªas desde Jartum por el Nilo Blanco hasta Juba solo para dar el s¨ª a la secesi¨®n. Unas 600 personas viajan cada d¨ªa en la cubierta de los barcos. Algunos de ellos vienen para quedarse y traen sus muebles; otros tendr¨¢n que volver porque a¨²n no tienen nada en Juba.
Amule Michael, de 24 a?os, es de los que ha venido para construir una nueva vida en la capital. Su barco atrac¨® hace unas horas en el puerto de Konyo Konyo, un lugar donde la basura se acumula a la orilla del r¨ªo y la contaminaci¨®n deja un penetrante olor que tarda horas en quitarse de la cabeza. All¨ª los viajeros esparcen sus pertenencias por el suelo a la espera de tener un lugar donde guarecerse en la ciudad. "El viaje es muy duro", se?ala Amule, "te comen los mosquitos, la gente cocina aqu¨ª en la cubierta y vamos todos muy apretados. Pero merece la pena. Yo he dejado mi trabajo en Jartum. He venido para votar porque no me fiaba de que pudiera hacerlo en libertad all¨ª".
El refer¨¦ndum se celebrar¨¢ durante toda la semana y sus resultados quiz¨¢ no se conozcan hasta febrero. A partir de ah¨ª, a pesar del fuerte apoyo de EE UU y la ONU al proceso independentista, comienza una cascada de obst¨¢culos hasta que el pa¨ªs se convierta definitivamente en un nuevo Estado y pueda organizar su Gobierno y sus instituciones. El principal problema es la delimitaci¨®n de las fronteras. Aunque el presidente de Sud¨¢n, Omar al-Bashir, ha se?alado que aceptar¨¢ el resultado de la consulta, nadie ha establecido a¨²n cu¨¢les ser¨¢n las fronteras del nuevo pa¨ªs. En Sud¨¢n del Sur est¨¢ el 75% de las reservas de petr¨®leo, pero las instalaciones para su aprovechamiento est¨¢n en el norte. No parece que Bashir vaya a dejar f¨¢cilmente que la mitad del pa¨ªs se quede con la fuente de sus ingresos. Seg¨²n el fiscal jefe de la Corte Penal Internacional, Luis Moreno Ocampo, Bashir ha desviado a cuentas privadas en bancos brit¨¢nicos unos 6.800 millones de euros procedentes del petr¨®leo.
En los territorios fronterizos hay riesgo de que se desate la violencia y no solo por el petr¨®leo. Uno de los lugares m¨¢s conflictivos es Abyei. En ese territorio central de abundante agua y f¨¦rtiles pastos, dos tribus se disputan la tierra: los Dinka y los Baggara. Estos ¨²ltimos son de origen ¨¢rabe y se dedican al ganado. Las tierras de Abyei son para ellos un lugar ideal en la ¨¦poca seca. Para los Dinka, los Baggara son solo unos hu¨¦spedes. Pueden ir all¨ª a pastar pero no tienen ning¨²n derecho sobre la tierra. Un enfrentamiento armado entre estas dos tribus podr¨ªa hacer que el sur y el norte tomaran partido y se vieran metidos en una nueva guerra civil.
Falta otra voz importante en el dibujo de esas fronteras: China. El gigante asi¨¢tico ha mostrado un apetito insaciable por los recursos petrol¨ªferos de Sud¨¢n. Durante a?os ha facilitado armas al ej¨¦rcito de Al-Bashir para proteger las instalaciones de los ataques del sur. Su facilidad para llegar a acuerdos en ?frica podr¨ªa hacer que lo que ha sido hasta ahora bueno para el norte lo sea tambi¨¦n para el sur. Si es as¨ª, China no ver¨ªa peligrar sus inversiones. En cualquier caso, el dibujo de las fronteras no ser¨¢ f¨¢cil y puede que se prolongue durante todo 2011. Por ejemplo, en Abyei a¨²n no hay fecha para un refer¨¦ndum en el que las tribus decidan si quieren pertenecer al norte o al sur.
Cambios en el mapa mundial desde 1990
- Alemania. Dividida desde la II Guerra Mundial, el pa¨ªs se reunifica pocos despu¨¦s de la ca¨ªda del Muro de Berl¨ªn, en 1989.
- Namibia. El 21 de marzo de 1990 este pa¨ªs africano se separa de Sur¨¢frica, que hab¨ªa administrado la ex colonia alemana desde la I Guerra Mundial.
- Yemen. El Norte y el Sur se unifican en 1990 tras dos d¨¦cadas de hostilidades tras la independencia colonial.
- Rusia. La apertura de Mija¨ªl Gorbachov para reformar la URSS allana el camino para la independencia de 15 Estados desde 1991.
- Yugoslavia. Tras una guerra civil entre 1991 y 1995, el pa¨ªs dio origen a siete Estados, incluido Kosovo.
- Rep¨²blica Checa y Eslovaquia. Ambos pa¨ªses se separan pac¨ªficamente en 1993 tras haber permanecido unidos desde el fin del Imperio Austroh¨²ngaro tras la I Guerra Mundial.
- Eritrea. El pa¨ªs del cuerno de ?frica logra la independencia tras 30 a?os de enfrentamientos con Somalia.
- Timor Oriental. La ex colonia portuguesa logra en 2002 que se le reconozca como Estado independiente tras 25 a?os de ocupaci¨®n indonesia.
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