No es delaci¨®n; es defender tus derechos
Los espa?oles no est¨¢n acostumbrados a la cultura de la denuncia y la reclamaci¨®n - La ley antitabaco empieza a cambiar esa actitud
Carmen est¨¢ decidida a poner una denuncia a su empresa si a la vuelta de su baja m¨¦dica por una bronquitis aguda sus compa?eros siguen fumando en la oficina en la que trabaja en Barcelona. Juan interpuso 10 denuncias con la anterior ley de tabaco de 2006 y el pasado d¨ªa 3 de enero denunci¨® a un centro comercial del sur de Madrid porque se fuma en el aparcamiento. Ambos acusan porque otros cometen infracciones por las que se ven afectados y porque quieren hacer uso de un derecho constitucional.
Los casos de Carmen y Juan son parte de una legi¨®n de miles de ciudadanos que han decidido, la mayor¨ªa de ellos acudiendo a asociaciones, se?alar incumplimientos de la nueva ley antitabaco, que entr¨® en vigor el pasado d¨ªa 2 de enero y que en apenas dos semanas ha generado una gran pol¨¦mica social. "El impacto social que ha tenido esta campa?a no lo han tenido otros mensajes anteriores [como la ley Sinde o la subida de la luz] que llamaban a defender los derechos de los ciudadanos", asegura Rub¨¦n S¨¢nchez, portavoz de Facua.
"No quiero tener bronquitis", dice una mujer que baraja acusar a su empresa
"Est¨¢s denunciando una infracci¨®n, igual que una de tr¨¢fico", explica un afectado
Facua ha presentado 614 quejas en las dos semanas en vigor de la norma
La ministra de Sanidad invit¨® a se?alar a los infractores
Los hosteleros: "No podemos hacer cumplir la ley, pero nos responsabilizan"
Algunos bares prefieren pagar la multa que discutir con sus clientes
La asociaci¨®n espa?ola de defensa de los consumidores ha presentado ya 614 denuncias contra empresas y organismos p¨²blicos de las miles que ha recibido por incumplimientos de la ley antitabaco ante 17 comunidades aut¨®nomas. Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia y M¨¢laga son las provincias con m¨¢s denuncias. De las 614, algo m¨¢s de 400 son denuncias interpuestas a locales hosteleros, 54 a centros sanitarios y 28 a organismos p¨²blicos.
El detonante del impacto social que ha tenido la ley se puede encontrar en la repercusi¨®n medi¨¢tica de una norma que endurece la anterior convirtiendo a Espa?a en uno de los pa¨ªses m¨¢s restrictivos contra el tabaco. No se podr¨¢ fumar en restaurantes, bares ni discotecas. Se eliminan los puntos de fumadores en aeropuertos y se proh¨ªbe a las puertas de los hospitales, los parques o los colegios.
La nueva regulaci¨®n ha generado un debate que alcanza la fibra sensible porque afecta a algo tan serio como la salud y, por ello, despierta posturas encontradas entre quienes creen que la ley es insuficiente y los que piensan que es inconstitucional.
La pol¨¦mica se desat¨® tras las declaraciones de la ministra de Sanidad, Leire Paj¨ªn, un d¨ªa despu¨¦s de entrar en vigor la norma, animando a los ciudadanos "a denunciar a quienes incumplan la ley". Estas palabras han sido interpretadas por muchos como una llamada masiva a la delaci¨®n sin prejuicios. El Gobierno de Zapatero dijo que ve¨ªa "l¨®gicas" las acusaciones a los infractores y que la normativa "est¨¢ siendo criticada de forma exagerada por algunos sectores, porque es razonable, preventiva para proteger la salud y cuenta con un apoyo del 80% de la sociedad en l¨ªnea de lo legislado en otros pa¨ªses avanzados". Las declaraciones del alcalde de Valladolid, el m¨¦dico Francisco Javier Le¨®n de la Riva (PP), comparando con el nazismo las palabras de Paj¨ªn, avivaron la llama de la pol¨¦mica.
Pero en Espa?a no existe a¨²n una cultura de reivindicaci¨®n ciudadana. Se mete delaci¨®n, denuncia, envidia y chivatazo, incluso chismorreo, en el mismo saco. Facua opina que los ciudadanos no est¨¢n acostumbrados a que las organizaciones de consumidores movilicen a los ciudadanos. Pero a ra¨ªz de la nueva ley del tabaco se est¨¢ potenciando que la gente sea m¨¢s reivindicativa con sus derechos. "En pa¨ªses como los n¨®rdicos, esta reacci¨®n ser¨ªa normal. Para nosotros ha sido una experiencia muy importante porque cambiar¨¢ el futuro del funcionamiento de nuestra organizaci¨®n en cuanto a c¨®mo movilizar a los consumidores", afirma S¨¢nchez. Tambi¨¦n recalca que es importante aclarar que la organizaci¨®n espera que con las denuncias se consiga que de lo que el consumidor se quej¨® ayer ma?ana no ocurra. Acci¨®n preventiva.
?Qu¨¦ empuja a un ciudadano a denunciar una infracci¨®n? El primer muro a derribar es que las protestas son an¨®nimas. Tanto las formuladas a trav¨¦s de organizaciones, como Facua o Nofumadores.org, como las que se presentan ante los departamentos de Sanidad de las comunidades aut¨®nomas tienen que ir con la identidad de la persona f¨ªsica o jur¨ªdica y son en ¨²ltima instancia los Gobiernos aut¨®nomos quienes se encargan de verificar la infracci¨®n y poner la multa pertinente. Otra cosa es que la mayor¨ªa de las protestas vayan canalizadas a trav¨¦s de una organizaci¨®n siendo esta la que da la cara si se abre un proceso sancionador. En el caso de la ley antitabaco, va desde infracciones leves de 30 euros hasta sanciones graves de 600 a 10.000 euros.
"La denuncia en s¨ª no inicia un proceso sancionador. Lo inicia la Administraci¨®n competente si cree que hay infracci¨®n. La denuncia es un acto por el cual la persona pone en conocimiento de la Administraci¨®n unos hechos. En este caso, me parece que si hay much¨ªsimas reclamaciones va a ser muy dif¨ªcil que las Administraciones logren tramitarlas todas, sobre todo, si son a particulares con sanciones m¨ªnimas de 30 euros", indica Miguel S¨¢nchez Mor¨®n, catedr¨¢tico de Derecho Administrativo en la Universidad de Alcal¨¢ de Henares.
Carmen tiene 31 a?os y ha sufrido dos bronquitis severas en dos meses. A¨²n sigue de baja por el segundo episodio. Lleva un a?o y medio empleada como comercial en una empresa de Barcelona y est¨¢ decidida a poner una denuncia a la empresa donde trabaja si a su vuelta incumplen la ley antitabaco. "Nunca antes hab¨ªa tenido bronquitis. Mi jefe fuma sobre todo en su despacho, pero tambi¨¦n fuera de ¨¦l y mis compa?eros lo hacen intercalando la oficina con una terraza que tenemos. No quiero tener bronquitis cr¨®nica y antes que jugar con mi salud prefiero denunciarles, aunque conf¨ªo en que est¨¦n aplicando la nueva ley", cuenta esta joven catalana que se ha puesto en contacto con la organizaci¨®n Nofumadores.org para ver c¨®mo puede tramitar la demanda.
De cualquier forma, la nueva ley antitabaco deja en el aire muchas situaciones a las que se enfrenta a diario el sector hostelero y que est¨¢ originando numerosas quejas e incluso est¨¢ siendo respondido mediante la insumisi¨®n de locales que prefieren pagar la multa a perder clientela.
Roris es el due?o de un bar de copas en Vigo. Su local est¨¢ cerca del puerto Mar¨ªtimo y ha tenido que llamar en una ocasi¨®n a la polic¨ªa porque una persona no quer¨ªa apagar el cigarrillo cuando se le llam¨® la atenci¨®n. No solo ha perdido clientela -del a?o pasado a este, un 30%-, sino que adem¨¢s no sabe c¨®mo actuar frente a las situaciones que se generan entre el cliente y el due?o. "Tuve que llamar a la polic¨ªa. Yo, en realidad, no quer¨ªa denunciar al cliente, pero ten¨ªa miedo de que alguna persona dentro del local me denunciara a m¨ª por no prohib¨ªrselo. Total, la polic¨ªa no se persona y lo que te preguntan es si quieres hacer la denuncia en firme", explica este hostelero de 29 a?os que lleva siete con el negocio.
Seg¨²n cuentan algunos hosteleros, la gente fumadora acude a los bares, pero el consumo se reduce: est¨¢ menos tiempo porque necesita fumar. En realidad, fuera tampoco se puede beber por ley, la gente empieza a irse sin pagar de los locales y las consumiciones se quedan a medio gas mientras el fumador se va fuera a fumar generando confusi¨®n entre los camareros. "?Qu¨¦ haces? Retiras la copa pensando que se ha ido el cliente y luego este vuelve reclam¨¢ndola y tienes que servir una nueva", se lamenta un camarero.
"Veo complejo el panorama porque me gusta fumar y beber a la vez y ahora no se puede. Salir a tomar una copa se me hace dif¨ªcil. Entiendo la postura del no fumador, pero se ha dejado al fumador como un apestado. Si se pudiera, me plantear¨ªa hacer un club, pero como tienen que ser sin ¨¢nimo de lucro tampoco ser¨ªa negocio", comenta Roris.
Los hosteleros espa?oles insisten en que la ley supondr¨¢ unas p¨¦rdidas del 10% de su facturaci¨®n y de 70.000 puestos de trabajo. La Asociaci¨®n Nacional de Empresarios por la Calidad del Ocio inici¨® en paralelo a la llegada de la ley una campa?a para concienciar a los hosteleros de su cumplimiento. "La bater¨ªa de medidas puestas en marcha ya anticipaban que hab¨ªa una serie de problemas que en el sector de la hosteler¨ªa ten¨ªa una muy dif¨ªcil soluci¨®n. Nuestras peores previsiones se est¨¢n cumpliendo, el funcionamiento de los locales de ocio se est¨¢ complicando extraordinariamente, sobre todo, en el nocturno, donde la prevalencia de fumadores est¨¢ por encima del 40%. Hay una imposibilidad legal de hacer que el p¨²blico cumpla la ley del tabaco, pero sin embargo somos responsables de su incumplimiento. Hay una contradicci¨®n y un vac¨ªo legal", lamenta el portavoz de la Asociaci¨®n Nacional de Empresarios por la Calidad del Ocio.
En general, la ley antitabaco se est¨¢ cumpliendo en los garitos de noche. Pero est¨¢ generando una tensi¨®n e indefensi¨®n entre clientes y propietarios de locales. "La ley antitabaco se va a convertir en el bander¨ªn de enganche del malestar social provocado por la crisis y los recortes sociales", sostiene el portavoz.
Juan, madrile?o de 44 a?os, ya puso 10 quejas con la anterior ley, y con la nueva ley ha interpuesto una contra un centro comercial del sur de Madrid porque se sigue fumando en una de sus cafeter¨ªas. "Soy socio de Nofumadores.org, pero lo hago a t¨ªtulo personal porque considero que perjudican a otros usuarios y a m¨ª mismo. Antes ¨ªbamos a centros comerciales porque estaban fuera de humos desde la ley de 2006 y nos encontr¨¢bamos que se fumaba en varios locales. No entiendo la pol¨¦mica que suscitan las denuncias. Lo de la delaci¨®n que sale en la prensa es falso. Das el nombre y los apellidos y est¨¢s denunciando una infracci¨®n como se denuncia una de tr¨¢fico".
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