Malos humos

A estas alturas nadie se atreve a cuestionar que fumar es perjudicial para la salud. Los hosteleros tambi¨¦n lo saben y est¨¢n a favor de la lucha contra el tabaquismo, pero est¨¢n en contra de que se traslade esta batalla a su terreno porque saben que, aunque el mensaje no figure en las cajetillas de cigarrillos, prohibir provoca malos humos.

Es prematuro y, sobre todo, precipitado hacer una valoraci¨®n del impacto econ¨®mico que ha supuesto la aplicaci¨®n de tan severa ley en el sector de la hosteler¨ªa, aunque los primeros signos no pueden ser m¨¢s desalentadores. No cabe duda de que los m¨¢s afectados son y ser¨¢n los peque?os aut¨®nomos que viv¨ªan de un modesto establecimiento al que han dejado de acudir muchos de los llamados habituales clientes.

La entrada en vigor de la anterior legislaci¨®n que prohibi¨® fumar en los lugares de trabajo gener¨® el h¨¢bito de trasladar el tabaco a bares y cafeter¨ªas. Los ciudadanos acogieron esta normativa con tranquilidad y no se gener¨® problem¨¢tica social alguna siendo insignificante el n¨²mero de denuncias registradas. No obstante, el endurecimiento de la prohibici¨®n ha acarreado desde un primer momento un aumento en los problemas de convivencia. El m¨¢s directo lo ha generado la propia Administraci¨®n incentivando a interponer denuncias, lo que conlleva la estigmatizaci¨®n del fumador y fomentar¨¢ numerosas discusiones y disputas. Pero es que, adem¨¢s, se est¨¢n fraguando conflictos que no han hecho m¨¢s que empezar. Por norma general, con la noche y las copas se fuma m¨¢s, as¨ª que las aglomeraciones a las puertas de pubs y discotecas ser¨¢n inevitables. Tan inevitables como el ruido, las voces y los gritos que van a interrumpir el sue?o de miles de ciudadanos. Y a¨²n hay m¨¢s. La nueva ley va a generar m¨¢s botell¨®n y el regreso del guateque. No puedo dejar de mencionar la escasa persecuci¨®n de la Administraci¨®n a los vendedores ambulantes de alcohol, cuyo n¨²mero no deja de crecer.

No era el momento de legislar en negativo una vez m¨¢s, de prohibir y de ningunear a la hosteler¨ªa con la que est¨¢ cayendo. Se han olvidado de que los hosteleros dan trabajo a miles de ciudadanos y, lo que es m¨¢s grave, han obviado que el ocio era un sector estrat¨¦gico fundamental para el turismo y para la recuperaci¨®n econ¨®mica.

Fernando Mart¨ªnez Iglesias es abogado y portavoz de la Federaci¨®n Catalana de Asociaciones de Locales de Ocio Nocturno.