Condenado por abusos sexuales a una interna un funcionario de prisiones de Alcal¨¢-Meco

Jos¨¦ Mar¨ªa L. C. era jefe de mantenimiento en la prisi¨®n de Alcal¨¢ Meco en octubre de 2005, cuando la mexicana Frida V. S. ingres¨® en el m¨®dulo de mujeres condenada a nueve a?os por tr¨¢fico de drogas. La mujer se hizo amiga de otra interna, su compatriota Eva Marta M. V., a la que Frida coment¨® que le gustar¨ªa tener un trabajo remunerado en la c¨¢rcel para poder mandar dinero a sus hijos. Su amiga le respondi¨® que se acercara a Jos¨¦ Mar¨ªa, el encargado de los destinos. ?l le dijo que no hab¨ªa problema, y que podr¨ªa ganar 300 euros al mes siempre y cuando mantuvieran "un rollito".

El funcionario de prisiones qued¨® con ella en el economato. Despu¨¦s de que Eva Marta le hiciera una felaci¨®n, mantuvo relaciones sexuales consentidas con Frida -mientras la otra interna vigilaba- a cambio de un futuro puesto de trabajo que jam¨¢s le proporcion¨®. M¨¢s tarde sigui¨® presion¨¢ndola para que volviera a acceder a sus peticiones. Le dijo que no hab¨ªa quedado "totalmente satisfecho". Ella no quiso.

Jos¨¦ Mar¨ªa ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Madrid por un delito continuado de abusos sexuales a seis a?os y siete meses de c¨¢rcel e inhabilitaci¨®n absoluta por nueve a?os. A la reclusa que colabor¨® se le ha impuesto la pena de cinco a?os y tres meses por abusos sexuales y amenazas. Ambos tendr¨¢n que indemnizar a la v¨ªctima, de forma conjunta y solidaria, con 4.000 euros.

La v¨ªctima pidi¨® repetidas veces a Jos¨¦ Mar¨ªa que la dejara en paz despu¨¦s del primer encuentro sexual. No volvi¨® a acceder a los deseos del hombre. Unos ocho meses despu¨¦s, recibi¨® en su celda una carta manuscrita por Eva Marta insult¨¢ndola y amenaz¨¢ndola si no cerraba la boca. "Suelen suceder accidentes", le dec¨ªa, seg¨²n los hechos probados de la sentencia. "Cu¨ªdate gilipollas. Te joder¨¦ tus mierdas permisos puta mejicana de mierda (sic)". En ese momento Frida ya hab¨ªa hablado de su problema con algunos funcionarios de la c¨¢rcel y en abril de 2007 envi¨® una carta al juez de vigilancia penitenciaria denunciando los hechos.