Puig anuncia "el fin de la impunidad" de los antisistema tras el desalojo en la Via Laietana
Barcelona inaugura una nueva etapa en su relaci¨®n, a menudo conflictiva, con los colectivos antisistema. El desalojo expr¨¦s del antiguo Palacio del Cine, ocupado por m¨¢s de 400 personas, es un claro ejemplo de la voluntad de Felip Puig de acabar con la "impunidad" de la que, a su juicio, gozan los activistas en la ciudad. El consejero de Interior aplaudi¨® ayer la "contundente" e "impecable" actuaci¨®n de los Mossos d'Esquadra y lanz¨® un aviso a navegantes: "Se ha acabado la impunidad para los que piensan que ocupar propiedades y alterar el orden p¨²blico forma parte del paisaje de Barcelona".
Los poderes p¨²blicos parecen haber aprendido la lecci¨®n del edificio Banesto, asaltado con motivo de la huelga general del 29 de septiembre de 2010. En aquella ocasi¨®n, la polic¨ªa no pudo entrar y los activistas transformaron el inmueble, en la plaza de Catalunya, en una base de operaciones para montar piquetes. La jornada dej¨® una ola de disturbios, con decenas de heridos y detenidos.
Los antisistema trataron de repetir estrategia con la ocupaci¨®n de otro edificio emblem¨¢tico y de grandes dimensiones: los multicines de la Via Laietana, a escasos metros de la antigua sede de Interior. Los okupas lamentaron ayer el desalojo, que tacharon de "ilegal", y aseguraron que solo celebraban una asamblea para preparar la huelga del jueves. El paro, contra la reforma de las pensiones, est¨¢ secundado por los sindicatos CGT, CNT y SOC, que, aunque minoritarios, tienen una fuerte presencia en el transporte p¨²blico. Su objetivo es paralizar la ciudad colapsando la circulaci¨®n.
La ocupaci¨®n masiva de los antiguos cines, que llevan 10 a?os cerrados, se produjo el s¨¢bado, durante una manifestaci¨®n para llamar a la huelga. El colectivo, sin embargo, sostiene que algunas personas llevan all¨ª desde el martes y exhibe v¨ªdeos supuestamente grabados en el interior como prueba. Fuentes policiales subrayan que puede ser una estrategia para evitar el desalojo expr¨¦s, que solo puede hacerse dentro de las primeras 24 horas desde la ocupaci¨®n, si hay denuncia del propietario y con el visto bueno judicial.En otras circunstancias, el proceso judicial puede alargarse mucho m¨¢s. Eso es, precisamente, lo que quiso evitar el Departamento de Interior, con el recuerdo de lo que ocurri¨® en el Banesto. Puig, adem¨¢s, quiso marcar distancias con su antecesor, Joan Saura, y lanzar el mensaje de que, cuando es necesario,la polic¨ªa est¨¢ para poner orden de forma contundente.
A las siete de la tarde, la manifestaci¨®n lleg¨® a la Via Laietana y decenas de j¨®venes entraron en el edificio ante la sorpresa de los Mossos, que no esperaban aquella acci¨®n en medio de una marcha autorizada que deb¨ªa culminar en la plaza de Sant Jaume. La maquinaria para acometer el desalojo se puso en marcha, de forma que tres horas despu¨¦s la polic¨ªa auton¨®mica hab¨ªa informado al juez. A las once de la noche, los antidisturbios usaron una sierra radial y una maza para entrar en el edificio y sacar, uno a uno, a los ocupantes.
El desalojo fue pac¨ªfico y no hubo detenciones, aunque los portavoces del colectivo denunciaron agresiones y aseguraron que los Mossos no quisieron negociar otra salida en ning¨²n momento. Los 418 ocupantes (62 de ellos, extranjeros de 18 nacionalidades distintas) fueron identificados. En la marcha tambi¨¦n hubo peque?os incidentes y las cargas policiales dejaron seis mossos con contusiones y diversas personas heridas leves.
Ante la advertencia de que podr¨ªa haber disturbios en la manifestaci¨®n, el consejero Puig decidi¨® modificar su agenda y pas¨® la tarde al frente del centro de coordinaci¨®n operativa. Le acompa?¨® el nuevo director general de la polic¨ªa, Manel Prat, que permaneci¨® all¨ª hasta que acab¨® el desalojo.
En su primera prueba de fuego al frente de uno de los departamentos m¨¢s complicados del Gobierno catal¨¢n, Puig estuvo al lado de los responsables del operativo para "acelerar" las gestiones. La suerte para Interior fue que en poco tiempo se logr¨® dar con el propietario y exhortarlo a poner una denuncia. Esta se present¨® ante el juez de guardia, que autoriz¨® la entrada, seg¨²n Interior. "Todo se hizo correctamente", insisti¨® Puig.
La contundencia del desalojo y, sobre todo, el mensaje de mano dura de Puig en relaci¨®n con los colectivos antisistema ha sido bien recibido por los Mossos, despu¨¦s de cuatro a?os de fuertes recelos hacia Saura.
Los okupas tambi¨¦n intuyen que las cosas han cambiado. "Es un regreso a las t¨¢cticas de la ex delegada del Gobierno con el PP Julia Garc¨ªa-Valdecasas", denunci¨® el dirigente de la CGT, Ermengol Gassot, ayer al mediod¨ªa, frente a los multicines, que permanec¨ªan cerrados a cal y canto. Gassot denunci¨® la "represi¨®n" y la "humillaci¨®n" a la que, a su juicio, se vieron sometidos, y acus¨® a los polic¨ªas de "disfrazarse" de activistas para provocar disturbios.
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