Recuerdo emotivo del ataque de Tucson
El tono de la noche estuvo marcado por la imagen del esca?o vac¨ªo de la congresista Gabrielle Giffords, herida de un disparo en la cabeza
Comentaba una veterana periodista que cubre la actividad del Congreso que "Miss Manners estuvo de visita en la noche del martes en el Capitolio de la naci¨®n". Modales. La remilgada y siempre correcta se?orita Modales lleg¨® e imprimi¨® civismo en las gradas del Congreso. Republicanos y dem¨®cratas se sentaron juntos. Los aplausos estuvieron m¨¢s comedidos y los abucheos fueron inexistentes. Nadie grit¨® "usted miente", como escupi¨® hace dos a?os el republicano Joe Wilson al presidente. Ning¨²n juez del Tribunal Supremo neg¨® con la cabeza -como hizo Samuel Alito- mientras sus labios pronunciaban en silencio "no es verdad", a un comentario del presidente sobre su disgusto con una sentencia sobre la financiaci¨®n de partidos.
El tono de la noche estuvo marcado por el ataque de Tucson (Arizona). Impresionante tributo la imagen del esca?o vac¨ªo de la congresista Gabrielle Giffords, herida de un disparo en la cabeza en el asalto del pasado 8 de enero. Con el hacha de guerra de la pol¨ªtica enterrada al menos por una noche, reinando sobre las cabezas de los congresistas, sentada en la tribuna de los invitados de la primera dama, se encontraba la familia de Christina Greene, la ni?a de nueve a?os muerta en el ataque de Tucson. En esa misma tribuna estaba el m¨¦dico de Giffords, Peter Rhee. Tambien Daniel Hern¨¢ndez, el joven que ayer cumpl¨ªa 21 a?os y que socorri¨® a la congresista poniendo en riesgo su vida.
Por supuesto, no falt¨® el reconocimiento a las Fuerzas Armadas, que libran dos guerras en el extranjero, aunque Obama anunciase el pronto final de la de Irak. Salvatore Giunta, primer condecorado vivo con la medalla del Honor desde la guerra de Vietnam, ocupaba un lugar privilegiado y recibi¨® el aplauso c¨¢lido y solidario de los ciudadanos, a los que ha jurado defender incluso con su vida.
La noche estuvo cargada de momentos emotivos. Como cuando el presidente Obama aludi¨® al sue?o americano: "Ese sue?o es el motivo por el que puedo estar esta noche ante ustedes. Ese sue?o es el motivo por el que un chico de clase obrera de Scranton puede estar detr¨¢s de m¨ª
[el vicepresidente Joe Biden, que sonri¨® encantado al o¨ªr el comentario]. Ese sue?o es el motivo por el que alguien que empez¨® barriendo el suelo del bar de su padre en Cincinnati puede ser hoy presidente de la C¨¢mara de Representantes en el pa¨ªs m¨¢s importante del mundo
[John Boehner, presidente de la C¨¢mara de Representantes]". Por supuesto, Boehner gimote¨® -lo hab¨ªa hecho ya dos veces antes a lo largo de la noche- y a punto estuvo de que -una vez m¨¢s- se le saltaran las l¨¢grimas.
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