"Fui m¨¢s feliz al ser t¨ªo que al ganar el Mundial de 2005"
Llega Iker Romero con una taza grande de caf¨¦ y unos pastelitos de canela, chocolate y coco. Se sienta en una mesa tranquila en el comedor del hotel de Malmoe donde est¨¢ instalada la selecci¨®n espa?ola de balonmano que acaba de alcanzar las semifinales del Mundial de Suecia. Es uno de los dos laterales izquierdos del equipo y, aunque ha tenido pocos minutos de juego en el campeonato, sigue siendo el jugador m¨¢s carism¨¢tico del equipo. No habr¨¢ cena esta vez, porque la selecci¨®n espa?ola sigue un estricto r¨¦gimen de concentraci¨®n y tambi¨¦n ¨¦l tiene que comer con el resto de sus compa?eros.
Una l¨¢stima, porque a Iker, como buen vitoriano, le gusta comer bien. "Me habr¨ªa encantado tener esta charla en Barcelona para disfrutar de una buena mariscada en uno de mis sitios favoritos: Casa Castro, en el paseo Valldaura. Los propietarios son gallegos. Nunca se falla". Romero suelta una lista interminable de restaurantes que le encantan y se entretiene en Monvinic, en Diputaci¨®n. "Tienen la vinacoteca m¨¢s grande de Europa", dice. "En mi familia se cocina y se come muy bien. Siempre hemos tenido una bodega peque?a. Yo mismo tengo en mi casa de Vitoria una con unas 1.000 botellas".
Espa?a puede lograr el oro en balonmano. Y este es el jugador m¨¢s carism¨¢tico
Ahora lleva un mes concentrado con la selecci¨®n espa?ola y no puede disfrutar de estos placeres. En los buf¨¦s de los equipos de balonmano suele haber pasta, ensaladas, carnes y pescados. "Apenas como pasta", explica. "Suelo desayunar muy bien, pero en la comida y en la cena tomo alguna sopa, algo de ensalada y carne o pescado". Eso le basta para mantener en forma su cuerpo de 1,96 de altura y 100 kilos de peso. "Mi f¨ªsico ha cambiado mucho", explica. "De peque?o era bajito y rellenito. Si me cuentan que alcanzar¨ªa los par¨¢metros actuales, no me lo hubiera cre¨ªdo". Tampoco hubiera apostado por ser jugador de balonmano y, menos a¨²n, por alcanzar las 180 internacionalidades y marcar casi 700 goles con la selecci¨®n.
"Ten¨ªa ocho a?os cuando en el colegio Corazonistas de Vitoria nos dieron a elegir un deporte. Si ¨¦ramos 100, 80 se fueron al f¨²tbol, 14 al baloncesto y seis amigos al balonmano. Tuvo que un¨ªrsenos otro para formar un equipo. Siguen jugando y les ayudo en lo que puedo. Siguen siendo mis mejores amigos", cuenta. ?l ha jugado en los mejores clubes: Valladolid, Ademar, Ciudad Real y Barcelona, que pag¨® un traspaso de 600.000 euros por ¨¦l, la cifra m¨¢xima alcanzada en balonmano hasta entonces. En su palmar¨¦s sobresalen el Oro del Mundial de T¨²nez y la Copa de Europa de 2005.
Fue el mejor momento de su carrera deportiva. "Lo viv¨ª con intensidad. Pero si me pregunta si fue uno de los cinco momentos m¨¢s felices de mi vida, responder¨ªa que no. Soy una persona que sit¨²a la familia por encima de todo. Y me hizo m¨¢s feliz el nacimiento de mis sobrinos que el t¨ªtulo mundial", dice. Entonces, ?por qu¨¦ a los 30 a?os a¨²n no ha formado su propia familia? "Ser¨¢ que no he encontrado a la mujer de mi vida. Pero no me preocupa. Ahora mismo, me gustar¨ªa m¨¢s tener un hijo que una compa?era estable".
Le da un bocado a una de las galletas. "Es buena", comenta. Engulle el ¨²ltimo sorbo de su caf¨¦. "?El futuro? S¨¦ que el Bar?a no me quiere. Pero no dar¨¦ ning¨²n paso hasta que concluya el Mundial. Ahora mi cabeza est¨¢ en la selecci¨®n. Me gustar¨ªa jugar. Pero firmo aqu¨ª mismo no jugar ni un solo minuto, pero que Espa?a gane el oro el domingo".

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