La retratista de los parias modernos
Mercedes Cebri¨¢n diseca el alma de seres melanc¨®licos en 'La nueva taxidermia'
"Mis personajes no temen ser se?alados con el dedo por no cumplir las normas de integraci¨®n en el mundo", dice Mercedes Cebri¨¢n (Madrid, 1971). Deudora de la literatura anglosajona, en su nuevo libro, La nueva taxidermia (Mondadori), experimenta con una nueva estructura narrativa de prosa fresca, r¨¢pida, casi el¨¦ctrica, de la que se sirve para contar c¨®mo sus personajes son capaces de escapar de los est¨¢ndares de normalidad socialmente establecidos sin levantar sospechas.
Dos cuentos largos o dos novelas cortas (nouvelles) componen La nueva taxidermia. Son relatos que abofetean desde la primera l¨ªnea en su af¨¢n por diseccionar las consecuencias de las costumbres de la vida moderna. El libro roza de manera tangencial los principios de la generaci¨®n Nocilla, Afterpop o Mutante. Lo que el com¨²n de los mortales conoce como el grupo de escritores espa?oles nacidos entre 1960 y 1976.
"Me interesa el impacto de la tecnolog¨ªa en nuestras vidas"
"Soy un sat¨¦lite de este colectivo", especifica la autora. "Me identifico con ellos en el inter¨¦s que muestran por c¨®mo la tecnolog¨ªa, el consumo y el capitalismo trascienden nuestras vidas". Un impacto que revoluciona las relaciones sociales hasta convertirlas en "terror¨ªficas". "Es insoportable pensar cu¨¢ntas cosas se ponen en juego cuando nos relacionamos con otras personas", explica. "Un peque?o comentario de broma puede suponer que alguien no vuelva a hablarte. Y el mejor ejemplo sucede cada d¨ªa en el micromundo de Facebook", cuenta. Por esta raz¨®n, la patolog¨ªa de la protagonista de la segunda historia le impide hacerse responsable de su voz y decide hacer de la ventriloquia su truco de magia socializadora.
"La idea de no ser uno mismo me parece muy sugerente. Trabaj¨¦ un mes, hace unos 15 a?os, en una party line donde pude desarrollar un par de personajes. Llegu¨¦ a la conclusi¨®n de que serv¨ªan como escudo protector", confiesa. "Yo tambi¨¦n me he hecho una mu?eca de trapo, aunque estoy un poco decepcionada porque no se parece a m¨ª", confiesa con una sonrisa.
"La obsesi¨®n es una manera de sentirse seguro en un mundo que genera angustia por todas las posibilidades que ofrece", explica Cebri¨¢n. As¨ª, una de sus criaturas literarias inicia, en busca de respuestas, un camino obsesivo de acumulaci¨®n de objetos, casi diogesiano, para recrear escenarios pasados. "La vor¨¢gine actual impide pensar, retomar la memoria. Y deber¨ªamos tener tiempo para pensar sobre el tiempo", plantea la escritora.
En su narraci¨®n hay un ejercicio de memoria al tratar de revivir la melancol¨ªa, como la taxidermia hace con los animales. A punto de entrar en los cuarenta, Cebri¨¢n ha empezado a darse cuenta de que los peque?os cambios que la sociedad imprime en su cotidianeidad se transforman en algo importante. "Es todo resultado de la actuaci¨®n del tiempo. Noto las desapariciones de los personajes, objetos o situaciones que me han acompa?ado a lo largo de la vida como un acto de duelo, un sentimiento de funeral", explica.
El quinto asalto a las librer¨ªas de Mercedes Cebri¨¢n huye de esos ingredientes adictivos propios de los best-sellers, lo que ella define como "la nicotina de las novelas que inundan los vagones de metro". "Yo escribo y espero que piquen en el anzuelo. Me he resignado a pensar que puedo tener miles de lectores".
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