Coraz¨®n

Los funcionarios son el coraz¨®n administrativo del Ejecutivo andaluz, seg¨²n la consejera de la Presidencia, Mar Moreno, quien trata de tranquilizar a este colectivo asegur¨¢ndoles, adem¨¢s, que la reforma del sector p¨²blico andaluz no tiene m¨¢s fin que el de encarar el futuro con solvencia, recalcando que el marchamo p¨²blico es fundamental.

Palabras muy a tener en cuenta en el preciso momento en el que se han dado a conocer las enmiendas que ha presentado cada uno de los grupos en el Parlamento andaluz. Desde el PP se aseguraba que realizar¨ªan un gran esfuerzo para plantear todo un modelo alternativo. Sin embargo, a tenor de su escu¨¢lido contenido, dicho colectivo tiene m¨¢s razones que nunca para su nerviosismo en caso de que los populares lleguen al poder.

Y no ya por lo que se intuye en dicha propuesta, sino m¨¢s bien por lo que apunta el mismo presidente del partido, Mariano Rajoy. En su rimbombante anuncio de que va a arreglar Espa?a en dos a?os se compromete a tomar una medida con car¨¢cter inmediato, si es que llega a la Moncloa, como es privatizar y cerrar la mayor¨ªa de las 4.000 empresas y entes p¨²blicos y administrativos existentes en la actualidad en nuestro pa¨ªs.

Qu¨¦ fatalidad. Aqu¨ª los populares tratando de echarle el muerto de la supuesta privatizaci¨®n a los socialistas y resulta que su m¨¢ximo mandatario sit¨²a en el frontispicio de su oferta program¨¢tica meter la tijera a tope haciendo desaparecer organismos y privatizando sin que nade precise sobre el destino de esos miles de funcionarios y empleados que se ver¨ªan afectados por tan dura medida.

Sin duda alguna, es el mismo Rajoy quien se lo pone muy dif¨ªcil aqu¨ª a Arenas. Igualmente, los sindicatos corporativos, que acompa?an milim¨¦tricamente al PP en este asunto, deber¨ªan ir cambiando el objetivo de sus acusaciones ya que hasta ahora ven¨ªan atribuyendo absurdamente a UGT y CC OO la intenci¨®n de privatizar la Administraci¨®n p¨²blica andaluza. Un reproche sin pies ni cabeza, m¨¢xime despu¨¦s de las enmiendas aceptadas para evitar este extremo planteadas por el PSOE en consonancia con dichas centrales sindicales.

Y por si fuera poco, a Rajoy le parece un despilfarro la existencia de 17 Defensores del Pueblo, tantos como comunidades aut¨®nomas. A buen seguro, esta apelaci¨®n tard¨ªa a la m¨¢xima austeridad habr¨¢ causado hilaridad en el andaluz Jos¨¦ Chamizo, quien en su d¨ªa tuvo que conformarse con admitir a rega?adientes la figura de los adjuntos al Defensor, nombrados por cada uno de los partidos pol¨ªticos con representaci¨®n en la C¨¢mara y cuya utilidad siempre ha puesto en cuesti¨®n.

No se recuerda que entonces el PP renunciara a tal privilegio en favor del ahorro en el gasto p¨²blico.