El Madrid precisa m¨¢s que un 'nueve'
El equipo de Mourinho, sin luces por la gripe de Alonso, sucumbe ante la asfixiante presi¨®n de Osasuna y se descuelga a siete puntos del Bar?a - En el deb¨² de Adebayor, el gigante de la noche fue otro ariete: Aranda
Llegado el nueve y con una supuesta tregua entre algunos despachos y el banquillo, el Madrid se desplom¨® sobre el campo, donde m¨¢s cuenta. Osasuna le llev¨® al l¨ªmite de la extenuaci¨®n y el equipo de Mourinho no encontr¨® respuestas individuales ni colectivas. De entrada, con Alonso griposo, el Madrid prescindi¨® de Granero y se dispuso para el cuerpo a cuerpo, cuesti¨®n en la que el conjunto navarro se siente imperial. El colmillo est¨¢ en sus genes, sobre todo en el Reyno y ante adversarios de rango. Con Lass y Khedira al mando, el Madrid, a ciegas, no tuvo hilo y se encomend¨® a alguno de los genios que alista en el ataque. Donde se esperaba a Cristiano, ?zil, Di Mar¨ªa o Benzema emergi¨® un gigante: Aranda, el futbolista de la noche, un tormento para todos los madridistas. Ni siquiera el batall¨®n final dispuesto por Mourinho, con Kak¨¢, Alonso y Adebayor como r¨¦plica al gol de Camu?as, quit¨® foco al ariete rojillo. El nueve fue Aranda.
OSASUNA 1 - REAL MADRID 0
Osasuna: Ricardo; Dami¨¢, Sergio, Fla?o, Nelson; Pu?al, Soriano (Vad¨®cz, m. 46); Coro (Calleja, m. 93), Pandiani (Lolo, m. 82), Camu?as; y Aranda. No utilizados: Riesgo; Josetxo, Oier y Lekic.
Real Madrid: Casillas; Sergio Ramos, Albiol (Kak¨¢, m. 65), Carvalho, Arbeloa; Lass (Xabi Alonso, m. 65), Khedira; Di Mar¨ªa (Adebayor, m. 65), ?zil, Cristiano Ronaldo; y Benzema. No utilizados: Ad¨¢n; Garay, Pedro Le¨®n y Granero.
Gol: 1-0. M. 62. Camu?as.
?rbitro: Mu?iz Fern¨¢ndez. Mostr¨® la tarjeta amarilla a Lass, Soriano, Coro, Dami¨¢, Aranda, Vad¨®cz, Ricardo, Pu?al, Nelson y Khedira.
Unos 15.000 espectadores en el estadio Reyno de Navarra.
Los madridistas se despe?aron con el togol¨¦s, CR, ?zil, Kak¨¢ y Benzema en el campo
En este Madrid nadie es m¨¢s imprescindible que Xabi Alonso. Sus bajas tienen menos vacuna que las de Higua¨ªn. Granero o Pedro Le¨®n ser¨ªan el relevo m¨¢s natural, pero Mou tiene otro manual. Sin el guipuzcoano, se inclina casi siempre por el m¨²sculo y el equipo se robotiza. Lass y Khedira se parecen demasiado, no suman. Ninguno est¨¢ capacitado para hacer de ancla con la delantera. Con ellos, el Madrid choca, no juega, para encanto de la mayor¨ªa de los rivales. Para gozo de Osasuna, su adversario contribuy¨® a que el encuentro resultara selv¨¢tico. Aranda se bastaba para sostener a todos sus compa?eros. Con su movilidad, su inquebrantable fe y m¨¢s habilidad de la que aparenta, se convirti¨® en una v¨ªa de escape para cada jugador local. No hubo osasunista que no se dejara el alma, no hubo aliento para madridista alguno. As¨ª es Osasuna desde su alumbramiento. Solo ?zil, cuando se retrasaba unos metros, lograba ejercer de gu¨ªa. Para Cristiano, Benzema y Di Mar¨ªa cada acci¨®n era una aventura. Arbeloa, que no tiene el molde de Marcelo, no remaba en el ataque y Ramos ten¨ªa tajo con Camu?as.
Osasuna tuvo cosido al Madrid, por mucho que no diera la lata a Casillas. En un duelo tan cortocircuitado, Pandiani fue el primero en flirtear con el gol, pero su cabezazo sin estorbos frente a Iker se fue a la grada. Respondi¨® Benzema, muy activo al inicio, con un disparo muy exigente para Ricardo, que respondi¨® de maravilla. El Madrid no encontr¨® un respiro hasta el intermedio.
Mourinho mantuvo el plan, confiado en la l¨¢mpara de gente como Cristiano, que, a falta de geometr¨ªas, decidi¨® desafiar por su cuenta al universo. Pero Osasuna tiene su repertorio. Muy justo, que por algo es el segundo equipo menos goleador de la Liga, solo empeorado por el Racing, pero lo tiene. El gol fue muy osasunista. Pandiani, que lleva una vida volando, pein¨® la pelota; Aranda, para el que la vida siempre ha sido espinosa, no se rindi¨® ante los centrales del Madrid y logr¨® filtrar la pelota para Camu?as, que super¨® a Casillas en el mano a mano. Truenos en Pamplona; congoja en Madrid. Mou reaccion¨® como un cohete y orden¨® un triple cambio. Con todas las bater¨ªas dispuestas, el Madrid no ten¨ªa otro dictado que la suma de talentos como remedio final. No se agriet¨® el grupo de Camacho, con la grada en combusti¨®n y m¨¢s de una treta al lanzar balones al campo para interrumpir el juego. En la fase final, que se preve¨ªa ag¨®nica para Osasuna, tambi¨¦n Aranda dio otro paso al frente. Una espectacular jugada suya deriv¨® en un disparo a bocajarro de Vad¨®cz, pero Arbeloa meti¨® la escoba bajo el larguero.
El Madrid, con m¨¢s voluntad que ma?a, incrust¨® un pelot¨®n cerca de Ricardo, pero no encontr¨® remate. En realidad, no lo tuvo en toda la tarde. Juego, tampoco. La casta no le alcanz¨®. De eso va sobrado Osasuna, que en el deb¨² de Adebayor, sofocado por ahora el incendio del ariete, dej¨® al Madrid en la cuneta de la Liga. Y puede que despe?ado para siempre: el Bar?a vuela con siete puntos de ventaja.
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